“Avellaneda sigue la línea de lo que está pasando en la mayoría de los municipios. En agosto del año pasado la Organización Panamericana de la Salud ya había advertido que íbamos a tener un brote”, explicó Castillo, quien agregó que el punto de inflexión fue a mediados de febrero, cuando apareció el primer caso de dengue autóctono y eso “cambia la operativa” en cuanto a la patología en el municipio.

Castillo remarcó que la mayoría de los casos de dengue “importados” vienen de Paraguay, país que está con una epidemia. Sin embargo, también remarcó que también hubo casos que provenían de Salta y Misiones. “Tuvimos un caso autóctono en Piñeiro, que fue el primero, otro en Avellaneda Centro y después la mayoría de los casos en Isla Maciel y Dock Sud, que es donde está el foco”, detalló.

En ese sentido, remarcó que si bien hay sólo tres casos confirmados por laboratorio, “hay pacientes que tienen la epidemiología, tienen la clínica, pero no tienen la confirmación de laboratorio, entonces el número es mucho más elevado de lo que vemos”.

“Un paciente con clínica dengue (fiebre, dolores musculares, cefalea, dolor abdominal, vómitos, etc.) y principalmente epidemiología, es decir si viene de zona donde sabemos que el virus está, sí o sí tiene que consultar en las unidades sanitarias, donde lo evalúa el médico, llena un planilla y va al hospital”, explicó Castillo, aunque aclaró que también se puede ir directamente al nosocomio más cercano.

En el hospital se lo vuelve a evaluar y se piden los controles de laboratorio. “En Avellaneda, el laboratorio de referencia está en el Fiorito – comentó – y, si el caso en positivo, se toma contacto con la familia del paciente para ejecutar las acciones que corresponden”.

“No es solo el trabajo de Salud, hay todo un equipo de promotores, medio ambiente, entre otros, para poder controlar la enfermedad”, manifestó Castillo.

Prevención

Además de trabajar con los casos confirmados y los sospechosos, desde la Municipalidad de Avellaneda también se pone el foco en la prevención.

“Si no hay mosquito no hay dengue, y en eso se trabaja todo el tiempo, haciendo fumigación y control de malezas. Después está el tema de la educación, en los distintos niveles, para que se replique la importancia del usar repelente, de utilizar mosquiteros y ropa clara, no juntar chatarra”, enumeró.

Cabe destacar que hace unos días, en el sector de Isla Maciel, más de 40 personas, entre promotores sanitarios y gente del plan Envión, recorrieron la zona, puerta a puerta, llevando información y concientizando a la comunidad.

Es importante, hizo hincapié Castillo, consultar rápidamente ante la presencia de los síntomas, porque hay casos que pueden ser graves.

“Un paciente con dengue grave puede morir. De hecho, nuestro primer caso autóctono es de una persona que falleció en el Hospital Italiano”, enfatizó.