Sectores del peronismo plantean una interna con el intendente camporista Festa mientras la gobernadora apuesta a lo seguro con el ex candidato del FR Asseff y descarta al ultra Pro Cóppola.
Moreno es el segundo municipio más poblado de la Primera sección electoral. Con 452.505 habitantes (censo 2010), se destaca por tener un alto impacto electoral en una región -primer y segundo cordones industriales- de raíz peronista.
Pero Moreno es, además, el “conurbano profundo”, con graves deficiencias habitacionales y urbanas y una pobreza estructural que abruma.
Las próximas elecciones encuentran a este municipio ocupado en atender las peleas internas que desató o no contuvo el intendente camporista Walter Festa. Y con un Cambiemos que decidió apostar a una figura conocida, como Aníbal Asseff, más allá de que haya sido el candidato del Frente Renovador en la pasada elección, y descartar, en esta lógica, al ex candidato ultra Pro Leonardo Cóppola.
Festa llegó a la intendencia tras confrontar con su inicial jefe político, el ex jefe comunal Mariano West, y con el fuerte respaldo del gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández.
Como delegado de la Anses en Moreno y partícipe de la línea interna de La Cámpora, comandada por el diputado provincial José Ottavis, Festa logró marcar un contraste con el desgastado West.
Pero, al poco tiempo de haber iniciado su gestión, los cimientos en los que basó su estructura comenzaron a fracturarse. Hubo varios cambios de gabinete y una pelea ventilada por las redes sociales con una de sus mayores aliadas, Cintia González, hermana de la también concejala y ex funcionaria Gisell González.
En marzo de este año, la edil, a quien Festa había designado como titular del cuerpo deliberante, y a quien luego reemplazó por Marcelo García, rompió lazos con su jefe y lo acusó de echar a más de 35 “compañeros” municipales.
La pelea se hizo pública cuando ambos decidieron exponerla a través del cruce de cartas en sus cuentas personales de Facebook.
Festa le dejó en claro a la concejala que en febrero de este año se había casado con Romina Uhrig, una joven sin historia política pero a quien el intendente ubicó como nueva secretaria de Asuntos Institucionales del Municipio.
De hecho, algunos la mencionan como candidata a participar de la lista local, una idea que igual el jefe comunal descartó ante Letra P.
El intendente transita una etapa compleja, con un déficit financiero heredado de la anterior anterior. “Nos cuesta pagar los sueldos”, reconoce a este portal. Y remarca que “esto tiene que ver con la anterior intendencia, que, más allá de que fue peronista, fue muy mala, si no, no puede ser que Moreno haya quedado postergado como está”, afirmó.
Con pertenencia en el Grupo Fénix, Festa es uno de los jefes comunales quepromueven la vuelta electoral de la ex mandataria, CFK, y descree del lanzamiento de Florencio Randazzo. En línea con su sector, alienta como plan B la candidatura de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario.
En el deliberante, sobre un total de 24 ediles, Festa tiene un bloque de 12 integrantes, aunque solo le han quedado como propios el actual titular del cuerpo, Marcelo García (Forja), la ex diputada provincial Sandra Cruz (Proyecto nacional), Martín Osorio (Kolina), Martín Frais (ex sciolista), María Vargas (Miles) y el sindicalista Walter Correa.
Completan el staff los ediles Maximiliano Toloza y Karina Burdiniuc, distantes aún de las definiciones de línea; las hermanas González, Gisell (ex funcionaria) y Cintia, quienes se alejaron del jefe comunal, y José Barreiro y Patricia Giovanola, vinculados a la pasada gestión de West.
Aunque en junio de 2016 Festa debió hacer volver a su banca a Gisell González, por entonces secretaria privada, ante la rebeldía de su reemplazante, el edil Javier Burgos, quien se negó a aprobar la rendición de cuentas del Ejecutivo, en líneas generales no tuvo una mala convivencia con el Concejo.
El jefe comunal supo gestar acuerdos de “gobernabilidad” con los demás bloques, particularmente con el Frente Renovador, integrado por siete ediles y comandado por el ex precandidato a la intendencia Damián Contreras.
ELECCIONES. Además del frente abierto con su ex grupo de confianza, Festa deberá también confrontar con los sectores del peronismo y algunos gremios que unieron fuerzas para competir en una interna local.
Se trata del espacio “Moreno para la Victoria”, que el pasado jueves se presentó en sociedad en una conferencia de prensa comandada por el concejal Barreiro, el secretario adjunto de la Asociación de Trabajadores de Subte y Premetro y militante de Patria para Todos, Néstor Segovia; Victoria Luján (Corriente Nacional de la Militancia), Jorge Santucho (Peronismo Militante) y Patricia Rosemberg (Pueblo Libre), ex directora de la maternidad “Estela de Carlotto”, quien fue despedida por el gobierno provincial. También se sumaron otras 20 organizaciones de base.
“Moreno dejó de tener discusiones políticas para tener discusiones personales”, afirmó a Letra P Barreriro, quien fuera, durante la gestión de West, titular del HCD.
“Con Festa no tenemos vínculo, porque somos ese PJ que él no quiso contener. En esa mirada de construir solo con lo propio, rompió con todos los sectores”, afirmó el concejal.
“Por eso, unidos, apostamos a esta alternativa”, remarcó y confirmó que buscarán pelear la interna local.
“Nosotros creemos que hay métodos políticos que se tienen que acabar, porque Festa hace de la improvisación un método y acá hay que planificar a largo plazo”, remarcó.
Desde estos sectores peronistas, cuestionan que la intendencia de Festa está “intervenida por La Cámpora” y aluden a los varios funcionarios municipales que responden a jefes camporistas. Como es el caso del secretario de Economía, Cristian Girard, quien responde al diputado nacional y ex ministro de Economía Axel Kicillof.
Los peronistas wesistasn no pueden superar lo que entienden como una traición del actual jefe comunal, ya que Festa fue mano derecha de West y su primer candidato a concejal en 2011. Y, según señalan, en su versión extra oficial, a quien bendijo CFK para expandir la jefatura territorial de su ejército camporista.
CAMBIEMOS. Tras pelear la intendencia de Moreno por el Frente Renovador, Anibal Asseff se convirtió ahora en la principal ficha electoral del vidalismo. El ex senador provincial, hijo del ex intendente Julio Asseff (1988-83 y 1991-95), había obtenido el 28,44 por ciento de los votos, contra el 45,57 que obtuvo Festa y el 18,5 que logró el candidato del Pro, Leonardo Cóppola.
“Es el que más mide”, dicen desde el vidalismo, para explicar la decisión de habilitar a Asseff como primer candidato en la futura lista de concejales. Es, además, el encargado de organizar la mesa local de Cambiemos, en una situación que provocó el enojo del desplazado Cóppola, quien responde a la línea interna del intendente de Vicente López, Jorge Macri.
“Entiendo que la política es sumar, pero el tema es cómo sumar, porque considero que no estuvo bien conducido este proceso”, aseguró Cóppola a este portal.
“Hubo gente que ha decidido irse porque no comparte que alguien que no jugó acá hoy esté como si nada en este proyecto”, dice en relación a la decisión del concejal Néstor Joao, que abandonó Cambiemos para mudarse al bloque del Frente Renovador.
Cóppola, que participa del Pro desde 2004, cuando es espacio se denominaba Compromiso para el Cambio, aclaró que, pese a esto, no tiene pensado cambiar de rumbo.
“Yo estoy seguro de este proyecto y voy a seguir, pero considero que hay que respetar a todos los que trabajaron fuertemente en la campaña. Porque nosotros salimos terceros en uno de los distritos más complicados del conurbano y, aunque sabíamos que era difícil, trabajamos para acumular votos para que María Eugenia (Vidal) ganara en la Provincia y Mauricio (Macri) en la Nación” aseguró.
Desde el vidalismo imaginan que tarde o temprano el edil se sumará a la mesa local de Cambiemos que organizó su ex oponente a la intendencia.
Lo curioso es que Asseff fue uno de los primeros representantes del Pro en Moreno, y su incursión en el massismo se debió a la pelea interna que sostuvo con Jorge Macri.
“Leo sabe que lo mío fue transitorio, por un enojo que ya pasó” dice Asseff, en un lenguaje directo. En diálogo con Letra P, el concejal asegura que “hay que dar vuelta la página, y esperamos que se sume a la mesa, sino va a quedarse solo”.
Y arremete contra la gestión de Festa, “el gobierno municipal tiene una pésima situación financiera, y han tomado igual 900 nuevos agentes, porque es un refugio de militantes políticos. Y si no fuera por la ayuda del gobierno provincial y nacional, que le envían fondos para pagar sueldos, estarían en peores condiciones”.
Respecto al panorama para las futuras elecciones, el ex senador consideró que “Vidal está arriba en intención de votos con más del 25 por ciento de los votos, y Festa está muy mal”.
Asseff retornó al Pro de la mano del ministro de Gobierno y ex intendente de San Miguel Joaquín de la Torre, quien es el virtual encargado de la coordinación política de algunos puntos de la primera sección.
En el Deliberante, Cambiemos no tiene número, apenas cinco ediles, divididos en tres bloques. Uno de ellos, integrado por Claudia Asseff, hermana de Aníbal; Jorge Kartofel y Bibiana Ayala, fue conformado a partir de la mudanza de quienes jugaron con el FR. Y están los unibloques de Cóppola y el vecinalista de “Moreno Vive”, Julio Giménez.
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