Tabaré Barreto, integrante del Centro de Interpretación de Aves del Municipio de Río Grande, explicó que “estuvimos una vez más haciendo un censo de aves acuáticas; esta es una tarea que tenemos todos los años en invierno y en verano y como siempre lo hemos realizado en conjunto entre la Dirección de Ecología y Medio Ambiente y la gente de Áreas Protegidas de la Provincia”.
En ese sentido, el funcionario municipal dijo que “como siempre, vamos a tres lugares porque este conteo tiene su metodología y se aplica sistemáticamente. El primer lugar al que vamos es a Cabo Auricosta, que está cerca de Estancia Viamonte, a Punta Popper que es una de nuestras reservas naturales urbanas y también a Península El Páramo en Bahía San Sebastián. Estos tres lugares forman parte de la Reserva Costa Atlántica de Tierra el Fuego y son lugares destacados por la presencia de aves”.
Tabaré Barreto detalló que “en esta oportunidad tuvimos la colaboración de Oriana Sangiovanni, quien está haciendo una pasantía en el Centro de Interpretación de Aves. Es una alumna del EPEIM que nos acompañó siendo nuestra asistente de campo y fue particular este año porque el primer día hubo mucho viento y las temperaturas son bastante elevadas para ser invierno y eso repercutió un poco en la presencia de aves”.
En este punto precisó que “por ejemplo, en Cabo Auricosta sólo tuvimos nueve especies de aves cuando generalmente solemos registrar entre 14 y 15 especies, y en Punta Popper sólo diez. En cambio en Península El Páramo que es un trabajo que demanda un día entero, registramos 14 especies y como siempre, se destaca la presencia de la Gaviota Cocinera que es una de las especies residentes que más se da en este lugar”.
Ya más en detalle, Barreto dio cuenta que “registramos 1.600 ejemplares de esta especie en Península El Páramo, pero registramos 354 chorlitos Doble Collar, que son aves playeras que nidifican acá en Tierra del Fuego y en invierno migra hacia el norte de la Patagonia, pero algunos quedan y este es un grupito que encontramos ahí entre los que habían chorlitos Pecho Canela”.
En cambio reflejó que “en Punta Popper y en Cabo Auricosta no vimos muchos, en el primer lugar vimos unos cincuenta pero tuvimos un hallazgo inesperado: vimos otra ave playera que se llama Vuelvepiedras que es un ave playera de largo alcance y ahora deberían estar todos en Canadá, nidificando, teniendo sus pichones, pero estos dos ejemplares -no sabemos por qué- quedaron acá y lo pudimos registrar acá, así que la novedad es que vimos dos vuelvepiedras acá y con su plumaje nupcial; es decir, cambian sus plumas para su época reproductiva y los encontró en pleno invierno en Tierra del Fuego”.
Barreto destacó que “pudimos hacer esta campaña una vez más; estamos muy satisfechos, campañas como estas conllevan un esfuerzo logístico importante y lo podemos hacer todos los años, lo cual es destacable y es un trabajo que da sus frutos después de muchos años, mientras tanto hay que hacer el esfuerzo y mantener las salidas al campo”.
Observó que los datos recabados son utilizados a nivel global. “Mantener estas estadísticas es importante porque científicos de todo el mundo después acceden a los informes que elabora Aves Argentinas en conjunto con Wetlands International –que genera un informe en cada país donde se realiza un censo- y esto es el insumo esencial para que científicos de todo el mundo puedan determinar el estado poblacional de distintas especies o cómo van cambiando las situaciones y las problemáticas en cada región del país y del continente americano en este caso”, cerró Tabaré Barreto.
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