Fue en Rivadavia en la noche del viernes. Aunque representan a distintas facciones de la UCR, piensan en una armado conjunto a futuro.
Fin de año a pura rosca para el ex el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Y con la rosca que más lo apasiona: la política de la provincia de Buenos Aires. Con la mente puesta en el armado bonaerense a futuro, Monzó despidió el año en la noche del último viernes del año, con una cena que compartió con un grupo de intendentes radicales del interior.
Fue un paso más del ex diputado para la construcción de su futuro político dentro de Juntos por el Cambio, pero mostrando diferencias con el PRO más puro y con la ex gobernadora, María Eugenia Vidal. Así como el grupo de intendentes que lo acompañaron son radicales, en rigor la estrategia nacional de sumar dirigentes y cohesionar a la UCR de todas las facciones es una idea que Monzó viene trabajando con Alfredo Cornejo, diputado nacional y reelecto presidente del centenario partido, y el senador Martín Lousteau.
El PRO nacional se reactiva desde febrero y planea el 2020 como oposición De la comida fueron parte los intendentes Guillermo Pacheco (Pellegrini), Martín Randazzo (General La Madrid), Miguel Fernández (Trenque Lauquen), Javier Reynoso (Rivadavia), Eduardo Campana (General Villegas), Franco Flexas (General Viamonte) y Calixto Tellechea (Florentino Ameghino). El encuentro de dirigentes fue en Rivadavia, donde el ex intendente local y actual diputado, Sergio Buil, fue el anfitrión.
Estas cenas se vienen haciendo todos los años, pero se realizaban en estricto secreto. Con la salida de Vidal de la Gobernación, en el entorno del ex presidente de la Cámara de Diputados decidieron darlas a conocer por primera vez. Las diferentes facciones de la UCR bonaerense estuvieron a la vista en la cena: Flexas forma parte del armado del radicalismo que no compartió las decisiones del ex vicegobernador, Daniel Salvador; mientras que, a la vez, Tellechea es de los más cercanos al ex vice de Vidal.
A la vez, Fernández había sido elegido, hace una semana, presidente del foro de intendentes radicales en Tandil. A ellos, aunque no estuvo presente, se puede sumar al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien selló un acuerdo con Monzó y sus seguidores hace quince días y que ya se expresa en la Legislatura bonaerense y en el futuro del armado político. Es que el diputado provincial Guillermo Bardón, del riñón monzoísta, armó el bloque Cambio Federal, junto a Walter Carusso, Fernando Pérez (ambos cercanos a Posse), y los peronistas Martín Domínguez Yelpo y María Elena Torresi. Monzó quiere seguir en Juntos por el Cambio, pero con un armado propio.
De todos modos, en términos de la UCR, se trata de un comienzo para que los intendentes comiencen a negociar, sin la intermediación de Salvador (a quien aún le reprochan haber puesto a su propio hijo, Sebastián, ex concejal, como diputado nacional), con el Gobierno de Axel Kicillof, en un proceso que, a nivel nacional, ya comenzaron a hacer los gobernadores, como el jujeño Gerardo Morales. Así, la idea que barajan muy cerca del ex legislador es que, durante el 2020, puedan seguir sumando dirigentes e intendentes a un armado autónomo del que encabezó Vidal, aunque dentro de Cambiemos.
En eso trabajan el diputado nacional, Sebastián García de Luca y los ex legisladores Nicolas Massot y Marcelo Daletto. Hay dudas sobre si será parte de esto la reelecta diputada Silvia Lospennato, quien trabaja hace más de diez años con Monzó, aunque el ex intendente de Carlos Tejedor la defiende ante las versiones de un alejamiento del grupo que le permitió crecer. “Nosotros, al menos, festejamos fin de año en la Provincia de Buenos Aires”, bromeaban en el entorno de Monzó, como conclusión del encuentro, en alusión a que Vidal se encuentra en París, de paseo.
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