La tasa de mortalidad infantil en Argentina, es decir la cantidad de niños menores de un año fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos, descendió a un dígito en 2015 por primera vez en 25 años, al ubicarse en 9,7, según las Estadísticas Vitales 2015 publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación.
Este indicador nacional, que viene en franco descenso al menos desde 1990, se había ubicado en 10,6 en la anterior medición, correspondiente a 2014.
El distrito con el mejor desempeño fue la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde la mortalidad infantil fue de sólo 6,4 por cada 10 mil nacidos vivos, seguido por la provincia de Chubut (6,9) y Tierra del Fuego (7,6).
En tanto, las peores cifras correspondieron a las provincias de Corrientes (14,5), Formosa (12,6) y Tucumán (12,4); y, sin alcanzar esos niveles, se mantuvieron por encima de los dos dígitos en Salta (11,8), La Rioja (11,3), Catamarca (11), Santa Cruz (10,9), Jujuy (10,7) y Entre Ríos (10,4).
En cambio, la mortalidad materna -mujeres fallecidas durante el embarazo, parto y puerperio por cada 10 mil nacidos vivos en todo el país- tuvo un ascenso, pasando de 3,7 en 2014 a 3,9 en 2015.
En este caso, los mejores resultados fueron para las provincias de Santa Cruz (1,6), Santa Fe (1,9), La Pampa (1,9) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1,9). Los peores números fueron, en tanto, para Salta (8,1), Jujuy (7,5) y Chaco (7,3).
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