El exfuncionario arroyista enfrenta una causa por daños y perjuicios impulsada por el contador general Guillermo Costanzo, al que acusó de integrar una “mafia corporativa” y de “desviar fondos para la política”.
A casi dos años de su salida del gabinete de Carlos Arroyo, el polémico paso de Hernán Mourelle por la política marplatense sigue dejando consecuencias. Y ahora su figura vuelve a tener protagonismo debido a la defensa presentada en el marco de una causa judicial en la que afronta acusaciones por daños y perjuicios de parte del contador general de la Municipalidad, Guillermo Costanzo.
El funcionario de ley lo demandó en diciembre de 2020 ante la Justicia en lo Civil y Comercial por una serie de acusaciones que el exsecretario de Hacienda realizó ante medios marplatenses en 2019, en el marco del conflicto por las bonificaciones docentes. Allí, Mourelle lo señaló por integrar una “mafia corporativa” como así también de “desviar fondos para la política”, entre otros pasajes que son objetados en sede judicial.
Tras diversas actuaciones en el expediente que lleva adelante el Juzgado Civil y Comercial N°6 de Mar del Plata, en las últimas horas el exfuncionario de Arroyo presentó su contestación a la demanda, donde rechazó las acusaciones, como así también defendió su gestión al frente de Hacienda. “No he hecho ni más ni menos que cumplir con la función que se me había encomendado con seriedad y solvencia técnica”, esgrimió, en una lectura lejana al balance mayoritario que se realiza en la política local.
En el escrito, Mourelle planteó que “siempre he sido una persona de bien y un profesional correcto, diligente y honesto; y quedará muy claro que por mi parte no he hecho ni más ni menos que cumplir con la función que se me había encomendado (cuidar los intereses económicos del Municipio de General Pueyrredón), con seriedad y solvencia técnica, algo que hice desde el primer hasta el último día en mi cargo.”
En diferentes pasajes, el exsecretario expone la existencia, en 2019, de una campaña política para desacreditar al gobierno de Carlos Arroyo, con la intención de perjudicarlo en las elecciones ejecutivas de ese año. En su versión, de esa campaña habrían formado parte medios de comunicación, el Sindicato de Trabajadores Municipales y actores políticos, entre los que ubica al propio Costanzo. “Todas estas acciones intimidantes que sufrí, tenían una clara intencionalidad política: desacreditar al por entonces Intendente Dr. Arroyo”, rememora Mourelle, en relación al conflicto desatado por el recorte salarial sufrido por los docentes.
La acusación
En diciembre de 2020 el contador general Guillermo Costanzo presentó una demanda por daños y perjuicios por afectación a la dignidad contra Mourelle, pidiendo un resarcimiento de un millón de pesos. Los “improperios directos hacia mi persona” habría ocurrido en el marco de notas periodísticas brindadas por el secretario a medios marplatenses en junio y septiembre de 2019, donde “temerariamente me acusaba de realizar deliberadamente determinadas maniobras relacionadas con el pago indebido de haberes al personal municipal, y de formar parte de una supuesta ¨mafia corporativa´, infiriéndose de ello la posible comisión de diferentes delitos por parte del suscripto”.
En algunos de los pasajes de las entrevistas, luego que el contador liquidará las bonificaciones a docentes en los meses de marzo y abril, tuvo expresiones como que “Costanzo responde a Gustavo Pulti y por ello participa en reuniones con gente de ese partido político. No es la primera mala praxis que comete. Ahora liquidó salarios adelantados para generarle problemas al Ejecutivo y así favorecer a Pulti”.
Además, señaló la existencia de “una corporación municipal que forma parte de la estructura y que como actor tuvo al contador general, que se reúne con ex secretarios del intendente municipal”. Asimismo, señaló que “el contador lo que hace es mala praxis y querer desviar fondos para empresas y en este caso, desviar fondos para la política”.
La defensa de Mourelle
En términos jurídicos, la principal defensa de Mourelle se apoyó en uno de los hitos del derecho de la comunicación, el fallo Kimel de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2008, a partir del cual se modificó el Código Penal Argentino y se suprimieron los delitos de calumnias e injurias en relación a expresiones “referidas a asuntos de interés público”.
Mourelle expuso que “el actor se pone en un lugar de víctima de injurias y calumnias que no han sido tales ni que he inferido, de manera ´personalizada´ como dice, cuando todo debate que se pudiera haber dado en el ámbito periodístico fue en el marco de asuntos de ´interés público´ y en el medio de un contexto de campaña política que no puede soslayarse ni dejarse de lado en el presente”.
“No injurié, no calumnié nunca al Contador Guillermo Costanzo de manera personal y asertiva como quiere forzar interpretativamente en la demanda. Siempre defendí de manera acérrima los intereses de la Hacienda Municipal de Gral. Pueyrredón, del primer al último día de mi cargo como Secretario de Economía y Hacienda”, concluyó el funcionario que fue echado por Arroyo en septiembre, tras perder en las PASO.
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