El intendente no da pistas sobre su futuro electoral y deja trascender que todo puede pasar. En JxC entienden los tiempos, pero creen que irá por la reelección. Apuntes sobre el discurso y el contexto. La gestualidad de Raverta, en línea con sus declaraciones.
Por Ramiro Melucci
“Sería un quilombo bárbaro”. Un hombre de Juntos por el Cambio no encuentra palabras más elegantes cuando lo instan a imaginar un escenario electoral sin Guillermo Montenegro como candidato a la reelección. Su percepción es, en rigor, una sensación general en las principales fuerzas que componen el oficialismo vernáculo: en el PRO, la UCR y la Coalición Cívica no ven otra opción que garantice la paz interna.
Ninguno, sin embargo, reniega de los tiempos del intendente. Identifican una serie de circunstancias que le permiten estirar el misterio. En primer lugar, la de ser el candidato natural del espacio. El que nadie discute, el que “tendría allanada la continuidad”, según analizan con conocimiento de encuestas.
En segundo lugar, la indefinición de las candidaturas nacionales y provinciales de la coalición. La posible PASO entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, la que se presentaría en la provincia de Buenos Aires, el rol de Mauricio Macri y las definiciones que puedan tomar el radicalismo y Elisa Carrió configuran un combo que genera incertidumbre. “¿Por qué, ante semejante panorama, Montenegro debería decir ahora que va a ser candidato?”, pregunta otro dirigente de Juntos por el Cambio que cree interpretar la estrategia del intendente y de su mesa chica para desviar la atención.
“Me cuesta pensar que no se presente”, dice otro protagonista indiscutido del oficialismo local. Y agrega: “Cualquier candidato nacional o provincial pedirá que Mar del Plata le aporte la mayor cantidad de votos posibles, y eso es lo que se garantizarían con Montenegro”.
Hay quienes piensan que el intendente posterga el anuncio para negociar de mejor forma la representación que tendrá Mar del Plata en la lista seccional y en la nacional. El liderazgo en una ciudad clave del interior bonaerense le permitiría elegir hombres de su confianza.
“¿Y dónde jugaría, si no?”, lanza con la certidumbre de que no hay respuesta para esa pregunta otro hombre de JxC. Argumenta que una decisión que nadie espera y convulsionaría el ambiente debería ser informada con suficiente antelación en el interior de la coalición, y que en cambio la definición natural no necesita preámbulos. Ante la falta de palabras, a la política le alcanza como señal con ver las fotos del intendente en sus recorridas por los barrios, con verlo encabezar lo que puede denominarse “la campaña de la gestión”.
Cerca del jefe comunal insisten, sin embargo, en que todas las posibilidades están abiertas. Como anticipó LA CAPITAL, Montenegro tampoco dio pistas sobre su futuro electoral en la inauguración de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, donde pidió que no midan el éxito de su gestión por las obras, sino por las trabas que eliminó para que se genere empleo en el sector privado.
Por momentos brindó una visión de gobierno de corte liberal: “Los gobiernos prohibicionistas, paternalistas, que ponen trabas constantemente, no van más”, dijo. Y poco después agregó: “El aumento de la oferta, sea en el rubro que sea, no solo genera un aumento multiplicador en la economía, sino que también le da a la gente la libertad de elegir y genera competencia”.
A la política le alcanza como señal con ver las fotos del intendente en sus recorridas por los barrios, con verlo encabezar lo que puede denominarse “la campaña de la gestión”.
Volvió a cuestionar (sin nombrarlo) al kirchnerismo por los “palos en la rueda” y ratificó que, a su entender, la Nación y la Provincia discriminan a Mar del Plata por su color político. “Un Estado presente no es un Estado asistencialista, que regala, es un Estado que acompaña al privado”, refutó un lema del Frente de Todos que suele blandir en la ciudad la directora de la Anses. También cuestionó a Acción Marplatense cuando habló de cómo las gestiones anteriores abordaban la problemática del desempleo. “Tiraban la pelota afuera”, lanzó. Es decir que Fernanda Raverta y Gustavo Pulti, sus dos principales rivales, sobrevolaron tácitamente los pasajes críticos del mensaje.
En algunos de los que le sirvieron para remarcar los logros de la gestión local excluyó el contexto. Estableció a las políticas municipales de disminución de trabas y pasos burocráticos para la habilitación de comercios e industrias como punto medular para la generación de empleo. Ubicó en ese marco el crecimiento del Parque Industrial. “Solamente en 2022 adjudicamos 200.000 metros cuadrados, después de cinco años en que no se recibían nuevas empresas allí”, puntualizó. Para explicarlo de manera completa habría que rastrear datos del discurso del presidencial: la industria encadenó 15 meses de subas continuas y el empleo industrial alcanza el nivel más alto desde junio de 2018; acumula 29 meses consecutivos de expansión.
Algo similar ocurrió con el aluvión de turistas de esta temporada. El que escuchó el discurso puede quedarse con la sensación de que únicamente las políticas promocionales del municipio lograron el fenómeno. Como si fuera casualidad que otros destinos hubieran alcanzado también un récord de turistas. Como si no existiera un contexto que favorece el turismo interno a partir del encarecimiento de los viajes al exterior. Como si tampoco hubiera impulso nacional y provincial.
La alusión al desembarco de Lamb Weston también obvió reconocimientos para otras gestiones. El mérito es de lo que se hizo desde el municipio y de la sinergia entre privados, planteó –palabras más, palabras menos– Montenegro en su mensaje, en uno de los tramos que más indignó al Frente de Todos.
Raverta procura no dejarle toda la escena a Montenegro y también saca a relucir sus méritos. Festejó desde los palcos de la Cámara de Diputados la aprobación de la moratoria previsional. No es casual que lo haya hecho con Marcos Gutiérrez, el delegado de Anses en Mar del Plata, a su lado. Ni que en los días posteriores realizara un raid por medios locales para resaltar el dato de que 13 mil marplatenses podrán jubilarse con la nueva ley. La gestualidad de la directora del organismo previsional y jefa del Frente de Todos en Mar del Plata coincide con lo que declara: quiere ir otra vez por la intendencia.
Un día antes no se le despegó a Axel Kicillof en su visita a Mar del Plata. Tomó el micrófono en las tres actividades de la agenda pública que encabezó el gobernador: un plenario de centrales obreras, un encuentro con empresarios del sector turístico y una conferencia de balance de la temporada. El mandatario provincial dejó un recado para sazonar la campaña: “Hay un gobierno local que le da la espalda a los trabajadores”. La respuesta fueron los reproches y el ninguneo que consumó el intendente en la inauguración de las sesiones.
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