El problema de los vehículos robados y desmantelados o quemados en la vía pública es un fenómeno que afecta a Quilmes, pero también a Capital y todo el conurbano. En la ciudad, cada vez más son los autos que aparecen tirados en descampados y hasta en las esquinas. El fenómeno es denunciado por vecinos de Ezpeleta, Solano, Bernal Oeste y hasta de zonas cercanas al centro de Quilmes quienes muchas veces encuentran a primera hora de la mañana un automóvil abandonado en la puerta y muchas veces este está en condiciones deplorables, ya sea incinerado o desarmado. En muchos casos además, hay carcazas o armazones, que quedan en la vía pública dejados por sus propios dueños. Ante esta situación en las últimas horas el Concejo Deliberante aprobó un convenio para que el municipio tenga injerencia sobre los mismos, aunque sea en aquellos que puedan ser identificables. Desde el HCD su presidente José Migliaccio explicó que "será la Secretaría Legal y Técnica (área que comanda el doctor Walter Di Giuseppe) la que tendrá a su cargo la disposición de los vehículos abandonados en la vía pública" y expresó que "cuando hay un auto abandonado y no tiene la posibilidad de ser identificado a través de su patente, número de motor u otros, debe intervenir la justicia, cuando se puede identificar a quien pertenece se intima en un plazo perentorio a su dueño para que lo retire, si esto no se cumple, la municipalidad al reconocer al titular lo retira, pero no había un área específica que se haga cargo y en este caso a través de este decreto queda ya determinado" por lo que el área empezará a pujar en lo que es el manejo y la disposición de estos vehículos.

A los depósitos

Uno de los objetivos es poder quitar los vehículos de la vía pública que suelen ser peligrosos para los automovilistas, pero que también suelen convertirse en refugio de delincuentes que los utilizan para esconderse y sorprender transeúntes. Los autos abandonados también son foco de basurales y criadero de alimañas, por lo que se busca erradicarlos. En la ciudad hay centros de disposición provincial (como el de San Francisco Solano en 887 entre 824 y 825) los de las comisarías o el municipal de Toledo y Sardou entre Guido e Iriarte, donde se depositan gran cantidad de los autos abandonados. El objetivo municipal es "limpiar" las calles de estos vehículos y tratar de ubicarlos en los depósitos y tratar de compactarlos.

La chatarra

Vale recordar que en el mes de septiembre, el propio el jefe comunal firmó un decreto por el cual el Municipio se hace cargo de toda la chatarra existente en la vía pública y en terrenos de dominio público, en estado de deterioro que implique un peligro para la salud, la seguridad y/o el medio ambiente.

Compactar

En los últimos meses, tanto la Provincia de Buenos Aires como la Ciudad de Buenos Aires lanzaron programas de compactación de vehículos, una iniciativa que se busca imitar desde la Comuna. En materia provincial el propio gobernador Daniel Scioli impulsó este trabajo en los 12 centros que tiene el gobierno bonaerense (entre ellos el solanense) para sanear los espacios y mejorar la calidad de vida de los vecinos que habitan los barrios circundantes. Por su parte el gobierno porteño del ingeniero Mauricio Macri impuso este modelo en el depósito de Barracas, donde se compactan los vehículos y se vende la chatarra, y el dinero obtenido va al Hospital Garrahan. Es importante remarcar que la ciudad también ha firmado el convenio con la Provincia que autoriza a las comunas a poner en las calles aquellos vehículos secuestrados que sean óptimos para su patentamiento, los cuales podrán ser utilizados en patrulla urbana, policía comunal o la provincial. Mientras tanto, aquellos que no se puedan regularizar pueden ser subastados como chatarra tras compactación o destrucción. El decreto es el 979/10 de la Ley 12.646 busca dar un corte a la acumulación de autos que generan molestias e inconvenientes a los vecinos en el distrito.