En la primera consecuencia institucional del acuerdo del radicalismo con el PRO, Nito Artaza anunció su renuncia a la mesa del Comité Nacional de la UCR. El senador sostuvo que la alianza desperfila al partido y lo lleva a una “ruptura”.
“No puedo acompañar al presidente (Ernesto Sanz). No puedo estar ahí después de esta decisión”, planteó. En este sentido, acusó a la dirigencia que encabeza Sanz de haberse alejado de “lo que piensa la mayoría” de los afiliados, uniéndose “a las corporaciones y la centroderecha”. Otros radicales como el alfonsinista Leopoldo Moreau señalaron que se armó “un frente conservador y reaccionario”. Los santafesinos –especialmente afectados en las elecciones provinciales, ya que mantendrán su alianza con el socialismo– también hablaron de un quiebre: “Cuando venga Sanz a Santa Fe, que lo busque a (Miguel) Del Sel”, se descargó el vicegobernador Jorge Henn.
Artaza dejará así el cargo de secretario de Cultura de la mesa del Comité Nacional de la UCR, aunque aclaró que seguirá en el partido y mantendrá su banca. Para el senador, el resultado de la votación que se realizó el sábado en Gualeguaychú fue “un error histórico”. “¿Qué vamos a hacer cuando Macri quiera privatizar YPF o las AFJP?”, preguntó. También adelantó que él “jamás” votará a Mauricio Macri y que la decisión del acuerdo con el PRO “produce una ruptura del partido”.
Moreau agregó que la decisión “desnaturaliza definitivamente la identidad popular, nacional y democrática del radicalismo”. El dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista admitió que la votación no lo sorprendió porque fue “un camino que se fue pavimentando desde el oposicionismo promovido por los grandes grupos concentrados, que fue llevando a la cúpula radical a este escenario”.
“Techint y Clarín festejaron a rabiar esta decisión porque consolida la opción electoral que pretenden estructurar en la Argentina para lograr una restauración conservadora”, concluyó.
Desde Santa Fe, el diputado y precandidato a gobernador Mario Barletta anticipó también que “de ninguna manera” respaldará una eventual fórmula presidencial Macri-Sanz. Y el actual vicegobernador, Henn, se quejó de que lo resuelto por la Convención Nacional “complica” la construcción realizada por el Frente Progresista Cívico y Social en la provincia. “Cuando venga Sanz a Santa Fe, que lo busque a Del Sel”, advirtió, graficando el respaldo que los radicales santafesinos piensan darle al presidente de su partido.
Eduardo Santín fue no menos crítico. “Terminamos cometiendo el mismo error que cometimos haciendo la Unión Democrática, pero desde una actitud de debilidad, mayor porque en ese momento no íbamos detrás de los conservadores”, comentó el diputado.
También habló uno de los referentes de la agrupación Los Irrompibles, Leandro Santoro. El militante y politólogo dijo que “no le sorprendió la alianza con el PRO” porque la UCR “viene votando nueve de cada diez leyes” con los legisladores del macrismo. Santoro lo ilustró así: “Cuando se discutió la crisis energética, la UCR convocó al presidente de Shell (José Aranguren); cuando el país afrontó un problema del agro, citaron al presidente de la Sociedad Rural (Luis Miguel Etchevere)”. “No se puede llamar sólo a las patronales ante los problemas que afronta un país.”
Para Santoro, la derechización del partido “se profundizó después de la ley que estatizó YPF”. Recordó sobre esto que “la UCR acompañó esa ley y recibió el escarmiento público de los grandes grupos mediáticos concentrados”, y partir de ese momento, “el radicalismo no se bancó dar el debate ideológico y sostener su posición política y decidió asumir la agenda de las corporaciones como propia”.
Desde el oficialismo
También continuaron las repercusiones en el Frente para la Victoria. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó al acuerdo como “con objetivo electoral y sin contenido político” entre quienes representan a la “derecha espantosa” de la Argentina. El funcionario parangonó la nueva alianza con la que llevó a la presidencia a Fernando de la Rúa. “Lo mismo que sucedió la vez anterior –comentó–, un jefe de la Ciudad de Buenos Aires, de formación conservadora, obnubilado con el neoliberalismo, y que tampoco tiene luces.”
En el mismo sentido, el precandidato presidencial y gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, consideró que la alianza UCR-PRO “es muy parecida a la de 1999”, aunque advirtió que “esta vez la tarea” emprendida por el kirchnerismo “no va a quedar inconclusa porque el 60 por ciento de los argentinos suscriben a este proyecto de país”.
El vicepresidente del bloque de diputados del FPV, Pablo Kosiner, señaló que “da terror pensar en las definiciones y contradicciones de un espacio en el cual la derecha se exprese con Macri, Carrió, Sanz y (Patricia) Bullrich, entre otros, todos alabados por (Domingo) Cavallo”. Su par Guillermo Carmona recordó que del “rejunte por derecha” del radicalismo con el PRO y la Coalición Cívica también es responsable Julio Cobos, porque ha sido “un protagonista central del grupo A” y a partir de allí fue que se estrecharon los vínculos con el PRO de Mauricio Macri.
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