Tras un año de la Gestión Macri, el Ministro de Ciencia, Lino Barañao, parece haber dejado atras su pasado en el gobierno kirchnerista.
Por José Gutiérrez
Una mutación se define como cualquier cambio en la secuencia en la organización del ADN de un ser vivo, que produce una variación en las características de este y que no necesariamente se transmite a la descendencia. Se presenta de manera espontánea y súbita.
Tras un año del gobierno de Cambiemos, Lino Barañao mutó, se transformó, cambió.
El actual Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, poco se parece al de años anteriores e inclusive al de comienzos del 2016, donde mantuvo su cargo siendo el único ministro de la gestión kirchnerista.
En diciembre del año pasado, tras la victoria de Mauricio Macri y su posterior decisión de mantenerlo en el cargo, Barañao representaba uno de los máximos logros del kirchnerismo, donde en 12 años de fuerte apoyo a la ciencia se lograron descubrimientos como: un biofertilizante para la soja y el maní en Córdoba, un vendaje que mantiene la humedad en la zona dañada, la vacuna para prevenir la mastitis bovina, loción contra calvicie y de control de caspa, etcétera; todos estos avances científicos, colocaron a la ciencia argentina como las mejores de Sudamérica y del mundo. Así lo ratifica, SCImago que publica rankings en áreas de investigación, innovación y visibilidad Web, donde para cada edición se toman en cuenta los datos de publicaciones científicas de los últimos 5 años.
El Consejo Nacional de Investigaciones Cienctíficas (CONICET) se encuentra en el puesto 79 entre casi 5 mil instituciones científicas de todo el mundo. A nivel nacional ocupa el primer lugar, mientras que en el ámbito regional está segundo luego de la Universidad de San Pablo, Brasil.
Ahora bien, con el correr de los meses se produjo una “variación en las características” del ministro Barañao. Lejos parece haber quedado su “lealtad” a Cristina.
Antes de su asunción se le consultó sobre la misma, y expresó: "Si me hubiera dicho que no Cristina, hubiera declinado" toda una muestra de respeto hacia la gestión que creó su ministerio en el año 2007 y lo puso a cargo. Además, en la asunción de Mauricio Macri, Lino no asistió – al igual que la ex Presidenta- ya que se encontraba de viaje en Uruguay, aunque se deslizó la idea de que ese si fue un pedido de CFK para su ex ministro.
Sin embargo, a días de asumir su cargo, se le vuelve a consultar sobre su relación y compromiso con la gestión kirchnerista y expresó: "Mi compromiso con Cristina Kirchner cesa cuando el Presidente es otro”, una primera muestra de la mutación que padecería con el correr del tiempo.
Durante la gestión K, los recursos parecían ser ilimitados, no había que golpear la puerta ya que el apoyo era total. En el inicio del gobierno de Cambiemos, la historia –valga la redundancia- cambió.
En palabras del propio Barañao: "Estamos preocupados, pero no angustiados" en relación al Presupuesto 2017 y luego afirmó: "Ahora hay que pelear más por el Presupuesto y por conseguir los fondos". Con estas palabras, se vislumbraba un Lino a cargo de su cartera y combativo ante los recortes y ajustes que desbaratarían los éxitos de 12 años de gestión inconmensurable. Aunque no iba a tardar en mostrar la hilacha, y poco a poco seguir con su mutación.
Una vez conocido el proyecto de Ley de Presupuesto para 2017 la comunidad científica se puso en alerta. Es que, en caso de aprobarse, los recursos descenderían al 0,59% del presupuesto nacional, cuando entre 2009 a 2016 osciló entre el 0,7 y 0,8%. Vale recordar que en campaña Mauricio Macri prometió duplicar los recursos para la ciencia y tecnología.
Ante este panorama, ¿qué rol jugó Lino Barañao? ¿Sabía de antemano que se iba a producir un recorte, o también es víctima de un “error del spot” del Presidente Macri?
Tras 5 días de toma del Ministerio de Ciencia por parte de los becarios del CONICET, se llegó a un acuerdo y se libraran los recursos para tomar, hasta diciembre del 2017, a los más de 500 postulantes. La situación se instaló como tema nacional donde el ministro fue blanco de todas las críticas y culminó con la crítica más pesada, la de Cristina Fernandez de Kirchner.
"Barañao fue ministro de una política realmente exitosa del kirchnerismo. Ahora, también como ministro, pero del gobierno de Macri se transformó en el rostro inverso: una política de recortes presupuestarios que desmorona los avances conseguidos en Ciencia y Tecnología" expresó la ex mandataria en su cuenta de Twitter.
Además, lo calificó como un "gris administrador” que pregona que a la ciencia “conviene importarla”.
"Barañao es el mismo, en otro contexto, que lo condujo de la cúspide a la portería de la historia para verla pasar" https://t.co/Miqq4dqax3
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 25 de diciembre de 2016
Con el conflicto resuelto, en declaraciones a Vorterix, Baraño se defendió ante estas acusaciones alegando que CFK se encuentra desinformada y hace un uso político de la situación porque a su entender "se han mantenido las líneas fundamentales" y se ocupó de afirmar que "No estoy para defender a los científicos"
Durante el conflicto, trascendió la posibilidad de que Barañao renunciara a su cargo, situación que, de haberse producido, hubiera sido un duro golpe a la gestión de Cambiemos que en estas horas sangra la herida de la renuncia (¿despido?) del Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay y días atrás sufrió la renuncia de Isela Constantini de Aerolíneas Argentinas, otro bastión de la política kirchnerista.
Barañao se reunió con el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y horas después se dió a conocer la decisión de extender el plazo para los becarios del CONICET.
¿Se otorgarán los fondos necesarios o Cambiemos ganó tiempo ante otra inminente renuncia?
De ahora en más, Lino Barañao deberá cumplir su cargo sin el apoyo de la comunidad científica y sin el apoyo del gobierno, a pesar de este acuerdo a modo de parche, que lo único que ofrece es un ocultamiento de políticas de ajuste donde se planea destruir todo lo hecho por los K, más allá de ser políticas beneficiosas para el total de la Nación.
En diciembre del 2017 vence el plazo de extensión para la aceptación de postulantes al CONICET. Durante esos meses se debatirá, una vez más, el presupuesto nacional.
¿Continuará Barañao en su cargó? Desde la óptica de Cambiemos no hay motivos para que deje su puesto. El recorte se está efectuando y así seguirá, a contrpartida del Plan Argentina Innovadora 2020 – ideado en su totalidad por Barañao- que preveía el aumento anual del 10% en el presupuesto.
Por lo pronto, el ministro, en clara consonancia con su jefe, el Presidente Mauricio Macri, optará por tomarse vacaciones. Mientras tanto, los becarios del CONICET harán malabares para llevar a cabo sus tareas con conciencia plena que el acuerdo logrado, es tan solo una fachada y que la lucha continuara, no solo en las calles, sino en el día a día, en sus áreas de trabajo que es donde con mayor fuerza pueden responder y dejar en claro que para crecer como país se necesita de la ciencia y que la ciencia para crecer, necesita del país.
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