Hay que ir a las cuestiones de fondo, hasta el hueso. Julio Razona y sus colaboradores se alejaron porque no compartieron el criterio del intendente Carlos Fernando Arroyo. Comprobaron irregularidades que son incompatibles con sus cargos y la declaración de emergencia económica y de seguridad, en las que se encuentra incurso el municipio. Arroyo acaba de pedir $ 700.000.000 a la provincia y/o la nación.
Los gastos sobre inseguridad se han convertido en un gran negocio, tentación a la que ceden operadores, funcionarios y autoridades. Recordar la investigación de los $ 27.600.000 que tuvo a maltraer al ex secretario de Hacienda doctor Ariel Ciano. Lo de Razona y su equipo de colaboradores tiene que ver con la disputa de poder para la toma de decisiones. Sus márgenes se estrecharon dramáticamente ni bien comenzaron a pisar callos y Arroyó laudó por otros.
El combate de la inseguridad es tomado como una cruzada y la Secretaría de Seguridad refleja la crisis que flota en la Municipalidad. No es el único ámbito donde sobran los problemas y faltan recursos. En el EMVIAL, en el ENOSUR, en Tránsito, entre otros, no le van en zaga. “Es una herencia que recibí y ahora soy el intendente, y donde manda capitán no manda marinero”, dijo el doctor Arroyo en una exhibición de autoridad con síntomas de raída. Ya están más que en dudas sus equipos de gobierno, como solía ufanarse hasta el 25 de octubre y en la cancha se ven los pingos.
Pero resulta extraño que sólo 7 días, provoquen semejante desajuste, en un área tan sensible. Juan Manuel Pettigiani, Carlos Pelliza (hasta con fotos) y Miguel Ángel Reynoso estuvieron en las gateras, pero finalmente fue Julio Razona el elegido. Había elevado su perfil en el tema del juicio a Scioli por el pésimo estado de la Ruta 88.
Además de la falta de recursos, lo que ocurre es que CAMBIEMOS es un tren fantasma político, sin hegemonía y sin conducción clara. Fue la oportunidad electoral que supo cosechar el hartazgo del ciudadano con el kirchnerismo, expresado por Gustavo Pulti, el gobernador Daniel Scioli y el multimedios La Capital. Según nuestras fuentes, al intendente muchas veces no lo escuchan, no lo interpretan y hasta lo dejan hablando solo.
Arroyo durante la campaña dijo que iba a ser un paquetito con la Policía Local y se la iba a devolver a Scioli, asegurando que haría una auditoria en caso de ganar. Fue precisamente lo que le pidieron los funcionarios que duraron sólo una semana en el cargo. Hace sólo 72 horas, les dijo a todos los efectivos reunidos en el Teatro Colón “Ustedes son una parte importantísima de mi gestión”. Gran parte de estas (y otras contradicciones) son el producto de un ambulante que ha mamado de la política y conoce cuál es su rol, ahora le ha tocado tutearse con el poder, con las reglas del juego de la democracia.
Otro giro impensado resultó la continuidad de Mario Dell Olio al frente de OSSE. Agrupación Atlántica, junto con la UCR, había sido contumaz en sus críticas y rechazos a la conducción de la Sociedad de Estado. Resumiendo en el Mundo Arroyo ha llegado la hora de que lo inesperado y las sorpresas son la regla no la excepción. Todo es posible y habrá que acostumbrarse, sino se le busca algún otro tipo de explicación, que tal vez exista.
En el nombre de la inseguridad, todos quieren ser el dueño del cheque en blanco. Cámaras de Seguridad, botones antipánico, equipos de comunicaciones, rodados blindados, armas especiales etc. los costos son elevadísimos. Hay gente que está en este negocio y la política cede. Mar del Plata está en el orden de los 75 asesinatos anuales, casi en su mayoría por ajustes de cuentas provenientes del narcotráfico. Pelea el podio en el país en el 2013, 2014 y 2015. No es un dato menor cuando se debe abordar el tratamiento de la problemática en la ciudad.
En la simplificación, “donde manda capitán no manda marinero”, expresión del doctor Arroyo para explicar lo sucedido, no abundan los argumentos, y que como siempre en estos casos, no caminan por la misma vereda que la oposición. La municipalidad tiene diversos frentes de tormenta turbulentos. La salida de Razona, muy probablemente sea la punta del iceberg. La complejidad política de CAMBIEMOS lo deja al jefe comunal a expensas de cualquier alboroto. Es de una exposición tremenda, no apta para cualquiera, en un delicado contexto económico, político e institucional.
Es una crisis muy seria que no ha sido superada ni mucho menos. Seguramente con el correr de las horas y los días, nos podremos asomar a la realidad, o por lo menos a parte de la misma. Si se confirman algunos adelantos exclusivos que hicimos ayer, en relación a hechos y casos puntuales, que aceleraron las renuncias. Continuaremos entendiendo, por qué en la función pública proliferan conductas que no están ceñidas al sentido común y a las buenas costumbres. Es un submundo en el cual sobrevivir tiene su precio y los que sacan los pies del plato se tienen que ir. Y sino hacerse los boludos como dijo el filósofo Felipe Solá.
Jorge Elías Gómez
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