Piensa en un frente grande si gana Alberto, que excluya a Lilita y recién defina un liderazgo en 2021. Pero no descarta migrar con los suyos al peronismo si su idea no avanza.
Emilio Monzó almorzó este mediodía con Horacio Rodríguez Larreta en el restaurant El Mirasol para repasar el escenario político y surgieron varias ideas para un 2020 que no va a ser fácil para ninguno si Mauricio Macri pierde en octubre, como garantizan todas las encuestas.
El jefe de Gobierno se mostró confiado en lograr su reelección el 27 de octubre, cuando enfrentará al kirchnerista Matías Lammens; mientras que Monzó le planteó un panorama político complejo para la oposición que viene si Alberto Fernández es presidente.
Según su análisis, la continuidad de Cambiemos no será tan fácil, porque la unidad de las tres fuerzas políticas que lo componen se basó en una expectativa electoral que dejaría de existir, y no habrá otra alternativa que agrupar a los líderes opositores en un frente "moderado".
Guerra de encuestas en Mendoza, en una elección clave para el futuro del radicalismo
Anota en esa lista a Larreta, a los gobernadores salientes gobernadores Alfredo Cornejo y Juan Manuel Urtubey, a Martín Lousteau (con quien cena una vez por semana), el intendente de Rosario Pablo Javkin y también a María Eugenia Vidal, con quien no tuvo buena relación en estos años pero no la imagina jubilándose.
Monzó no descarta terminar en las filas de Alberto, pero en una primera etapa considera que ningún opositor puede liderar por sí mismo y deben juntarse para las legislativas de 2021.
Cornejo no la tiene fácil: si el 29 de septiembre logra ganar su provincia con el intendente de la ciudad Rodolfo Suárez, deberá protegerlo sin exacerbar su rol opositor en el recinto. Si pierde deberá dar una batalla muy dura en la interna de la UCR, que presidirá hasta diciembre.
Monzó considera que ninguno de estos dirigentes tendrá volumen político para liderar a toda la oposición en los primeros meses, pero alguno puede prevalecer si en las elecciones legislativas de 2021 se hacen valer en sus provincias.
El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo.
La propuesta lo confirma fuera del PRO orgánico y con intenciones de recuperar un perfil peronista, lejos de la grieta y hasta con vocación de ayudar a Alberto en los primeros meses de su Gobierno. Lo llamó para felicitarlo y en la intimidad, cuentan quienes lo frecuentan, ni siquiera descarta sumarse formalmente a sus filas en algún momento.
Sigilosas negociaciones en Diputados para crear un bloque aliado de Alberto en diciembre
Como anticipó LPO, sus diputados nacionales cercanos, actuales y entrantes (como Juan Aicega y Sebastián García de Luca), sondean mezclarse en un bloque opositor con colegas cercanos a Urtubey, Roberto Lavgna y partidos provinciales, que pueda ayudar al nuevo presidente a sancionar leyes en su primer semestre.
El vínculo de Monzó con Urtubey no es nuevo y ya dejó sus rastros: su "sobrino político" Albi Czernikowski, recordado por su fugaz noviazgo con Karina Jelinek, supo integrar la mesa de campaña del salteño en las reuniones que había en la Casa de la Provincia.
Ante Larreta, el bonaerense sólo habló de una oposición amplia, plural y sobre todo, "moderada", su palabra predilecta, tanto que se encargó de buscar la máxima cantidad de sinónimos posibles para repetirlos con frecuencia.
El jefe de Gobierno no tiene esos planes. En el último mes se reunió varias veces con el radical Mario Negri para alentarlo a sostener la unidad de Cambiemos en diciembre y trabajar para su candidatura presidencial, siempre y cuando consiga su reelección en la Ciudad.
Si se repiten los resultados de las primarias, Cambiemos alcanzará hasta 110 diputados, un número altísimo pero que puede ser inocuo si el resto del recinto se reúne para seguir la agenda de Alberto. Elisa Carrió tendrá al menos catorce, mantiene una buena relación con Negri pero Monzó la quiere bien lejos. No es moderada.
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