A pesar de la complicada situación financiera que resiente las arcas de las comunas bonaerenses, las abultadas deudas y una ayuda provincial que tarda en llegar, la mayoría de los incrementos de impuestos locales giran en torno a esa cifra.
Con el fantasma de la alta incobrabilidad de las tasas municipales detrás, y pese a la delicada situación financiera bonaerense, la mayoría de los presupuestos locales cierran con incrementos cercanos al 30 por ciento, según un relevamiento elaborado por Democracia.
De hecho, la interrupción del pago de los gravámenes comunales en algunos distritos de la Región alcanza el 50 por ciento de morosidad, siendo éste un verdadero problema para las administraciones, que necesitan fondos frescos para saldar deudas de las anteriores gestiones y cumplir con el pago de los salarios y los compromisos adoptados.
Por eso, según pudo averiguar este diario, la escasez de recursos en los municipios no se trasladará, en la mayoría de los distritos, a una mayor presión impositiva que castigue el bolsillo de los vecinos.
A esto se suma que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, no cuenta por ahora con el Presupuesto por el fracaso en la Legislatura, aunque hay negociaciones avanzadas que podrían destrabar su aprobación (ver página 11).
Así, muchos jefes comunales que esperaban un auxilio económico extraordinario de la Provincia, o la llegada de los fondos adeudados en materia de coparticipación, enfrentan por estas horas números en rojo para dar batalla a la pesada herencia de las administraciones anteriores.
Este es el caso de Junín, territorio que gobierna el macrista Pablo Petrecca, donde el Concejo Deliberante aprobó anteayer, en sesión especial, un proyecto de ordenanza fiscal impositiva cuya suba de tasas es del 28,5%, pero amplía los beneficios para los buenos contribuyentes. En efecto, por el sólo hecho de cumplir con el pago de las tasas a término los vecinos obtendrán un 25% de descuento y, si realizan el pago anual, podrán conseguir un 30% de bonificación.
El ajuste impositivo será, como se dijo, de un 28,5% dividido en tres partes. Un 20% inicial y luego, un siete por ciento en dos etapas en el segundo semestre.
Como viene informando este diario, la iniciativa aprobada surgió por consenso entre el oficialismo y los bloques Concertación Plural (CP) y Junín para la Victoria (JpV). Las negociaciones habían comenzado la semana pasada cuando el Ejecutivo tomó el proyecto del concejal Marcelo García (CP), que proponía un aumento de tasas del 21% y premiar a los vecinos cumplidores en lugar de financiar la morosidad. A ese debate se sumó también el edil Santiago Aguiar (JpV). El proyecto final resultó con el ajuste que impulsaba el municipio pero con los beneficios para los buenos contribuyentes.
En Chacabuco, el intendente radical Víctor Aiola (Cambiemos) impulsa un aumento de tasas del 25%, que se trataría el próximo miércoles en el Concejo Deliberante. En diálogo con Democracia, Aiola dijo que “hace años que no se vienen prestando servicios de calidad” y que una suba desmedida “sería injusta para el vecino”.
Como muchos jefes comunales, el chacabuquense apunta a primero mejorar las prestaciones que da el municipio, para luego ir actualizando los impuestos. Además, según pudo saber este diario de fuentes cercanas al funcionario, una suba de tasas del 25% también le pone un coto a las negociaciones salariales con los empleados municipales.
En General Viamonte se aprobó una suba impositiva del 30%, que los vecinos deberán afrontar desde abril, informó a este diario el jefe comunal, Franco Flexas (Cambiemos), de extracción radical.
Para este año, Viamonte tiene un presupuesto de 180 millones de pesos y una deuda cercana a los diez millones de la gestión anterior. El distrito que tiene como ciudad cabecera a Los Toldos esperaba que lleguen fondos de la Provincia para saldar una parte del endeudamiento, que hasta ahora no aparecieron.
En Bragado, el municipio que comanda Vicente Gatica (Cambiemos) la suba de los gravámenes será también del 30 por ciento, y ya se alzaron algunas voces críticas, como las de Comercio e Industria.
En Lincoln, el jefe comunal por la UCR, Salvador Serenal (Cambiemos) afirmó anoche a Democracia que se aumentará la tasa de caminos en el segundo semestre, entre un 12 y un 15 por ciento.
En Chivilcoy, en una breve sesión, los concejales aprobaron por unanimidad un aumento del 25 por ciento. Y en 9 de Julio el aumento de tasas será del 30 por ciento.
En otras comunas bonaerenses
En Bahía Blanca, el Ejecutivo elevó al Concejo Deliberante un aumento del 30 por ciento para ser aplicado a las tasas de Alumbrado, Barrido y Conservación de la Vía Pública y cuya consideración será clave para terminar de elaborar el presupuesto del año próximo. De la misma manera lo harán también al sudoeste provincial, en Coronel Dorrego, la suba ronda el 30 por ciento para la tasa rural y las urbanas.
En las Flores trepó al 35 por ciento, y en Quilmes, al 30 por ciento.
Asimismo, en Tandil se aprobó el presupuesto de unos mil millones de pesos para el nuevo ejercicio, con suba de tasas del 30 por ciento promedio y la creación de un nuevo gravamen llamado Protección Ciudadana, algo que la oposición calificó de “tarifazo”.
En Necochea, en tanto, el Ejecutivo envió un presupuesto con un aumento de tasas del 50 por ciento, muy por encima del promedio general, así como también la creación de una tasa ambiental para la recolección de residuos.
Asimismo en Rauch se aprobó un aumento de las tasas con un ajuste del 60 por ciento en el ABL y la tasa de mantenimiento de la red vial rural, al tiempo que se creó una contribución para Seguridad. En Saavedra, la suba aprobada llega al 52 por ciento en algunas tasas puntuales, aunque en dos veces.
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