Un buzo civil que participaba de las tareas de rescate del Sewol, hundido el 16 de abril pasado en las costas surcoreanas, falleció tras desmayarse en una inmersión.
El buzo pertenecía a una empresa privada que participaba del procedimiento junto a la Guardia Costera de Corea del Sur. Tras conocerse su muerte, las autoridades decidieron suspender las actividades de búsqueda por el accidente que dejó al menos 260 pasajeros muertos y 42 desaparecidos.
El transbordador, que cubría la ruta entre la ciudad de Incheon, al oeste de Seúl, y la isla meridional de Jeju se hundió en la costa suroeste del país con 476 personas a bordo, 325 de las cuales eran estudiantes de un secundario de la localidad de Ansan, al sur de la capital surcoreana.
A la espera de los resultados definitivos de la investigación, se cree que el Sewol volcó después de un giro brusco, que desplazó la excesiva carga que transportaba hacia un lado y desequilibró la nave.
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