El intendente de Santa Rosa reconoció que la respuesta ante los reclamos “es lenta” porque “no tenemos repuestos, no tenemos insumos, no tenemos los materiales”.

En un  contacto con parte de la prensa local, Leandro Altolaguirre, aseguró que la situación económica de Santa Rosa es crítica y afecta a “todos los sectores” de servicios de la municipalidad.

Reconoció que el estado de los comedores “es bastante delicado, los edificios se encuentran bastante deteriorados y por otro lado tenemos un inconveniente con la deuda con proveedores. Estamos tratando de acomodarla para no perder la confianza y seguir funcionando”, dijo a Plan B Noticias, Somos Noticias, CPE y Radio Nacional.

“Posiblemente haya alguna interrupción para reparar los edificios. Están más para la clausura que para otra cosas. Son edificios muy viejos y están en  muy mal estado, llenos de cucarachas, con baños inutilizables y las cocinas muy deterioradas”, añadió.

Ante la consulta de un posible cierre para la reparación dijo que “se está analizando para que se le pueda entregar la vianda a quienes lo necesitan para que la sigan recibiendo cuando se cierra. También se va a analizar cada caso porque ha habido un sobreuso. Vemos que vienen familias de otros barrios en vehículos a llevarse las viandas para toda la familia”.

“Hoy por hoy, los números están muy desordenados y eso hace que para poder invertir en obras de infraestructura, primero haya que acomodarlos.  Hay una gran mora con el pago a los proveedores. A cada lugar que vamos nos aparecen con  un papelito con una deuda que la comuna tiene con alguna persona. El municipio no tiene fondos, está desfondado y necesita el aporte de todos los vecinos”, enfatizó.

“Si no fuera por al aporte de la provincia, hoy no habría gente arreglando las roturas porque los empleados estarían haciendo un piquete para cobrar sus sueldos y el aguinaldo. Tenemos que reequipar cada una de las áreas y darle funciones a muchos empleados que por momentos no tienen que hacer por esa misma falta de equipamiento”, dijo.

“La respuesta de la municipalidad hoy es lenta porque no tenemos repuestos, no tenemos insumos, no tenemos los materiales”, se sinceró.

También contó que se reunieron con los lavacoches para “analizar caso por caso porque la idea es insertarlos en el mercado laboral pero también viendo los problemas reales que tiene cada uno de ellos. Algunos tienen problemas de adicciones y es difícil insertarse en el mercado laboral con un problema de salud. La idea no es sacarlos de la plaza para dejarlos en la nada, sino darles una solución definitiva en lo laboral y lo social. La mayoría de ellos ha tenido problemas con la ley pero ante todo son vecinos de la ciudad, son padres de familia y necesitan insertarse para que su realidad cambie”.

Altolaguirre asumió el 10 de diciembre luego del gobierno de Luis Larrañaga donde se agudizaron la mayoría de los problemas que la municipalidad acarrea desde hace más de un gobierno.