Mariel Fernández, Peluca Gramajo y Onorato asumen el protagonismo. Chino Navarro y Pérsico, en segundo plano. Nuevo vínculo con Larroque.
Por José Maldonado
Después de cuatro años de ocupar lugares de peso en la estructura del gobierno nacional y especialmente en el ex Ministerio de Desarrollo Social, donde estuvo a cargo de la administración de los planes sociales, el Movimiento Evita enfrenta desde diciembre pasado un fuerte proceso de renovación interna de dirigentes para la nueva etapa política que se abrió en el peronismo, donde el movimiento social más grande del país jugará bien cerca del gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Los históricos Chino Navarro y Emilio Pérsico, fundadores y máximos referentes, están dejando paso a la nueva camada de dirigentes que llevarán adelante a partir de ahora la mesa de conducción. Navarro, que ocupó cargos en la Jefatura de Gabinete durante el gobierno de Alberto Fernández, resolvió dar un paso al costado, mientras que Pérsico -ex Secretario de Economía Social a cargo de administrar el Potenciar Trabajo- está en el mismo camino, aunque por su peso es una referencia ineludible.
La salida de Navarro y Pérsico del centro de la escena es parte de una etapa de renovación y autocrítica dentro del Evita. “Hay que discutir lo que se ha hecho mal en los últimos cuatro años. El modelo de captar la renta extraordinaria no va más. Hay que plantear un modelo de desarrollo productivo. La década ganada no alcanza para darle perspectiva histórica. Sin discutir nombres, siendo autocríticos”, dicen a Letra P en la cumbre de la organización.
En la nueva mesa de conducción aparecen nombres sub 45 que después de la experiencia del Frente de Todos y la etapa "albertista" del Evita quedaron en lugares importantes y llevarán adelante la nueva agenda del movimiento. La cara visible de esa nueva camada es Mariel Fernández, la intendenta de Moreno que el año pasado consiguió la reelección y es la principal referencia territorial del espacio.
Fernández, que se impuso primero a la interna de Unión por la Patria y después sacó una diferencia de 30 puntos al candidato de Javier Milei, fue la única que quedó en pie en la estrategia del Evita de intentar dar pelea en los distritos del conurbano bonaerense a otros espacios del peronismo. Ni Patricia Cubría en La Matanza ni Leonardo Grosso en San Martín, entre otros candidatos que plantó en distritos, lograron superar las PASO.
Hoy se mueve cada vez más cerca de Kicillof, como todo el Evita. El gobernador bonaerense sube a Fernández a las reuniones políticas con los intendentes con los que dialoga y la semana pasada la convocó para sacarse la foto junto a la conducción de la CGT en la previa al paro.
Junto a la jefa comunal, la otra pata de la terna que comandará el Evita es Alejandro Gramajo. "Peluca", como le dicen, tiene 42 años, es un militante social de base y se formó cerca de Pérsico, a quien acompañó hasta diciembre en su gestión en Desarrollo Social. Hace algunas semanas, asumió al frente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, la UTEP, que tiene casi medio millón de militantes. Lo hizo en un acto en el histórico salón Felipe Vallese de la CGT, junto a la conducción cegetista, de las dos CTA y funcionarios bonaerenses.
Junto a Fernández y Gramajo, el otro nombre que ganó protagonismo en la nueva mesa de conducción es Gildo Onorato, otro histórico referente del Evita, secretario gremial de la UTEP y presidente del partido La Patria de los Comunes, el espacio político que lanzó Pérsico el año pasado y que también suma a Barrios de Pie y otras organizaciones sociales.
Onorato es uno de los principales referentes del Evita en la provincia de Buenos Aires y hombre clave en el vínculo con el gobierno de Kicillof, donde el movimiento ocupa y ocupará cargos. Especialmente, en la relación con Andrés Larroque, un ex enemigo declarado del Evita que ahora, luego de su alejamiento de La Cámpora, parece moverse cada vez con más afinidad con el movimiento social. "Es otro Cuervo, nada que ver con el que era antes", resumen en el Evita.
Fernández, Gramajo y Onorato no son los únicos nombres de la renovación del Evita. En la lista también aparecen los diputados nacionales Leo Grosso y el santafecino Eduardo Toniolli, entre otros sub 45 que quieren tomar la posta para la nueva etapa, en la mesa de discusión para la reconstrucción del frente opositor al gobierno de Javier Milei.
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