Marina Sánchez Herrero será la tercera presidenta del cuerpo en 140 años. La agenda de género, una impronta que toma fuerza de cara al futuro.
La elección de Marina Sánchez Herrero como presidenta del Concejo Deliberante exhibe el mayor protagonismo de las mujeres en el Legislativo, en lo que promete ser una marca de gestión de cara al futuro.
La radical estará secundada por Virginia Sívori y Paula Mantero como vicepresidentas, algo inédito en la historia del Legislativo, que se ha caracterizado por la ausencia de mujeres en lugares de liderazgo: en 140 años de historia, tan sólo hubo tres presidentas.
María del Carmen Viñas (Unidad Socialista) estuvo apenas un mes, entre marzo y abril de 1991, en reemplazo de Francisco Pascual Scotti. Más cerca en el tiempo, el último antecedente es el de Vilma Baragiola (UCR), quien dirigió el HCD entre diciembre de 2013 y octubre de 2014.
En lo que respecta a la composición actual, de 24 bancas, 11 pertenecen a mujeres. Por el radicalismo, además de Sánchez Herrero, está Marianela Romero; por la Coalición Cívica, Angélica González y Liliana Gonzalorena; por el Frente de Todos, Sívori, Mariana Cuesta, Marina Santoro y Sol de la Torre; por Acción Marplatense, Mantero; y por Vamos Juntos, Mercedes Morro y Florencia Ranellucci.
Además, vale recordar la creación de la comisión de Políticas de Género, que a partir de este año comenzó a sesionar con expedientes claves como la situación de las conflictividades en la Zona Roja.
“Se deben reconocer las singularidades y diferencias de cada individuo para el diseño de cualquier política pública”, planteó Sánchez Herrero en su discurso de asunción, donde también remarcó la importancia de incluir la perspectiva de género en la labor legislativa.
Esta cuestión tendrá un primer filtro en la discusión del Presupuesto 2022, para el cual quedó establecido la implementación de la ordenanza 25.195, que promueve “un diseño y análisis presupuestario partiendo de reconocer la existencia de desigualdades de género que pueden ser medidas a partir de distintas brechas o indicadores, implica analizar cualquier forma de gasto público o mecanismo de recaudación de fondos públicos desde una perspectiva de género, identificando las consecuencias e impactos en la vida de la ciudadanía en función de su género” .
La aplicación de dicha norma justamente fue una de las causas que motivó el pedido de prórroga del Ejecutivo para elevar el Presupuesto 2022
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