La Voz del Pueblo publicó en su edición del jueves último una reunión entre miembros del Consorcio Pavimentador y la Comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante.
En el mismo dábamos cuenta de cómo el Ejecutivo municipal tuvo representantes -Enrique Fernández y Ricardo Ravella- hasta fines de setiembre de 2015 y luego se retiró de la cooperativa, así como se produjo en los últimos tiempos una disminución evidente de las obras otorgadas, junto con las consecuencias de esa acción.
Quedó mucho por contar. Este informe completa la información y avanza sobre los motivos por los que el intendente Carlos Sánchez dijera "yo con el Consorcio no quiero tener nada más que ver", así como describe situaciones que dejan al descubierto actitudes arbitrarias.
Los directivos del Consorcio, en ocasión de asistir al Concejo Deliberante, explicaron que "se creó con la UGE, Unidad Generadora de Empleos, en época de (Eduardo) Duhalde y el convenio se firma en el gobierno municipal de (Fernando) Ricci. En la provincia es la única que queda con estas características, hemos recibido auditorías de todo el mundo, de Trabajo, del INAES, hasta algún reconocimiento internacional".
Se iniciaron con un proyecto de la provincia y luego modificaron el estatuto para poder vender a terceros. Actualmente tienen como clientes a grandes empresas de Tres Arroyos que -según destacaron- "conocen y valoran la calidad del hormigón".
El principio del fin
Algo importante para destacar es que la Municipalidad nunca tuvo participación en los sueldos de los empleados que desempeñaron tareas en el Consorcio. Sus directivos señalaron al respecto que "la plantilla de gente era eficiente en cuanto a los rendimientos. Se hacía buen precio y por eso había que tener buen desarrollo de obra".
A fines del año pasado, según informan desde la entidad "el municipio empezó a tener menos plata y nos restringen a que en lugar de 6 veredas por mes (de la obra de cloacas) en Villa Italia, hiciéramos dos en el mismo tiempo. Ya la ecuación económica no daba, cambiaba todo. Entonces nos fuimos a hacer un trabajo de pavimento en una empresa privada en el Parque Industrial. La obra arrancó en junio de 2015 con la idea de terminarla en tres meses. El objetivo del Consorcio siempre fue que mientras no se perdiera plata, podíamos seguir avanzando igual, nunca dejamos de hacer las cosas porque hubiera rentabilidad en contra. Si no alcanzaba con lo que ingresaba por obra pública, poníamos lo del hormigón, compensábamos y esto seguía adelante. Además de darse esta situación también nos cortaron la obra de las cloacas".
El Consorcio Pavimentador no tiene en claro los motivos por los que el intendente dejó de darles obras, retiró sus representantes, no respondió la nota que le enviaran, no les dio por ganado el concurso de precios del que participaron en mayo, pese a que les confirmaron que se habían impuesto.
Sólo ensayan alguna posible causa de tal ruptura. "Nos informan que el intendente ‘nos acusaba’ de haber hecho una reunión entre gallos y medianoche, sin embargo, él se refería a un encuentro realizado el 28 de agosto, incluso consta la firma de sus representantes, Ricardo Ravella y Enrique Fernández. En todo momento el municipio tuvo asistencia a las reuniones y asambleas del consorcio. Nos acusó de habernos reunido sin presencia municipal, cuando en realidad, están las actas que confirman lo contrario. Aún explicándole todo esto Sánchez siguió con su idea y dijo: -‘Bueno de todos modos, yo me cansé’".
Empleados
El Consorcio contaba hasta octubre de 2015 con 19 empleados. Recuerdan que "a partir de la obra de Villa Italia y sus restricciones tuvimos que despedir gente. Teníamos la obra de cloacas de la Escuela N° 4 y en el convenio que se firmó, el municipio proveía materiales, cañerías, codos, pero no tenían eso por falta de recursos y la gente estaba parada, por eso se terminó rescindiendo la obra de común acuerdo. Entonces a partir de octubre se sacó el resto de la gente y quedaron 5 empleados. Fue un gran estrés, muchos pudieron ubicarse en otras empresas. Actualmente hay gente trabajando que está desde el principio. Nosotros siempre inventábamos algún trabajo para no reducir los puestos laborales".
Una historia singular muestra el espíritu que movió a los dirigentes de la cooperativa. "En la época de (Fernando) De la Rúa, antes que implementara la reducción de sueldos, tuvimos una disyuntiva: o sacábamos al azar a 8 personas o nos bajábamos los sueldos todos, incluido el ingeniero de planta, un 20% para poder conservar el trabajo. Todos estuvieron de acuerdo, nunca tuvimos un problema laboral, siempre la gente en blanco, nunca un juicio", afirman.
En cuanto a la situación que el personal vivió en circunstancias en el que el municipio redujo las obras, dijeron que "cuando tuvimos que tomar la decisión de despedir gente, el personal quiso ir a reclamar y desde el Consorcio les pedimos que no lo hicieran, que nosotros íbamos a ayudarlos. Siempre se tuvo el personal con un plus a la asistencia y a la producción. Se les da la ropa, como tiene que ser y tienen buenas condiciones laborales. Nunca, ante dificultades con el personal o propios de las obras, el municipio tuvo que hacerse cargo, porque tenemos un seguro para eso".
Actas adulteradas
Habitualmente, cada quince días el ingeniero a cargo de las obras informaba al directorio del Consorcio Pavimentador el avance de las mismas, cómo se estaban dando los cobros y aspectos técnicos que surgieran. En una ocasión se realizó un informe de común acuerdo con Obras Públicas en el que se explicaba cuál era la demora de obra, las prórrogas de la misma. Se trataba de 71 cuadras que tenían que hacerse en un año y como ya se había cumplido ese término había que argumentar los motivos.
La obra del Barrio Boca, de la que ya se había completado un 86%, se había licitado en noviembre de 2012 y comenzó en 2013 con valores muy bajos, pero acordes al rendimiento con el que se podía cumplir. Cabe mencionar que el compromiso asumido por el municipio era el de entregar determinada cantidad de bases por mes. En el Consorcio afirman que nunca cumplieron. "Se fue dilatando, no había ajuste de precios, se arrancó con una cotización de hormigón de 520 pesos el metro cúbico y cuando se rescindió valía 1040, perdimos 720 mil pesos que se reclamó varias veces y nunca se arregló, eso nos empezó a molestar, porque asumíamos las perdidas con las ventas de hormigón", expresaron.
En ese contexto, se hizo el informe en el que se escribe que la Municipalidad debía poner las bases y no lo había hecho, además que tenía que haber usado el equipo y otros aspectos del convenio que no se estaban cumpliendo. Pero, cuando en una de las reuniones del Consorcio se explican estos aspectos, todos los pormenores, "uno de los referentes del municipio dice: ‘eso es mentira’. Afirma que tenía un informe de Obras Públicas que no decía lo mismo".
El análisis del escrito hizo que se dedujera que aunque en apariencia era la misma nota, igual letra, le faltaban renglones, siete u ocho renglones. Comentan que "entonces lo reimprimimos, se lo entregamos nuevamente al referente municipal para que se lo acercara a Sánchez. Algún funcionario había sacado todo lo que era culpa del municipio y dejaron sólo lo que se observaba como culpabilidad del Consorcio en cuanto al cumplimiento del tiempo y forma de la obra". Lo pudieron demostrar porque el original tenía el sello correspondiente de mesa de entradas del municipio.
Cooperativa
El Consorcio tendrá que modificar su realidad a partir de que el municipio dejó de enviar representantes en octubre de 2015. Sin embargo, puede seguir. Afirman que "podemos mantenernos con lo que vendemos de hormigón, además esperamos poder generar más mano de obra. En este momento ya no necesitamos a la municipalidad".
Otra cuestión que preocupa es el de las condiciones que exigen los pliegos de licitación y si efectivamente las cumplen las empresas adjudicatarias. Entre los requisitos está el de contar con un representante técnico, moldes propios, el personal en blanco.
La Voz del Pueblo pudo acceder a los decretos municipales que confirman que al momento hay una sola empresa proveedora de hormigón. Obras Públicas dijo en el Concejo que hubo fallas de calidad en el material que entregó el bacheo, lo que fue negado por la firma ante algún concejal que realizó consultas.
Durante 17 años el Consorcio fue proveedor de hormigón del municipio y no hubo inconvenientes. Sin embargo, confiaron que de buenas a primeras "dejamos de serlo. Siempre pagamos todas las tasas que corresponden y trabajamos a favor del municipio. Entendemos si nos dicen que no hay más obras, pero sentimos que están ensañados con nosotros".
Obra de Villa Italia
La obra de Villa Italia se dividió en tres sectores, una a cargo de Vial Agro, otra de CELTA y y otra del Consorcio Pavimentador. El contrato se firmaba con el municipio, no con el contratista.
Sostienen que el ENHOSA (ente dedicado a servicios de provisión de agua potable y saneamiento) le cedía la plata al municipio que era el que pagaba. Y puntualizan que esto se hizo en tiempo y forma con Vial Agro, con la CELTA y no con el Consorcio."Como no nos pagaban, intentábamos buscarle la vuelta, hasta analizamos que el municipio estaba en un problema, pero no pudimos cobrar esa obra hasta dos años después, los últimos pagos fueron de 600 mil pesos. Pero ese pago se dio en un contexto especial, si bien lo reconocemos, hay que decir que el intendente tenía un compromiso con la Cooperativa de Cascallares y había que hacer esa obra. El Consorcio tenía un mixer roto y no lo podíamos hacer, entonces nos pagó para que pudiéramos comprar uno nuevo e hiciéramos los trabajos".
El hormigón que no fue
"El camino de Libertad, desde la rotonda del avión hasta el Parque Cabañas, antes de que se realizara presentamos una alternativa para hacerlo en hormigón, un proyecto con luminarias, con todo, quedaba un presupuesto de 1.600.000 pesos. Incluso Sánchez pidió que se lo lleváramos a su casa para verlo. Otra empresa había pasado un presupuesto de 2.800.000 pesos", señalan en el Consorcio.
No arriesgan a plantear una causa por la cual los trabajos no les fueron adjudicados. Otras fuentes consultadas por este diario coinciden en comentar -fuera de micrófono y con reiterada exigencia de reserva- que la Nación habría respondido en forma negativa a pedidos del municipio para que la cooperativa realice la obra. Hasta mencionan a José López, por entonces secretario de Obras Públicas de la Nación y actualmente preso tras una detención escandalosa, como quien cerró esta posibilidad.
En Güemes
En la obra de asfalto de la avenida Güemes no se presentaron, pero hicieron alguna sugerencia, también en el marco de la conformación del Consorcio, todavía integrado por representantes del municipio. Sí construyeron en ese sector el cordón cuneta.
Sobre este tema, subrayan que "en las reuniones que teníamos, les dijimos que por la misma plata, el Consorcio podía hacer la obra de hormigón. Pero el municipio tomó la decisión de que se hiciera con otra empresa, más caro y encima dejó la rambla sin hacer, quedaron montículos de tierra, lo terminó la Municipalidad con sus empleados. Le vendimos el hormigón, así que tuvo ese costo extra".
Cotizaciones ganadas y documentación "extraviada"
Los directivos del Consorcio Pavimentador presentaron una nota dirigida al intendente Carlos Sánchez. Piden que les envíe información referida a las solicitudes de cotización de precios por la provisión de hormigón elaborado.
En la misiva detallan que luego de haber cotizado y participado de la apertura de sobres de las obras de 100 metros cúbicos de H-17 para cordón cuneta, badenes y triángulos de hormigón en el Barrio Municipal, 100 metros cúbicos de H-17 para badenes y triángulos del Barrio Ranchos y 40 metros cúbicos de H-21 para la construcción de pañol de herramientas de la Secretaría de Seguridad, etapa 3, y cotizando el menor precio, por lo tanto adjudicatarios de las obras, nunca recibieron comunicación oficial de esa situación y tampoco las actas que confirmaban lo licitado.
En este sentido, en el Consorcio indicaron a este diario que "en los tres concursos de precios que ganamos, en la confianza, necesitaban urgente tapar un piso para Caballería, porque estaba por llover. Los 15 metros cúbicos de hormigón entonces se los damos como otras veces, sin orden de compra. Cuando solicitamos las actas de adjudicación de las obras en la Secretaría, nos dicen que las van a entregar en suministros. Pedimos algún comprobante, pero los papeles originales desaparecieron, seguramente aparezcan otros, con precios diferentes, estos son los originales (los muestran). Nos empiezan a bailar. Vamos a suministros y pedimos las actas de adjudicación de obras, pero no estaban en el lugar, finalmente nos informaron que las llevaron ‘de abajo’ y había orden de no entregarlas".
Puntualizaron que "casualmente, el día de la reunión en el Concejo, llamaron que estaba el cheque del hormigón que entregamos en mayo que nos debían. La sorpresa fue que los papeles habían desaparecido. Como ocurrió también en la reunión en el Concejo, entregué papeles para fotocopiar a todos los bloques y también desaparecieron. El presidente de la comisión nos llamó para volver a pedirlos".
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