Pudo haber sido una tragedia, aunque la fortuna quiso que nadie pasara caminando por ese sector en ese momento. Un árbol de gran tamaño cayó en el interior del Parque de Mayo, sobre la bicisenda ubicada detrás de los carritos de comida.
Minutos antes, una rama pesada también se había precipitado sobre otro sector, como consecuencia de las fuertes ráfagas. Esta situación, sumada a los numerosos problemas que vienen existiendo en el principal paseo público de la ciudad, obligó a las autoridades a cerrar el paso de la gente, al menos mientras continúe el fuerte viento.
Vale recordar que casi el 90% del Parque se encuentra cerrado con mallas de seguridad para evitar el paso de los peatones a las denominadas “zonas de riesgo”. La decisión fue adoptada durante el interinato de Ramiro Villalba y se continuó con el retorno de Gustavo Bevilacqua. En el lugar, la Municipalidad se encuentra cortando las ramas secas y potencialmente peligrosas. “No vamos a sacar árboles desde la raíz”, habían anticipado desde el área de espacios públicos.
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