"Este gobierno perdió las riendas de la administración y está en retirada. Ha abandonado la administración pública. Tienen un desorden que no pueden traducir de manera sencilla con los datos que tienen”, disparó ayer la vicegobernadora electa, Laura Montero, sobre la situación provincial y el difícil momento que atraviesa el gobierno de Francisco Pérez.
La actual senadora nacional radical diferenció lo que, a su entender, debería ser un proceso real de transición entre el saliente gobierno justicialista y el que viene, que estará a cargo de su correligionario Alfredo Cornejo.
“Una cosa es hablar por teléfono, recibir una comunicación informal, y otra es entrar sistemáticamente en las distintas áreas de gestión y ver cómo están, más allá de la cuestión financiera, que es asfixiante”, dijo ayer a la mañana a Radio Mitre.
Y continuó: “Como no hay una transición ordenada, hay déficit y están incumpliendo pagos, están intentando hacerse de recursos y no hay una proyección. No hay un presupuesto 2015 donde sepamos cómo se va a terminar. El diálogo no reemplaza a una transición inédita de seis meses, que daría la oportunidad de hacer algo y hay un quiebre de la información para acceder”.
Montero cree imprescindible volver a contar con estadísticas confiables para poder diseñar políticas. Y de ahí su obsesión por recuperar la independencia de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) una vez que asuman en diciembre.
“El principal de todos los males es la inflación, es la variable que te saca del juego. Cuando hay una inflación mentirosa, todo es subjetivo. Saber qué inflación vas a tener te permite ajustar la política fiscal. Hay que pedirle a la Nación que nos dé variables macroeconómicas que nos permitan ajustarnos a un cálculo real. Si a Pérez se le ha ido de las manos es porque no se ha parado donde se tiene que parar”, dijo la futura vicegobernadora.
En la entrevista que concedió a Mitre, también se tomó un tiempo para hablar de su relación con Cornejo, que ya en la campaña desde el PJ señalaban como mala.
“Alfredo sabe perfectamente quién soy yo, hemos sido compañeros de gestión. Alfredo es una persona inteligente que sabe que va a ir resolviendo situaciones complejas y que tendrá que sumar la mirada de gente que también pueda traducir los problemas, lo hemos hecho en campaña, trabajamos sumando los equipos”.
Y en este sentido, dejó en claro cuál será el rol de cada uno y también lo que espera de la relación entre ambos una vez que asuman: “Él será la máxima autoridad de la provincia y yo lo voy respetando en la toma de decisiones, dándole la mayor libertad para que elija a su equipo. Yo lo voy ayudando en la medida que él va abriendo las ventanas para ir dando el tratamiento. Tenemos una relación y sabemos del respeto interinstitucional, los dos somos responsables. Estas telenovelas que arman no sé de donde las sacan”.
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