La muerte de Menem: "¡Mirá Mingo lo que logramos juntos!", el recuerdo de Cavallo al expresidente en primera persona

La muerte de Menem:

Para Domingo Cavallo, excanciller y exministro de Economía de Carlos Menem, el mayor logro de esas administraciones fue "la reinserción" de la Argentina en el mundo. Asegura que no necesitó "discutir" con el entonces Presidente porque "compartía sus objetivos de mejorar la calidad de vida de los argentinos". En esa línea asegura que cumplió con sus dos promesas de campaña: "Hubo salariazo y hubo revolución productiva", dice.

En diálogo con LA NACION, Cavallo señala que "siempre" mantuvo el contacto con Menem y que incluso lo fui a visitar en varias oportunidades, en especial cuando venía la gente del exterior y lo quería conocer. Enfatiza que incluso en el momento en que todos los veían distanciados, tenían relación. "Nunca existió la pelea por 'quién era el padre del modelo'. Siempre reconocí el liderazgo en todas las transformaciones. La Convertibilidad dio estabilidad, que es importante, pero era parte de un programa amplio, de reinserción del país en el mundo", dice.

Sostiene que desde la Cancillería colaboró con ese plan, en mejorar la relación con Estados Unidos, con Brasil, con Europa, en avanzar en el Mercosur y en restablecer relaciones con Gran Bretaña "poniendo el tema de la soberanía bajo un paraguas". Insiste en que todos eran "ingredientes para la reinserción de la Argentina en el mundo y para lo que hicimos después".

Respecto de quienes criticaron a Menem por llegar a la presidencia con promesas "populistas" y terminar aplicando recetas neoliberales, Cavallo subraya que "nunca habló de instrumentos ni de temas ideológicos" durante la pelea electoral.

"Prometió el 'salariazo' y nunca subieron tanto los salarios reales como con la Convertibilidad; el salariazo se produjo en términos reales", asegura.

También indica que hubo "revolución productiva" porque durante el programa hubo "enormes inversiones" en industrias y en servicios como "electricidad, transporte, telefonía". Repasa que "no es cierto" que cuando Menem hablaba de "revolución productiva" la hacía prometiendo lo que había hecho Juan Domingo Perón en los '40 o en los '70.

"Tenía una gran capacidad de observación de lo que pasaba en el mundo y en la Argentina -avanza-. Decía que Perón hubiera hecho lo que él hizo en ese período y seguramente habría sido así".

Cavallo ratifica que lo clave es la "capacidad que tenga un líder de interpretar la realidad de su tiempo y de apuntar a cumplir esos objetivos. Él definió el rumbo y nunca discutimos porque coincidíamos en esa meta".

A criterio del exministro, no hubo otro Presidente con esa capacidad de liderazgo político para que el país avanzara en transformaciones. Señala que Fernando de la Rúa "quiso hacerlo, pero no tenía pleno control de su propio gobierno; entre ellos una parte importante de los radicales bonaerenses que lo boicotearon". Nombra entre ellos a Leopoldo Moreau, "ahora una suerte de vocero de Cristina Kirchner".

"No tuvo el apoyo de su propio partido y además transitó un período difícil por las circunstancias internacionales de su gobierno -continúa-. Hasta flaquearon (Raúl) Alfonsín y (Eduardo) Duhalde que deberían haberle dado apoyo. Prefirieron ceder a la presión de la UIA, que quería una devaluación y pesificación".

Para graficar que ni en los momentos de mayor distanciamiento con el expresidente cortaron el diálogo, Cavallo cuenta que en el año '98, cuando a él lo llamaron de Rusia para colaborar con la salida de la crisis, Menem lo llamó y le ofreció su apoyo. "Estábamos enfrentados, yo me había ido del gobierno denunciando la mafia de los correos, me había presentado de candidato a diputado en la ciudad de Buenos Aires y eso fue determinante para que perdiera (Daniel) Scioli y ganara Chacho Alvárez".

A Menem lo había convocado Bill Clinton para que lo acompañara en la apertura de la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial. "Me llamó y me dijo 'mirá Mingo lo que logramos juntos' -repasa-. Eso habla a las claras del interés que tenía por la Argentina, estaba por encima de los rencores y confrontaciones".

 

Por: Gabriela Origlia

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