El Presidente no termina de confirmar si será candidato y, mientras tanto, algunos funcionarios empiezan a dar señales concretas de que están listos para participar en la carrera electoral
Por Joaquín Mugica Díaz
El tablero electoral del Frente de Todos empezó a moverse en las últimas horas. Mientras en el oficialismo esperan que Alberto Fernández defina si va o no por reelección, dos de los dirigentes que aparecen en la lista de precandidatos empezaron a dar señales más claras de su futuro en estas elecciones.
El martes feriado el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, publicó una carta abierta en la que se lanzó como candidato a presidente sin hacerlo explícitamente. Dijo sin decir. Un formato que el ex motonauta ha aprendido a utilizar a lo largo de los años y que lo protege de las acusaciones cruzadas que siempre suelen aparecer en el peronismo.
“Acá estoy. Soy el Daniel de siempre, con más fe y esperanza que nunca. Cuentan conmigo. Yo cuento con ustedes”, lanzó como latiguillo en una carta que buscó generar impacto en el mundo de la política. Los que viven inmersos en ese microclima entendieron bien el mensaje Scioli. Va a empezar a caminar el país y va a tratar de solidificar su precandidatura a medida que corran los días.
Como un mensaje de campaña, el ex gobernador resaltó sus cualidades. “Mi esencia es conciliar, descomprimir y lograr acuerdos que hagan posible consolidar un crecimiento con estabilidad e inclusión social, con previsibilidad y confianza”, expresó. Y en una línea que busca impactar en la vida interna del Frente de Todos, aseguró: “La lealtad seguirá siendo mi hoja de ruta”.
Scioli está decidido a competir en las PASO del Frente de Todos. No lo haría solo si en esa interna va Alberto Fernández. Es de los que entiende, al igual que lo han expresado los referentes del kirchnerismo en los últimos días, que no se puede competir con el Presidente en una interna.
En cambio, sí está dispuesto a competir, eventualmente, con Sergio Massa o Eduardo “Wado” de Pedro, los otros nombres propios que asoman en la lista de precandidatos, aunque ninguno de los dos haya expresado públicamente sus intenciones electorales. Hasta el momento ningún dirigente había mostrado su deseo como lo hizo Scioli en el mensaje que compartió algunos días atrás.
El Jefe de Estado le dio luz verde para caminar y recorrer el país. Mientras tanto, él define si posee las condiciones necesarias para afrontar el desafío de la reelección. Scioli tiene en claro ese mensaje y avanza con un rumbo definido. A través de su función como embajador podrá mostrarse y moverse por distintos sectores del país, un punto a favor para su estrategia electoral.
Este fin de semana regresará a Brasilia para profundizar el trabajo de integración con el gobierno de Lula da Silva. En especial, con los ministerios con los que tiene vínculo a través de la embajada. El 2 de marzo recibirá al gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, con el que viajará a Rio Grande do Sul, el estado de Brasil que concentra la mayor cantidad de exportaciones argentinas.
Dos días después cruzará la frontera y se instalará en Mendoza para estar presente en la Fiesta de la Vendimia junto a un grupo de empresarios brasileños que tienen intenciones de invertir en el negocio vitivinícola.
En los próximos meses Scioli tendrá ese ritmo de viajes. De un lado al otro de la frontera, lo que le permitirá tener vinculación directa con los gobernadores y desembarcar con inversores en las provincias. Una buena forma de conservar su función, pero moverse en clave electoral en esta etapa de definiciones.
En este tiempo el ex gobernador de Buenos Aires está rodeado de dirigentes y ex funcionarios de la etapa de su gestión. Las consultas políticas las hace a los teléfonos del ex jefe de Gabinete bonaerense Alberto Pérez; el ex titular de Autopistas de Buenos Aires y actual presidente de Corredores Viales, Gonzalo Atanasof; y del ex ministro de Trabajo de la provincia Oscar Cuartango.
También habla seguido con el ex senador provincial Alberto De Fazio; el economista Javier Milano, que trabajaba en la Secretaría General y en la campaña 2015 como asesor del entonces gobernador, y con Camila Cabral, una funcionaria que trabaja en el día a día de su agenda en la Embajada de Brasil.
Scioli tiene en claro que la carta que publicó en sus redes sociales le sirvió para mover el tablero electoral, que se hable de él en los círculos políticos, que su teléfono empiece a sonar y no sea por su función en Brasil. Ahora debe esperar a que sus rivales en el camino a la presidencia definan los pasos a seguir.
El otro nombre que movió la estantería electoral del peronismo fue Eduardo “Wado” de Pedro, que coquetea desde hace tiempo con la posibilidad de ser candidato a presidente en las elecciones de este año. “Él va a hacer lo que le pidan hacer. Y eso no se definió”, indicaron en las filas de La Cámpora, donde la verticalidad es un mandamiento imposible de corromper.
De Pedro tomará mayor protagonismo siempre y cuando Cristina Kirchner le dé luz verde para avanzar. Hasta ahora se ha movido como un precandidato, viajando con gobernadores al exterior o mostrándose en encuentros con los principales empresarios del país, siempre resistidos en el corazón del kirchnerismo.
De Pedro ya recibió el apoyo público de un gobernador. El riojano Ricardo Quintela aseguró el último fin de semana que si Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se presentan, “Wado es el que tiene más chances“. Además contó que es el ministro que tiene mejor vínculo con los gobernadores del PJ. Una palmada en la espalda que llegó desde el norte.
En el campamento K creen que las definiciones no pueden pasar del mes de abril, ya que en mayo empiezan las elecciones en las provincias que tienen mayor volumen en términos electorales. Entonces, es necesario generar certidumbre y ordenar el peronismo mientras se desarrollan los comicios provinciales.
“Wado” no publica nada vinculado a una posible candidatura en sus redes sociales personales. Pero lo hace a través de una vía paralela. La cuenta “La Remisería de la Rosada”, como se le apoda a la oficina de prensa del ministerio del Interior, y que es manejada por funcionarios que trabajan en esa área, es la encargada de las publicaciones referidas al plano electoral.
Los posteos suelen tener sarcasmo e ironía. Al igual que Daniel Scioli en su carta pública, De Pedro dice sin decir. En una de las últimas publicaciones aparece una foto del ministro del Interior de espalda y con el atardecer de fondo. Una imagen típica de las campañas electorales. Junto a la foto aparece un texto en doble sentido: “Mirá que fotón pegamos. Iría con una frase tipo… ‘Hay futuro’ o algo así. Se aceptan sugerencias”.
El juego de frases y conceptos es la carta de comunicación que decidieron utilizar en el entorno de De Pedro, que evita dar algún tipo de señal más concreta sobre su futuro electoral. Otro mensaje de la cuenta de la “La Remisería”, muestra un video de un avioneta que lleva una bandera argentina con la frase “Se viene....Wado”.
Ese video fue acompañado por otra frase donde se mezcla un mensaje al libertario Javier Milei con un toque de humor para restarle credibilidad a propósito. “La avionetita que recorre la costa inquietando a “La Casta” Aclaración: Recibimiento en su visita a MDQ . No se hagan los rulos”, dice el mensaje de la campaña que nunca arrancó pero que ya esta activa.
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