Los dos intendentes se juegan una apuesta arriesgada. Hoy están enfrentados a La Cámpora en sus distritos. Zabaleta además jugó la interna en La Matanza. Estarían quedando aislados y hacen equilibrio dentro del peronismo.
Por: Ricardo Carossino
La cumbre de Merlo fue fundamental para la estrategia electoral de la Provincia de Buenos Aires. Por lo que trascendió 48 horas después, se habría llegado a un acuerdo consensuado para repetir la fórmula bonaerense del Frente de Todos: Axel Kicillof y Verónica Magario (con la presunta anuencia del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde).Y lo que es más seguro, es que más allá de las diferencias, chicaneos, encontronazos políticos y grietas internas ideológicas del peronismo, hubo dos intendentes que hubiesen querido estar en la foto y no estuvieron: El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray y su par de Hurlingham, Juan Zabaleta.Como admitió a este medio un aliado al intendente de Hurlingham, “¿Quién no quiere estar en esa foto donde se juega el destino electoral bonaerense”? Pero no estuvieron en esa gran foto de la unidad del Frente de Todos provincial y se empezaron a oír los rumores, de que hay una jugada escondida.
Por otra parte, desde Hurlingham se preguntan “¿qué necesidad tenía Juanchi de sacarse la foto con la Colo (Patricia Cubría) en La Matanza y con Gray?”. Una de las razones que se esgrimen, es que estaría buscando “un palo donde rascarse”, ya que, desde, su renuncia como ministro, cometió un error político tras otro y estaría quedando aislado.Tampoco estuvieron Fernando Espinoza y la misma Magario, además del faltazo de Mario Ishi de José C. Paz y Juan José Mussi de Berazategui, pero son otras lecturas ajenas por el momento que no pudieron ser confirmadas por PDSur, diferentes al caso de la nueva pareja Gray-Zabaleta que parecen estar convirtiéndose en lobos solitarios.Algunos medios mencionan que estos dos mandatarios serían “albertistas”, pero eso es algo por lo menos inexacto, según lo que pudo averiguar Política del Sur. Una fuente del peronismo de Hurlingham confió a este medio que el alcalde del oeste quiso estar y que no lo invitaron.
Lo mismo habría sucedido con Gray. Es cierto que hubo diferencias en el pasado por el tema del PJ bonaerense con Máximo Kirchner, pero en cuanto a la necesidad de formar parte del aparato que defina el armado electoral, Gray no quiere quedar excluido de las negociaciones porque en los municipios se tienen que acordar negociaciones previas respecto del armado de listas.En rigor, también es cierto que pueden negar las PASO en sus municipios, como ya hizo su par de Avellaneda en 2021, Jorge Ferraresi, que directamente no habilitó esa posibilidad. Esto levantó las quejas en Avellaneda del Frente Renovador, de espacios de la izquierda gremial, del rector de la Universidad local, Jorge Calzoni, y de algunos sectores peronistas tradicionalistas.Pero existiría una razón de peso por la que Gray y Zabaleta están formando una dupla aparte, en la que también juegan los intendentes que faltaron a la cita antes mencionados. Es por el momento una arriesgada teoría y se refiere al factor Daniel Scioli.Según la fuente del peronismo de la Primera, consultada por este medio, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, estaría intentando forzar una interna para no terminar de licuar el mínimo poder que le queda, a sabiendas de que su hipotética reelección está atada a una series de pautas complicadas de generar por el momento.Por esa razón, hizo salir a sus voceros a negociar para la semana próxima una mesa especial del Justicialismo nacional para acordar la estrategia electoral, donde se sentarían (de concretarse), sindicatos y gobernadores.En esa troika, entra la interna que pretendería instalar Alberto Fernández y poner como precandidato a Scioli, si su precandidatura falla. En esa arriesgada apuesta estarían jugando estos dos intendentes por su enfrentamiento con Máximo Kirchner. De acuerdo a lo trascendido, por otra fuente del PJ de la Tercera, en rigor, Scioli aún no estaría convencido de salir a jugar tan abiertamente para A. Fernández.Incluso, algunos presumen y opinan, que esa jugada podría salir muy mal porque “algunos piensan que Scioli después terminaría cerrando filas con la vicepresidenta Cristina Fernández porque sabe que no tiene territorialidad o intención de voto real para salir a competir internamente”.Pero por el momento, se ha formado una nueva e inesperada pareja de dos jefes comunales que empiezan a comportarse de manera marginal dentro del Frente de Todos, quedando afuera de la mesa chica de decisiones.También dijeron a este medio que podrían ser tentados por el peronismo de la Tercera Posición de Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, quienes pretenden reforzar su armado en el conurbano al que se sumaría el lomense, Eduardo Duhalde. Pero esta hipótesis no pudo ser confirmada por otra fuente y se debilita por el momento.Como había señalado Política del Sur anteriormente, el caso de Juanchi Zabaleta además tenía que ver con la operación de prensa con el diario La Nación que terminó por involucrar a todos los intendentes del conurbano por supuestos sobresueldos y eso enojó a varios de los que se sentaron en la mesa de Merlo.
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