Murió el represor Ernesto Villarruel, tío de la vicepresidenta: de su oficina en El Vesubio a evitar el juicio por lesa humanidad

Murió el represor Ernesto Villarruel, tío de la vicepresidenta: de su oficina en El Vesubio a evitar el juicio por lesa humanidad

En 2015 había sido declarado inimputable por padecer la enfermedad de Alzheimer, por lo que falleció impune por su participación en la Masacre de Monte Grande.

El represor Ernesto Villarruel, tío de la vicepresidenta Victoria Villarruel, falleció este martes impune por sus crímenes en el Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”. En 2015 había sido declarado inimputable por padecer la enfermedad de Alzheimer. 

El excapitán se desempeñaba como Jefe de la División Il de Inteligencia del Regimiento de Infantería 3 de La Tablada y tenía su oficina propia en "El Vesubio", un Centro Clandestino de Detención ubicado en la localidad de Aldo Bonzi (partido de La Matanza), que funcionó entre 1975 y 1978. Se estima que pasaron alrededor de 400 personas por este edificio, ubicado frente a “Puente 12”. 

Elena Alfaro, sobreviviente de El Vesubio y testigo en el Juicio a las Juntas Militares, identificó a Ernesto Villarruel

Villarruel fue señalado por participar de la Masacre de Monte Grande. El juicio por estos delitos comenzó en 2010 y, tras pasar varios años prófugo de la Justicia, el tío de la actual vicepresidenta fue detenido en octubre de 2015 mientras votaba en las elecciones que enfrentaban a Daniel Scioli y Mauricio Macri. Tras ser procesado, fue declarado incapaz para estar en juicio y defenderse de la imputación por crímenes de lesa humanidad. El Cuerpo Médico Forense confirmó el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. 

Ernesto Guillermo Villarruel fue el hermano de Eduardo Marcelo Villarruel, padre de la vice. Él también fue militar, exteniente coronel de las FFAA que participó del Operativo Independencia, que desde 1975 hasta 1979 buscó “neutralizar y/o aniquilar elementos subversivos” en Tucumán, por el que hay centenares de personas asesinadas y desaparecidas. Luego estuvo en Campo de Mayo. Asimismo, fue segundo jefe de la Compañía de Comandos 602 durante la Guerra de Malvinas, detrás de Aldo Rico. En 1987 participó en las sublevaciones Carapintadas y fue arrestado por negarse a prestar juramento a la Constitución Nacional. 

 

Qué es y qué pasó en el Centro Clandestino de Detención “El Vesubio” 

“El Vesubio” fue un Centro Clandestino de Detención cercano al cruce del Camino de Cintura con la Autopista Riccheri, en un terreno del Servicio Penitenciario Federal. Comenzó a ser utilizado por la Triple A previo al último golpe de Estado, en 1975. En el centro de torturas había un cartel que decía: “Si lo sabe, cante. Sino, aguante”. 

El 24 de mayo de 1977, 16 personas que habían sido secuestradas y sobrevivieron días detenidas en condiciones inhumanas y soportando torturas en “El Vesubio” fueron trasladadas a una casa de la entonces avenida Uriburu al 1100, en Esteban Echeverría. Según informó El Diario Sur, al día siguiente fueron asesinados a balazos, por la noche. La Junta Militar argumentó que se había tratado de “una reunión de subversivos que había sido descubierta in fraganti y en la que se había dado un enfrentamiento”. 

Con el tiempo se probó que nada de lo informado por la Junta Militar era cierto. Los 16 cuerpos fueron depositados en fosas comunes y aun 2 permanecen sin identificar. Se trataba de militantes de la Organización Comunista Poder Obrero y otras agrupaciones políticas, entre las que se destaca la joven alemana Elizabeth Käsemann, hija del reconocido teólogo y profesor alemán Ernst Käsemann, quien recibió cuatro disparos. 

Ernesto Villarruel se desempeñaba como uno de los más importantes represores que actuaba en “El Vesubio”, que dejó de funcionar en 1978 y cuyos edificios fueron demolidos. La medida fue tomada por la Junta debido a la inminente inspección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al país, que ocurrió el 6 de septiembre de 1979.

Allí también desaparecieron el escritor Haroldo Conti; el escritor y guionista de historietas como “El Eternauta”, Héctor Oesterheld; el abogado Elías Semán, y el director del cine Raymundo Gleyser. La investigadora científica Elena Isabel Alfaro es una de las pocas sobrevivientes de la masacre de Monte Grande y pasó meses cautiva en este Centro Clandestino de Detención. A pesar de vivir en Francia, declaró en los tres juicios por El Vesubio e identificó a muchos de sus captores por fotos y por el sonido de sus voces. Así identificó al excapitán Ernesto Villarruel, recientemente fallecido. 

Victoria Villarruel denunció “políticas estatales que justifican las acciones de organizaciones armadas”

La vicepresidenta afirmó este martes que hay grupos de poder y políticos que justifican el terrorismo. Lo dijo en su exposición en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas (ONU) sobre Víctimas del Terrorismo, en España, una visita marcada por la ausencia de encuentros oficiales con representantes del Gobierno de Pedro Sánchez.

En su discurso, Villarruel señaló que "siempre hay un interés político detrás de cada atentado terrorista y es fundamental reconocer que hay grupos de poder y políticos que justifican el terrorismo". A su vez, resaltó que "la finalidad de estos actos es similar: provocar cambios políticos en los Gobiernos o condicionar su capacidad de decisión". 

Agregó que "Argentina, al igual que España y otros países, sufrió acciones del terrorismo, caracterizadas principalmente por explosiones en lugares públicos, con el objetivo de provocar víctimas civiles y mantener a la población en un estado de terror e incertidumbre". Para titular del Senado, "en Argentina, la impunidad del terrorismo ha persistido durante más de cuatro décadas, con políticas estatales que justifican las acciones de organizaciones armadas responsables de miles de víctimas sin el reconocimiento de sus derechos humanos".

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