Licantén es una comuna costera de la Región del Maule donde el 51% de las viviendas rurales se abastece de agua de manera informal o comprando a camiones aljibe. Gracias al proyecto Innova Agua de Fundación Amulén y Coca-Cola Chile, la escuela de la localidad podrá recibir agua segura a través a un innovador sistema de captación. Esto la transformará en la primera “Escuela de Lluvia” del país.
Para los habitantes del pueblo de Los Junquillos, en la comuna de Lincantén, el agua fluyendo de manera natural era solo un recuerdo. “Antiguamente esta localidad contaba con abundante agua a sus alrededores, que fluía y corría río abajo”, rememora Carolina Mondaca, quien vio cómo, por un lado, se empezaron a secar las fuentes de agua con el paso de los años y, por el otro, comenzaron a llegar los camiones aljibe.
Carolina es la jefa de la Unidad Técnico Pedagógica de la Escuela Los Copihues, un establecimiento municipal que podrá volver a abrir la llave del agua potable gracias al Fondo Innova Agua de Fundación Amulén, Coca-Cola Chile y Cervecería AB InBev.
Los recursos permitieron instalar una innovadora solución tecnológica para captar agua de lluvia, iniciativa que beneficiará a cerca de 100 personas que conforman la comunidad escolar, entre niños, funcionarios y profesores.
“Este proyecto es significativo porque ya no vamos a vivir con miedo de quedar sin agua y tener que suspender las clases, además vamos a enseñar a nuestros niños a cuidar los recursos”, dice la jefa de la UTP de la primera escuela en Chile que cuenta con este tipo de tecnología.
“Me siento tranquila de que mi hijo tenga agua cuando la necesite, sobre todo en tiempos de pandemia donde el agua es primordial para la prevención”, agrega la apoderada Émelin Bustos.
“El agua es una prioridad y esencial para la salud de las personas y las comunidades, y fundamental para la prosperidad económica. Estamos convencidos de que la solución necesita de la cooperación y el trabajo de todos los actores involucrados en la gestión y el uso de este recurso”, explica Paola Calorio, directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Chile.
"Como Compañía, hace más de una década hicimos un compromiso basado en tres pilares: proteger, reducir y reabastecer. Y en 2015, cinco años antes de lo previsto, cumplimos a nivel global con el objetivo de reponer el 100% del agua que utilizamos en nuestros procesos productivos. Por eso, quisimos dar un paso más y trabajar con Fundación Amulén en mejorar el acceso de miles de chilenos al agua, que ya consiguió que cientos de familias puedan abrir la llave y obtener agua con total seguridad", agrega
Por su parte, el alcalde de Licantén, Marcelo Fernández Vilos, dice que enfrentar la sequía se ha convertido en “un deber y una obligación” del municipio que él lidera. “Por mucho tiempo ha sido un desafío traer agua a Los Junquillos, por eso cuando llega a nosotros esta posibilidad de trabajar con la Fundación Amulén por una solución innovadora para un problema serio, no pudimos dejar pasar la oportunidad”, señala el edil.
Un modelo mexicano
La solución que se instaló en la Escuela Los Copihues aprovecha los techos de las dependencias para que el agua escurra por canaletas hacia un depósito donde se separa el agua sucia. Luego un filtro detiene los residuos más grandes -las hojas, por ejemplo- para almacenar el recurso en un estanque con cloro.
Al final, se filtran los sedimentos más finos y, por último, un ozonificador termina de potabilizar el agua para que los niños y niñas tengan agua de la más alta calidad en su escuela.
El innovador sistema, que gestionará hasta 72.000 litros de agua al año para el establecimiento, fue pensado, diseñado e instalado por Isla Urbana, una empresa mexicana experta en soluciones de captación de aguas lluvia.
“Es un honor estar replicando nuestro modelo acá en Chile. Llevamos más de 20.000 sistemas de captación de lluvias instalados a lo largo de 12 años, con más de 200 escuelas. Las escuelas son espacios donde se crean sueños, conocimientos y oportunidades, donde podemos sembrar las semillas del medio ambiente con nuestros niños”, dice David Vargas, presidente de Isla Urbana.
Con esto, el establecimiento educacional de Los Junquillos se transformará en una "Escuela de Lluvia"; es decir, un centro donde se dictan capacitaciones para que la comunidad de alumnos y profesores se siga formando como guardianes de este recurso.
“El proceso sigue, seguiremos visitándolos, haciéndoles talleres para compartir con todos el problema de la escasez de agua, generando desafíos en los niños para enfrentar de manera sustentable esta problemática”, finaliza Antonia Rivera, directora de Proyectos de Amulén.
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