La huelga de Transpuntano, anunciada por la Unión Tranviaria Automotor (UTA) para el viernes 15 de agosto, provocó la reacción del presidente de la empresa, Mariano Estrada, quien presentó un descargo ante el Programa Relaciones Laborales para declarar ilegítima la medida de fuerza. El titular de la compañía dijo que se trata de una acción irregular porque “no defiende intereses colectivos”.  Y que, de concretarse, iniciarán acciones legales a los responsables gremiales. El sindicato exige la reincorporación de dos choferes delegados sindicales acusados de amenazar a Estrada, durante el paro del pasado 10 abril. Se trata de Julio Domínguez e Iván Piñeyro que tienen en suspensión sus puestos de trabajo y sus cargos gremiales, pero con goce de haberes.

“Creemos que es sumamente injusta la medida. El punto central del reclamo de UTA es el reintegro de dos trabajadores que han sido suspendidos por la Justicia, no por la empresa. Esas dos personas fueron protagonistas de hechos que realmente ameritan su desvinculación. Si no hubieran tenido calidad de delegados se les hubiese enviado el telegrama de despido”, explicó Estrada. Y especificó a El Diario de la República que el día del paro Piñeyro le dijo: “Te voy a cagar a piñas”, y que no alcanzó a hacerlo porque lo sujetaron otros choferes. Al mismo tiempo, según el titular de la compañía, Domínguez lo amenazó “de todas las maneras posibles”.

Acerca de la posición adoptada por el sindicato, el funcionario municipal repudió el apoyo expresado por considerar que “avalan a dos violentos con actitudes patoteriles, que no son capaces de responsabilizarse por los hechos que cometieron”. Y calificó de injusta la medida, porque puede dejar a pie a 60 o 70 mil usuarios y “sería terminal” para Transpuntano, debido a que generaría pérdidas de $200 mil, “cuando financieramente se hace un esfuerzo enorme para cumplir con todas las obligaciones”.