No estaba Hugo Moyano, la ausencia más notoria para un gobierno que cerró durante ocho años una alianza casi inquebrantable con el líder de la CGT. Por lo inesperado de la presentación de Cristina Kirchner, Moyano se quedó fuera del acto más esperado. Estaba inaugurando una sede de su corriente gremial en Merlo, y el sindicalismo quedó así representado sólo por Julio Piumato (más información en Pág. 9).

La coyuntura política también dejó su marca entre las ausencias. Había una silla reservada, como en todos los actos kirchneristas, para la presidenta de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Pero quedó vacía. En medio del escándalo por el caso Schoklender y la investigación por la falta de controles en los fondos públicos para viviendas, Bonafini pegó el faltazo sin conocer, como todos, que en el acto se definiría el futuro de la Presidenta.

Tampoco estuvo la cuarta candidata a legisladora porteña por el Frente para la Victoria, María Rachid, envuelta junto a Claudio Morgado (otro que no estuvo) en la pelea dentro del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Sí estaba, en cambio, el postulante kirchnerista a jefe de gobierno, Daniel Filmus, que por la campaña se ubicó en la primera fila, tan sólo a medio metro del atril presidencial. A tal punto sorprendió a los funcionarios el anuncio que Carlos Tomada, compañero de fórmula de Filmus y ministro de Trabajo, llegó cuando la jefa del Estado ya se había retirado.

Los que no podían creer lo que pasaba eran los cientos de artistas que fueron a la Casa Rosada para la presentación de los nuevos canales de televisión digital abierta. Estaban desde Gustavo Garzón, Daniel Fanego y Andrea del Boca hasta Pepe Soriano y Víctor Laplace.

Durante más de una hora, la Casa Rosada permaneció con los ecos de la decisión. En el patio de Las Palmeras, los jóvenes de La Cámpora se mezclaban con los actores y funcionarios para compartir sus impresiones. Nadie quería irse tras el sorprendente adelantamiento de la decisión que Cristina había hecho sin previo aviso. El tema más discutido: el vice, tanto de ella como de Daniel Scioli.

A muchos de los presentes les llamó la atención el elenco que la acompañó desde el escenario, pensando en Buenos Aires. Estaban el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, porteño devenido en bonaerense; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que aspira también a pisar el terreno bonaerense; además del presidente de la Autoridad Federal de Comunicación, Gabriel Mariotto, impulsado por un sector del Gobierno para acompañar a Scioli.

Entre los mandatarios provinciales, faltó uno de los que más suenan para integrar la fórmula presidencial: Jorge Capitanich, de Chaco. Apenas se enteró de la novedad, recorrió los canales de televisión para manifestar su aprobación.