Lo decidió luego de que el Concejo lo citara para su tercera interpelación. En su lugar asumirá el concejal Pedro Elizalde. Será el quinto jefe comunal que tendrá la ciudad desde 2007.
PINAMAR: El intendente interino de Pinamar, Hernán Muriale, confirmó ayer que a fin de mes abandonará el cargo y que será reemplazado por el concejal Pedro Elizalde, en coincidencia con las versiones que anticipaban su renuncia luego de que la semana pasada el Concejo Deliberante lo convocara para someterlo a la tercera interpelación de su interinato, iniciado hace sólo 25 meses.
La renuncia de Muriale, que sería oficializada hoy, tendrá ?carácter indeclinable? y responderá al fuerte enfrentamiento mantenido con sectores políticos de la oposición que le ?impidieron gobernar?, según manifestó. Incluso entendió que a raíz de esta situación serán rechazados proyectos de importancia como el presupuesto de gastos para el año próximo, por lo que, con su alejamiento, buscará descomprimir el panorama.
Muriale había asumido como intendente interino tras el desplazamiento de Blas Altieri, en julio de 2012. "Soy objeto de un ataque constante del Concejo y no le hace nada bien a Pinamar que siga porque vamos a necesitar la aprobación de un presupuesto. Van a perjudicar a Pinamar si no se hace y voy a dejarlo a Pedro (Elizalde) a ver si a través de la gestión suya puede lograr que se normalice la gobernabilidad", expresó en declaraciones a la prensa.
Muriale se sumará, de esta manera, a los intendentes que no completaron su mandato. Como una constante desde 2007, ningún jefe comunal pudo terminar su período de gobierno en los últimos siete años.
Para justificar su dimisión, Muriale resaltó que "hay falta de responsabilidad de un grupo de concejales y hay otro grupo que no tiene el coraje para enfrentarlo. No es compatible mi gestión con este Concejo Deliberante".
Esto también habría influido en el ámbito familiar del jefe comunal, sobre todo con la denuncia por habilitar el desmonte de la última reserva de médanos del partido, ubicada entre Ostende y Valeria del Mar, para la construcción de un hotel que tenía a su esposa, Paula Pittblado, como integrante del fideicomiso que financiaría el proyecto.
Al respecto, Muriale subrayó que "empezó la campaña y empezó a pelearse la intendencia de 2015. Nos acusaron de habernos llevado un médano que está ahí y no se ha tocado un solo metro de arena, se ha utilizado eso políticamente, lo mismo que la seguridad que se utiliza mediáticamente".
Sucesión
El concejal Elizalde será el encargado de suceder a Muriale en la intendencia. Según se especuló, el nuevo jefe comunal evaluará a cada funcionario para determinar cambios en el gabinete. En principio, el secretario de Turismo, Alfredo Baldini, confirmó que acompañará la renuncia de Muriale y se pondrá a disposición de Elizalde.
Esta afirmación surgió luego de una reunión que mantuvo Muriale con todos los secretarios y directores en la municipalidad. "El equipo de gobierno tendrá que ver cómo seguir, los concejales van a tener que dar cogobernabilidad hasta fin de 2015 con un presupuesto, con las herramientas que necesita para que Pinamar no entre en un caos", opinó Muriale.
"Voy a mandar mañana (por hoy) mi renuncia indeclinable al cargo a partir del 31, así que el lunes asumirá Pedro y queda toda esta semana para que trate de lograr lo que yo no he podido lograr en estos meses", agregó el renunciante, que a partir de la semana próxima volverá a la actividad privada. "Seguiré con mi trabajo, que nunca he dejado y si me piden opinión trataré de ayudar a Pinamar", afirmó. A su vez, Liliana Morselli será su reemplazante en el Concejo Deliberante durante el período vigente hasta diciembre de 2015.
Críticas
Muriale realizó un descargo sobre las acusaciones vertidas en su contra sobre su gestión y aseguró que "hay una actitud del radicalismo de destruir todo, y los demás lo observan pasivamente. Viene otra vez para Pinamar algo como lo del 2012 y no quiero formar parte de esto. Si doy un paso al costado las cosas se pueden tomar con la responsabilidad que se necesita".
En su análisis de lo sucedido, el mandatario subrayó que "el año pasado tuvimos un intento de derogación del Código Tributario, que hubiese desfinanciado al municipio y nos hubiese llevado al mismo caos que en el momento que asumí. Tuve los votos para vetar esa ordenanza más allá de la insistencia"; y añadió que "este año otra vez tenemos que ir a pelear un aumento del presupuesto, que es necesario y lógico y este Concejo no lo va a dar, lo cual nos va a generar un problema económico muy grave, cosa que si no estoy yo puede ser distinto, sin mí le va a ir mejor a Pinamar porque se puede descomprimir la situación política".
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