“No descarto ser candidato a intendente de Junín en 2015.”
Allí, por primera vez, el jefe comunal reconocía su intención de volver a postularse a la intendencia local, lejos, con todo, de sus aspiraciones nacionales.
Pero detrás de esa aseveración, funcionarios que hablan a diario con el intendente, reconocen que, de ser Meoni candidato nuevamente a la jefatura comunal, pasaría a cobrar un valor inusitado el primer lugar en la lista de concejales.
Es que la jugada del intendente, en este escenario, sería ser candidato para luego aceptar algún cargo nacional o provincial, puntualmente, en algún ministerio, dada su experiencia probada en la gestión, algo que hasta sus detractores no dejan de reconocerle.
Así, el primer concejal, en caso de imponerse la lista meonista en la compulsa electoral, pasaría a ocupar el lugar del intendente.
Definiciones
Si bien aún falta mucho para 2015, y en público esta pelea intestina transcurre todavía en sordina, en reserva ya hay funcionarios y dirigentes que están “armando” sus estructuras y estrategias para cuando llegue la hora de las definiciones.
La danza de nombres en el oficialismo comunal ya comenzó y suenan, dentro de esta teoría, distintos secretarios comunales para ocupar el primer lugar a concejal, desde Javier Gabrielli (secretario General) hasta Mauro Gorer (secretario de Gobierno) y Oscar Palma (secretario de Producción).
Pero en esta pelea hay dos anotados con peso propio: la senadora por el Frente Renovador Malena Baro (principal espada meonista en la Legislatura) y el ex secretario General y de Seguridad de la Municipalidad de Junín y presidente de Grupo Servicios Junín, Damián Itoiz.
La primera ha demostrado capacidad de trabajo y, paralelamente, reconocimiento de sus pares en el Senado –incluso de aquellos legisladores de distinto signo político-; el segundo estuvo al lado del intendente en los momentos difíciles, como el 10 de marzo de 2013, y a partir de allí reforzó su vínculo con Meoni.
Escenarios
Pero el de Meoni candidato a intendente 2015 no es el único escenario posible.
En efecto, en los últimos días empezó a cobrar fuerza una fórmula que tendría el visto bueno del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, donde el diputado nacional por el Frente Renovador Darío Giustozzi (ex intendente de Almirante Brown) sería candidato a gobernador bonaerense (un peronista del conurbano, donde reinan los llamados “barones”) y Mario Meoni iría como vicegobernador (en representación del interior bonaerense).
Es que la buena relación –no es sólo política, sino que además es personal- de Meoni y el tigrense parecería ir in crescendo y estar sólida como para que el juninense pueda acceder a esa postulación.
De hecho, Meoni viene acompañando a Massa por distintas provincias del país en sus habituales recorridas y en la última edición de Expoagro fue Meoni quien llevó a Massa a hablar con los productores rurales y hasta le ofreció el stand de la Municipalidad de Junín para entrevistarse y recibir a los chacareros.
Si este escenario finalmente toma forma, en el meonismo coinciden en que la candidatura a intendente se dirimiría entre Malena Baro y Damián Itoiz.
¿De qué forma? Mandarían los fríos números de las encuestas y quien esté mejor posicionado de cara a la sociedad aspiraría a la intendencia. Primaría, según dicen, la “racionalidad” a la que acostumbran ambos dirigentes en estos casos.
Con un Massa candidato a presidente y una fórmula Giustozzi-Meoni a la gobernación bonaerense, en el oficialismo comunal aseguran que la victoria en el ámbito local estaría prácticamente garantizada por el “arrastre” nacional.
Crisis
Pero las cosas podrían no ser tan sencillas. En un escenario de crisis económica y política, como el que algunos vaticinan para 2015, Massa y el gobernador Daniel Scioli podrían trabar un acuerdo político (uno sería candidato a presidente y el otro, a gobernador). Allí, Meoni aparece más complicado en sus aspiraciones nacionales y debería apuntar a mantener el poder territorial en el Municipio.
En una sola cosa coinciden casi todos los dirigentes del meonismo: el escenario local que finalmente se imponga estará atado a lo que ocurra en los ámbitos provincial y nacional.
Por eso, dentro del meonismo hay dirigentes que no terminan de definirse en público como “massistas” y mantienen vínculos con otros sectores, ya sea con la “pata” cobista del radicalismo –que está armando en la región para enfrentar al alfonsinismo- y con sectores del sciolismo.
¿La fecha límite? Las elecciones internas de la UCR, que se desarrollarían en septiembre próximo. Allí, estos dirigentes deberán definirse, por el centenario partido o por el Frente Renovador. Y aceptar los riesgos.
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