El productor habló de absolutamente todo y reveló una conmovedora anécdota con su abuelo, Daniel Tinayre.
No suele dar muchas entrevistas, lo de Nacho Viale es el protagonismo desde el segundo plano. Exitoso productor, nieto de la célebre Mirtha Legrand y galán indiscutido de la farándula vernácula, brindó una entrevista fondo a la revista Vivaen la que habló de absolutamente todo. Sus fobias de hombre soltero, la terapia que hizo con un psicólogo y un psiquiatra, la inconveniente relación entre el amor y la fama, sus elogios para Cande Tinelli y los recuerdos más difíciles de su vida.
Conmovedora anécdota con Daniel Tinayre
“Mi abuelo era mi mejor amigo. Y hoy lo extraño un montón. Son veinte años de su muerte y para mí fue ayer. Teníamos una relación especial. Almorzábamos todos los jueves y hablábamos todos los días por teléfono. Era como una devoción mutua. Tanto es así que el primer año que se enfermó decidí no ir más al colegio. Le agarró la hepatitis, que fueron cuarenta y dos días, y yo todo los días me iba a almorzar con él. Un día llamaron a mi mamá para decirle que tenía muchas faltas. “Nacho, tenés que volver al colegio”, me dijo y yo le contesté que no pensaba volver. Y mantuve mi palabra hasta octubre, cuando falleció mi abuelo. Ahí volví. Por suerte, el colegio tuvo una actitud muy paternal conmigo. Quedé libre y, entre diciembre y marzo, di todas las materias hasta que terminé pasando de año”.
Terapia para sanar
“Hice terapia y me ayudó muchísimo tener psicólogo y psiquiatra. Fue en dos etapas: a los cinco años, cuando se divorciaron mis papás, y de grande, porque me sentía mal con cosas mías. Estuve medicado, en su momento la psicóloga me derivó a un psiquiatra, que me medicó porque yo era muy ansioso. Lo corregí: ya no estoy más medicado. Trabajé cosas de la rutina diaria como, por ejemplo, no dormir con el celular en la mesita de luz”.
El rol de productor y la Biblia y el calefón
“Un día lo llamamos a Juan José Campanella y le preguntamos si le molestaba que fuera Vicky Xipolitakis el mismo día que él. “Ningún problema”, dijo. El prejuicio era nuestro. Se mataron de risa y salió bárbaro el programa. Ahí decidimos hacer la Biblia y el calefón.
La vida de famoso
“Los paparazzi son complicados. La sensación de salir de algún lado y que alguien se te venga encima es violenta. Sobre todo, en momentos delicados. Cuando se murió mi sobrino Ringo (hijo de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela) había una persona escondida en un baño del sanatorio. En esos momentos, querés que te chupe la tierra. Y ojo, no estoy yendo contra los paparazzi, yo entiendo que están haciendo su laburo y tienen órdenes de su jefe.
El amor
"Yo creo que para una relación es una contra ser famoso. Vos empezás a salir con una chica y, como cualquier persona, la llevás a tomar un café. Te encuentran y ponen: “El nuevo amor”, ¡Pero si tomé un café y ni le toqué el dedo! Me inventaron miles de romances".
Soltero empedernido
"Cuando llega, llega. Vivo solo hace ocho años y nunca conviví con nadie. Me gustaría encontrar una persona que me complete, que sea compañera, que me divierta, a la que extrañe de verdad… Ser soltero me volvió un poco maniático. Tengo todo ordenado. Camisas con carteles, cada estante tiene una etiqueta con lo que va ahí. Tenía más manías y las perdí. Cande Tinelli me ayudó un montón a desestructurarme. Ella tiene una perra, Linda, y me pedí que la lleváramos en el auto con nosotros y yo me resistía porque me parecía que iba a ensuciar. Hasta que un día la subimos al auto y no pasó nada".
El Bailando
“Yo fui el que empezó la gestión para que Juana baile en ShowMatch. Marcelo Tinelli me parece un fenómeno maravilloso de la televisión. Hay cosas que me gustan, otras menos, pero los éxitos no se discuten. ¿Si el año que viene bailo yo? Olvidate, yo soy de madera. No puedo bailar nada. Me ponés un vals y una cumbia y me muevo igual”.
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