Alejandro Sabella falleció este martes, a los 66 años. El ex entrenador de Estudiantes y la selección argentina había sido internado de urgencia el 25 de noviembre, el mismo día que murió Diego Armando Maradona, en el Instituto Cardiovascular, de Belgrano. El DT había atravesado diferentes problemas de salud desde que se retiró de la dirección técnica, tras dejar el seleccionado luego del Mundial 2014. La lucha contra un cáncer le había demandado demasiada energía.
El entrenador subcampeón del mundo en 2014 con la Argentina y campeón de la Copa Libertadores 2009 con Estudiantes había sufrido malestares orgánicos y en la noche del miércoles 25 de noviembre decidieron ingresarlo para la realización de todos los chequeos correspondientes. En abril de 2016, Sabella había tenido una situación complicada de salud. En su momento estuvo internado en el Hospital Italiano, como correlato del episodio coronario que había sufrido el año anterior.
Tuvo varios episodios por los que debieron asistirlo. Sabella había sido intervenido quirúrgicamente y sometido a una angioplastia también en diciembre de 2015, por un cuadro de hipertensión y síndrome coronario agudo. Luego, sufrió una recaída y su estado quedó delicado, aunque luego se recuperó. Ahora, otra vez enfrentaba un cuadro complicado.
"Vamos Ale, no me aflojes!!! Tenemos una comida pendiente. Vamos Maestro", lo había alentado Javier Mascherano a través de su cuenta oficial de Twitter cuando se enteró de que el entrenador había sido internado esta última vez. Sabella fue entrenador del Jefe entre 2011 y 2014, en aquella selección argentina que emocionó en el tramo final de Brasil 2014. Mascherano siempre lo mencionó como una influencia decisiva en su carrera.
Es que una de las últimas apariciones pública de Sabella había sido el 6 de enero de 2020, cuando le dio la bienvenida a Mascherano a Estudiantes. Estuvo presente en el Country de City Bell. Y luego el volante central había subido en Instagram una foto con Pachorra y Gabriel Milito, el por entonces entrenador del Pincha.
"Bueno Javier, acá te damos la bienvenida a nuestro club. Vas a encontrar un club muy especial. Has estado en grandes clubes del mundo, en enormes instituciones, tal vez el nuestro es más modesto, pero tiene un saborcito especial, que vos vas a saber disfrutar. Muy agradecido porque pensaste en nosotros y agradecido a las autoridades del club que trajeron a un jugador de semejante envergadura, que va a ser importante no solo dentro de la cancha, sino también afuera y que va a ser importante en el futuro inmediato y, tal vez si Dios quiere, por mucho tiempo más. Bienvenido", fue el mensaje de Sabella grabado en un video oficial de Estudiantes.
El entrenador subcampeón del Mundo en Brasil 2014, tras esa competencia que lo estresó, había sufrido problemas cardiológicos, luchó contra una grave enfermedad y no volvió a trabajar en el ambiente del fútbol. Claudio Gugnali, quien fuera uno de sus ayudantes de campo, dijo unas semanas atrás en declaraciones a TNT Sports: "Está luchando contra una cruel enfermedad. La va peleando, está muy bien cuidado por su familia. Y bueno, estamos esperando noticias de él y una pronta recuperación", comentaba.
En julio de 2019, al cumplirse 10 años de la Copa Libertadores que había ganado como DT de Estudiantes ante Cruzeiro, en Brasil, la había recordado así: "¿Qué recuerdo de esa final? Más el segundo partido, donde ganamos. Aparte porque arrancamos perdiendo y dimos vuelta un resultado nada menos que en Brasil. Después del partido que le ganamos por grupos 4-0 nos juntamos con el plantel y dijimos ojalá que no nos vuelva a tocar Cruzeiro. Era dificilísimo. No quería volver a jugar con Cruzeiro".
"Yo era conservador (siguió recordando Sabella en declaraciones al programa No Todo Pasa, por TyC Sports) con respecto a las expectativas antes de jugar ese partido, pero los jugadores estaban convencidos de que íbamos a ganar. Y siempre hay como señales... A la llegada del Mineirao, nunca viví lo que viví en ese micro. Faltaban 30 metros para entrar y el micro se movía de una manera impresionante. ¡Van a romper los vidrios!, decía yo.
Eran gritos de adentro hacia afuera, que salían de la emoción de los jugadores. Y los hinchas de Cruzeiro que estaban afuera no sé si se asustaron pero decían: "¡Estos vienen a ganar!" Esas fueron señales que me dio el equipo. "Cuando ellos nos hicieron el gol el equipo de Estudiantes mantuvo la calma. Y eso fue clave. La experiencia y la inteligencia que tenía este grupo de jugadores", agregó en ese momento.
En diciembre de 2018, había sido muy elogioso del trabajo de Marcelo Gallardo en River. Incluso recordó cuando él (como entrenador de la Reserva y ayudante de campo de Passarella) lo hizo debutar en la reserva millonaria ante Platense. "En la primera pelota, de espaldas al arco, le pega con la punta del pie, la pelota se eleva por encima del rival y, sin que toque el piso, le pega y pasó al lado del travesaño. Era un placer entrenarlo. Yo les decía a todos: '¿Quieren saber de fútbol? Ábranle la cabeza a Gallardo y van a encontrar el Larousse ilustrado del fútbol'"
En agosto de 2018 había sido reconocido por la Universidad Nacional de La Plata y lo aplaudieron de pie los alumnos. Entre otras cosas, les habló de sus dificultades de salud y cómo las había decidido afrontar: "Cuando yo estaba peleando para ver si seguía acá con ustedes o me iba para el otro lado, me acordé lo que les decía a mis alumnos, a mis jugadores: 'No pueden dar menos del 100%'. Y si se los pedía a ellos, yo tenía que luchar para mantenerme con vida", dijo. Y concluyó en una sala emocionada: "Las adversidades forman parte de nuestro camino y nos obligan a ser mejores. Y no se olviden nunca de dos palabras que son fundamentales: 'Por favor y muchas gracias'".
Como jugador, pasó de GEBA a las divisiones inferiores de River, donde apareció en 1974 y en el club de Núñez donde jugó 118 partidos y convirtió 11 goles y en 1978 fue vendido a Sheffield United, de la segunda división de Inglaterra. Sus buenos desempeños le permitieron una venta a Leeds United (que actualmente conduce Marcelo Bielsa), en la Premier League.
En 1981 regresó a Estudiantes a pedido de Carlos Bilardo, pero en la temporada 1985/86 jugó con la camiseta de Gremio, de Brasil. Volvió a Estudiantes para el ciclo 1986/87, siguió en Ferro en la temporada 1987/88 y su último equipo fue Irapuato, de México, en 1989. También se puso la camiseta de la selección Argentina para la Copa América de 1983.
Por: Christian Leblebidjian
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