El primer informe económico financiero del año es lapidario. Casi todos los programas de gobierno tienen sus partidas subejecutadas y saldo negativo. De hecho, la deuda acumulada en el actual ejercicio es de 232.033.333 pesos y el total del pasivo patrimonial acumula un saldo negativo de 624.668.387 pesos.

Mientras el intendente López pide que el Gobierno nacional declare la emergencia alimentaria, Desarrollo Humano, a cargo de su hermana Jimena López, apenas utilizó 5.423.444 pesos del total de los casi 18 millones que tiene asignados. Vale aclarar que esta área recortó su presupuesto sensiblemente respecto al 2018, que tuvo poco más de 24 millones. 

Lejos de la premisa de que la cultura es una potente herramienta de inclusión, el presupuesto del área a cargo de Juan Pablo Santilli, denominada Acción Cultural, obtuvo 896.558 pesos pero apenas ejecutó poco más de 201 mil pesos, mientras que el programa Barrio Cultura tiene un presupuesto asignado de 260 mil pesos y absolutamente nada devengado.

Los trabajadores municipales son los que se llevan la peor parte en esta gestión. No solo cobran sus haberes en cuotas, fuera de término y según la candidata a concejal del Frente de Todos, Norma Alí, acumulan un importante ahorro en concepto de horas extras, sino que el Ejecutivo destinó 896.558,51 pesos para su capacitación pero en la práctica no invirtió un centavo en el perfeccionamiento del personal.

El Tribunal de Cuentas de la provincia ha penalizado a Facundo López y varios de sus funcionarios de manera recurrente por los desequilibrios financieros, incumplimientos de disposiciones legales y reglamentarias, y excesos en los gastos, además de encontrar desfasajes de fondos entre los saldos declarados al cierre del ejercicio y el total de las existencias bancarias correspondientes a recursos ordinarios, cuentas afectadas y de terceros.