La Justicia de los Estados Unidos ordenó la captura internacional de José Luis Meiszner, mano derecha de Aníbal Fernández, por el escándalo de corrupción en la casa madre del fútbol mundial. El nexo con el jefe de Gabinete y el Fútbol para Todos.
El escándalo de corrupción que sacude a la FIFA golpea de lleno a la dirigencia futbolística y política de la Argentina. La Justicia de los Estados Unidos, ordenó ayer la captura internacional del ex Secretario General de la Conmebol y ex presidente del club Quilmes, José Luis Meiszner, jaqueando así a su socio político, el jefe de Gabinete Aníbal “La Morsa” Fernández.
Loretta Lynch, fiscal general del país del norte, afirmó que Meiszner y Eduardo Deluca (ver aparte), son dos de los 16 nuevos acusados en el esquema que repartió más de 200 millones de dólares en negociados ilegales en la entidad madre del fútbol mundial.
Conocedor de que esta acción judicial caía sobre sus espaldas, la mano derecha de la Morsa había presentado el pasado martes su renuncia a la Conmebol, en algo que muchos advierten como un dato que fue dado desde el gobierno nacional para así tratar de desmarcar al kirchnerismo del mayor caso de corrupción deportiva de la historia mundial.
Meiszner habría sido mencionado por el ex CEO de Torneos y Competencias (TyC), Alejandro Burzaco, en su declaración ante los Tribunales norteamericanos. El empresario es el principal temor del gobierno K, ya que sus declaraciones pueden hacer caer el principal programa que llevó adelante en la mal llamada década ganada, como lo es el Fútbol para Todos (FPT).
Relaciones que matan
La buena sintonía que siempre reinó entre la Morsa, Meizner y Burzaco a la hora de hacer los grandes negocios para la televisación de los partidos del torneo argentino así como de competencias internacionales, es lo que hace dudar a muchos de cuál es el grado de incidencia que ha tenido el gobierno kirchnerista en todo este cargado de ilegalidad.
Una de las primeras personas en advertir todo este desbarajuste en el fútbol y en la política nacional, fue la legisladora porteña Graciela Ocaña, que ante una consulta de Hoy afirmó que “nosotros sospechamos que José Luis Meiszner fue uno de los que cobró 500 mil dólares de coimas pagados por la FIFA, y que la FIFA recicló esa plata a través de TyC. Meiszner tenía una excelente relación con el fallecido presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona”.
Para la ex ministra de Salud, “Grondona, el presidente de la Asociación Brasilera de Fútbol y el presidente de la Federación de Paraguay que presidía la Conmebol en ese momento, cobraron un millón y medio de dólares; otra rama de dirigentes habría cobrado 750.000 dólares, y otros, entre los que está Meizner, cobraron 500.000 dólares”.
“Que la Justicia actúe rápidamente es lo mejor que puede pasar en este caso. Creo que en el kirchnerismo, especialmente Aníbal Fernández, están muy nerviosos con esta investigación, porque a lo que ya dijo Burzaco se le puede agregar lo que diga Meiszner, y así echar por tierra con el FPT y quedar muy complicados ante la Justicia internacional”, resaltó Ocaña.
Como puede observarse, mientras la investigación judicial por el FIFAgate avanza en los Estados Unidos, la oscuridad se cierne sobre la figura de la Morsa y su mano derecha, con sospechas de corrupción al por mayor, y que dejan al funcionario K, contra las cuerdas de la Justicia.
Deluca complicado
No solo sobre José Luis Meiszner recayó un pedido de captura internacional, sino que otro argentino, Eduardo Deluca, ex Secretario General de la Conmebol, es requerido por la Justicia de EE.UU. por su participación en los casos de corrupción que asolan al ente rector del fútbol mundial.
Deluca es una de las personas en las cuales Julio Grondona depositaba su confianza para el manejo de los asuntos en la Conmebol, siendo durante 25 años (1986-2011), el hombre que representaba al fútbol argentino en dicho organismo.
Leal a “Don Julio”, Deluca cosechó relaciones con empresarios televisivos y firmó contratos millonarios entre el organismo y la FIFA, que ahora están siendo mirados con lupa y revisados por la investigación judicial.
“El gordo”, como le dicen a Deluca, supo ser el encargado de armar y organizar todas las competiciones regionales y discutía los contratos con las empresas, oficiando en reiteradas ocasiones como maestro de ceremonias de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.
El fin de la impunidad
A lo largo de décadas, los dirigentes del fútbol sudamericano se rigieron con una total y absoluta impunidad en sus actos, que empieza a romperse con la investigación que lleva adelante la fiscal general norteamericana, Loretta Lynch.
Ayer se avanzó un paso en ese sentido al inculpar a 16 altos dirigentes de la FIFA y otras organizaciones, por el mayor caso de corrupción de la historia futbolera.
Saliendo de Meiszner y Deluca, se pidió la detención del paraguayo Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, y el hondureño Alfredo Hawit, presidente interino de la Concacaf.
También pesa una orden de captura sobre el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol, Marco Polo del Nero; el ex presidente de esa entidad Ricardo Teixeira; y el titular de la federación ecuatoriana, Luis Chiriboga. Lo llamativo del caso es que además se encuentra acusado el ex presidente de Honduras Rafael Callejas, que gobernó el país centroamericano entre 1990 y 1994.
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