El intendente y la directora de Anses siempre fueron rivales, pero supieron tener un diálogo cordial. Hoy no tienen diálogo y cada vez se distancian más.
Por Mariano Suárez
Guillermo Montenegro y Fernanda Raverta, rivales políticos directos desde 2019 cuando se enfrentaron por la Intendencia de Mar del Plata, siempre tuvieron un diálogo cordial. No cotidiano, pero sí fluido: ambos eran diputados nacionales y solían encontrarse cuando regresaban a la ciudad para la campaña. Incluso, una vez que el dirigente del Pro ganó la Intendencia hablaban por teléfono o intercambiaban WhatsApps por cuestiones vinculadas a la ciudad. Hoy, ese lazo se cortó.
“Lo único que les interesa es hacer daño”, dicen desde el entorno del jefe comunal. “Montenegro se victimiza para tratar de tapar que la gestión es muy mala”, replican cerca de la directora Ejecutiva de Anses.
“Solo les importa hacer daño”
¿Qué pasó? Las versiones cambian de acuerdo a las fuentes consultadas. El intendente endureció su discurso contra la oposición durante la campaña electoral y desde entonces sostuvo una mirada crítica del andar del Frente de Todos. Acusó al principal bloque opositor de poner palos en la rueda, de no aportar ideas y de oponerse a las iniciativas sin argumentos sólidos.
Esa estrategia no fue sólo de campaña: los principales alfiles políticos del intendente redoblaron la apuesta luego del contundente triunfo electoral que el oficialismo consiguió en noviembre en Mar del Plata. La mano derecha del intendente y actual senador Alejandro Rabinovich fue siempre la espada principal; Agustín Neme fue otro de los más críticos y, recientemente, el expresidente el Concejo y actual senador Ariel Martínez Bordaisco disparó munición pesada luego de que el FdT se abstuviera de apoyar a Marina Sánchez Herrero para la presidencia.
Lejos de los micrófonos, las críticas son más despiadadas. “Les quedan dos años para hacer miserable a Montenegro. Sólo les importa hacer daño”, analiza un dirigente del Pro que asegura que en 2023 el oficialismo tendrá mayoría propia en el cuerpo legislativo.
La hipótesis no es arriesgada: Juntos pondrá en juego sólo tres bancas (Agustín Neme, Liliana Gonzalorena y Marianela Romero) y con sumar cuatro tendrá mayoría. Eso se cumplirá si logra mantener a todos los concejales de su lado: en este período podría haber tenido mayoría, pero Nicolás Lauría y Alejandro Carrancio se alejaron del oficialismo enojados con el intendente y se volvieron férreos opositores. “Hoy tenemos un interbloque más homogéneo”, se atajan.
Más allá de lo que se vivió en la sesión preparatoria para designar las autoridades del Concejo Deliberante, en el oficialismo local utilizan lo ocurrido en el Consejo Escolar para graficar la situación que describen. “Hace dos años, Fernanda y Montenegro se juntaron y dijeron: Vos ganaste la ciudad, el Consejo Escolar es tuyo. En esta elección, compraron a un consejero escolar. Natalia Russo es el símbolo de lo que quieren hacer”, afirman.
Russo fue electa por Juntos de la mano del Partido Fe de Nicolás Lauría. Tras el recambio de noviembre, en un acuerdo entre el Frente de Todos y el sector de Crear fue nombrada presidenta del cuerpo, en medio de feroces críticas de las consejeras de Juntos, que pidieron su renuncia.
A diferencia de lo que ocurría hasta hace algunos meses, el discurso del oficialismo local se completa con tímidos elogios (pero elogios al fin) al gobernador Axel Kicillof y su equipo. “El otro día estuvieron muy bien juntos. Todo lo que charlaron fue lógico y razonable. También saben que en provincia tienen una oposición razonable, no como tenemos nosotros en lo local”, advierten. Destacan, particularmente, la figura del nuevo jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde.
“La gestión es muy mala”
En el Frente de Todos tienen otra visión de la coyuntura política. Creen que no hay tal dureza extrema en el espacio y que se trata de una estrategia comunicacional del intendente y su equipo para tapar los problemas de gestión.
“Montenegro hace de la victimización una política. Es la misma línea discursiva que tuvo en la campaña. No importa que recibió 400 millones de pesos de Anticipos del Tesoro Nacional o que General Pueyrredon esté en el lugar 15 de los municipios que más fondos para obra pública reciben”, dicen cerca de Raverta.
Aunque ya pasaron más de 10 días, lo ocurrido en la sesión en la que Marina Sánchez Herrero fue elegida presidenta del Concejo Deliberante, sin el apoyo de la oposición, para el Frente de Todos fue una “muestra de fortaleza” y no un ataque a las instituciones, como deslizó el oficialismo.
En medio de la convulsión nacional dentro de la coalición de gobierno, en el FdT local creen que es positivo se haya podido ordenar el trabajo en Mar del Plata, “en un solo bloque”, con Ariel Ciano, del Frente Renovador, dentro de la bancada.
También rechazan que Marina Santoro, la presidenta del bloque, haya sido elegido en pos de endurecer el discurso como plantea la oposición (“Al lado de Santoro, Marcos era un diplomático”, bromea un dirigente de Juntos). “Tenemos una postura firme. La tenía Marcos y la va a seguir teniendo Marina”, dijo un dirigente de peso dentro del FdT, que remata: “La gestión es muy mala y eso es lo que queremos dejar en evidencia. Si la gestión mejora, nosotros tendremos otra actitud”.
Un integrante del bloque agrega que el objetivo del oficialismo es "bajarle el precio" al FdT al hablar sólo de La Cámpora. "El bloque tiene a la CGT, al Cholo que es del Frente Renovador. Es mucho más amplio de lo que quiere plantear", dice.
Más allá de la tarea absorbente que tiene al frente de Anses, Fernanda Raverta, sigue con especial atención todo lo que ocurre en Mar del Plata. No sólo porque es su pago chico y por la influencia que tiene dentro del Frente de Todos. Hay otra razón: su sueño de ser intendenta en 2023 sigue intacto. “Le va a asignar especial importancia a Mar del Plata y cree que la mala gestión local le abre una puerta”, afirman cerca de la funcionaria nacional.
AM, el árbitro
El logro del Frente de Todos en aquella sesión de designación de autoridades del cuerpo legislativo es que logró que Acción Marplatense, hasta ese entonces un socio clave para el oficialismo, se uniera al resto de la oposición y no votara a Marina Sánchez Herrero. ¿Qué rol sostendrá durante los próximos dos años? Es la gran incógnita.
El oficialismo tiene once concejales; el Frente de Todos, nueve y Crear dos. El once a once lo rompen –para un lado o para otro- los dos votos de Acción Marplatense, que será árbitro en las principales batallas legislativas.
La discusión por las comisiones está fortaleciendo ese rol. Aunque todavía no están cerradas, el partido liderado por Gustavo Pulti será el que defina las mayorías hacia un lado o hacia otro. En el oficialismo, no creen que ese acercamiento al Frente de Todos se convierta en una constante. “Algunas cosas acompañará y otras votará en contra, como hizo hasta ahora”, dicen.
En el Frente de Todos, al igual que lo había hecho un dirigente de AM, también admiten un diálogo más fluido en esta etapa. “Nosotros vamos a trabajar esa relación. Todo lo que podamos acordar lo vamos a hacer”, dicen. La estrategia eleva las acciones de Pulti y en el principal espacio opositor lo saben. Pero creen que el beneficio de unificar los 13 votos de la oposición es mayor.
¿El Presupuesto en 2022?
El deseo el oficialismo era que el Presupuesto 2022 comience a ser discutido este año, pero hasta el momento las negociaciones para conformar las comisiones no llegaron a buen puerto. Desde todos los sectores hablan de avances, pero nadie se anima a dar certezas. En medio de esa incertidumbre, es un hecho que el debate formal comenzará en enero.
No obstante, la oposición ya hizo pública su mirada crítica por el aumento de tasas que propuso el Ejecutivo local: 45%. El secretario de Gobierno Santiago Bonifatti defendió la propuesta con la suma bianual: “En los últimos dos años, el aumento estará entre 15 y 20 puntos debajo de la inflación”.
El Frente de Todos, que había advertido que la demora en la presentación del presupuesto era para ocultar la suba de tasas hasta después de las elecciones, ratificó ese anuncio. “Siguen aumentando siempre a los mismos contribuyentes y los servicios no mejoran en absoluto”, dijo Santoro, mientras que Virginia Sívori habló de una suba del 1200% en los seis años de gestión de Cambiemos en la ciudad.
Desde el oficialismo cuestionaron la “doble vara” del FdT local: “Sólo miran Mar del Plata. Distritos como La Costa también suben, incluso por arriba de nosotros. Hasta el Puerto, que manejan ellos, dispuso aumentos del 58% en los cánones”.
En la vereda de enfrente esquivan esa bala. “Es un tarifario a empresas, no a los vecinos. Hay una gestión en el Consorcio que está acomodando desfasajes de hace años y entre eso estaban los cuadros tarifarios”, responden.
Es difícil decir que en política que hay cuestiones definitivas, porque hay sobradas muestras de cambios abruptos e inesperados. Pero la realidad muestra que hoy la grieta se profundizó y la afinidad que supieron tener Guillermo Montenegro y Fernanda Raverta ya no existe.
Comentá la nota