Con un fuerte reclamo a los gobiernos nacional, provincial y a la Municipalidad de Malvinas Argentinas, se movilizaron ayer cientos de personas en la ciudad de Córdoba bajo la consigna: “Fuera Monsanto”, en rechazo a la instalación de esa multinacional en la provincia. Mañana, habrá una marcha en distintos países del mundo en repudio a esa compañía, cuestionada por los impactos ambientales de su actividad.

La movilización partió a las 19 desde el Centro Cívico. El grupo, que ocupaba más de dos cuadras, estaba formado por asambleas ciudadanas, orga­nizaciones ambientalistas, partidos políticos de izquierda y agrupaciones estudiantiles ­kirchneristas. También hubo ciudadanos que se movilizaron espontáneamente, como Eduardo Medina, de Alto Aberdi. “Me enteré por Facebook. Hay que apoyar a esta gente, no tienen que venir estas empresas contaminantes”, sostuvo.

Estuvieron presentes, además, las madres de Ituzaingó y representantes de asambleas en contra de Monsanto de otras localidades. “Nosotros, que tenemos la misma problemática en Alberti, venimos para unificar el reclamo y a apoyar la lucha cordobesa”, sostuvo Alfredo Di Vincensi, de la asamblea de esa ciudad bonaerense.

La columna caminó hasta la explaza Vélez Sársfield, donde se realizó un acto. Carolina Romero, de Malvinas Argentinas, leyó un documento de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida en el que reiteraron el pedido al intendente de esa localidad, Daniel Arzani, que lleve a cabo una consulta popular para que los vecinos decidan si quieren o no que Monsanto instale allí una planta de semillas.

También le reclamaron a la Justicia y a la Legislatura provincial: “Presentamos un proyecto de ley en el que se prohíbe la instalación de Monsanto en nuestra provincia; (...) nos movilizaremos para que sea tratado y que los brazos de yeso que la ocupan den las explicaciones del por qué no la tratan y la aprueban”, expresó Romero.

Por su parte, Medardo Ávila Vázquez, de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, sostuvo: “Esta marcha demuestra que 
la gente de Malvinas tiene la solidaridad del pueblo de Córdoba. La gente rechaza la instalación de esta planta contaminante, gestionada por una empresa que ya ha cometido fraudes ambientales en otras partes del mundo”.

Vanesa Sartori, de Malvinas también expresó su indignación: “La Nación, la Provincia y la Municipalidad, que no se ponen de acuerdo para nada, en esto son cómplices. Da mucha bronca pero vamos a seguir”.