No son pocos los jefes comunales que anticipan recortes en sus plantas políticas, en consonancia con el recorte que se prevé con la llegada de Javier Milei a la Presidencia.
“No hay plata” fue la frase, poco feliz, que utilizó el presidente electo Javier Milei para anticipar cómo será su Gobierno, en el que se espera un fuerte ajuste de las cuentas públicas. Tal es así que hasta en sus redes sociales compartió una publicación con esa declaración estampada en una remera.
En este contexto, no son pocos los jefes comunales electos que se anticipan a la realidad que se viene y se preparan para recortar gastos en sus municipios desde el 10 de diciembre.
Maximiliano Wesner, quien será el intendente de Olavarría, es uno de ellos. “Se avecina un año complejo y será muy importante el rol de los concejales para encontrar consensos para el bien de todos los vecinos y vecinas de Olavarría", aseguró Wesner al renunciar a su banca para asumir al frente del distrito.
El intendente electo advirtió que el 2023 arrojará "un déficit enorme no sólo en las cuentas municipales sino también un déficit oculto que se evidencia en el estado de los edificios municipales, en las carencias del hospital y la situación del Teatro que no recibieron la inversión necesaria durante muchos años".
Wesner aseguró que enfrentará esta problemática con "mucha honestidad y austeridad". En ese contexto, adelantó que el nuevo organigrama del gobierno municipal plantea la "reducción de 22 direcciones a partir de unificaciones y eliminaciones, sin que eso repercuta en la calidad de los servicios".
A la reducción de la planta política, el intendente electo contrapuso su objetivo de "poner en valor a los y las trabajadores municipales, reconociendo su experiencia, trayectoria y conocimiento".
"Implementaremos ejes rectores de áreas para realzar el trabajo de los municipales porque la gran mayoría de ellos tienen una gran dedicación y compromiso", anticipó.
En esta misma línea, el intendente electo de Chacabuco, Darío Golía, adelantó que la composición de su futuro gabinete será "chica y austera", mientras que el jefe comunal venidero de Bragado, el peronista Sergio Barenghi, dijo que está trabajando para llevar adelante "un gobierno austero", remarcando que pondrá el acento en el personal.
"Todos los nombramientos estarán observados bajo lupa. Queremos llegar al municipio con un número significativamente menor de cargos que lo que hoy tiene el Estado Municipal. Y estamos de acuerdo con que esta vez, el ajuste lo tiene que hacer la política”, sostuvo.
El futuro alcalde explicó a Bragado TV que “vamos a poner en consideración todos los contratos con respecto al personal y lo que sea imprescindible lo vamos a sostener, pero el resto también va a formar parte de lo que siempre fue el gasto de la política que no tienen nada que ver con la necesidades del municipio en cuanto a personal”.
Al respecto, consideró: “Nosotros necesitamos gente en la calle, en el Hospital y se ha ido acumulando gente que ocupa lugares donde llevan y traen papeles y por eso la política tiene que hacer un recorte en esto y vamos a evaluar caso por caso”.
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