El intendente se alinea a la táctica de los bloques que acompañan con disidencias las políticas del Gobierno. Pero se vio obligado a reaccionar ante los claros perjuicios para Mar del Plata. Alianzas con gobernadores y alcaldes del interior en puerta.
Por: Ramiro Melucci.
Mauricio Macri acompaña. Patricia Bullrich es parte. Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal dialogan. Rogelio Frigerio conversa. Jorge Macri edifica una alianza. Ese puñado de nombres propios alcanza para describir la convivencia amistosa que el PRO mantiene con el gobierno de Javier Milei. El intendente Guillermo Montenegro no se aparta de esa estrategia partidaria (se anota entre los que dialogan), pero en las últimas semanas debió ponerse firme para que no se aprueben capítulos de la ley ómnibus con nítidos perjuicios para Mar del Plata.
La reunión de principios de mes con el ministro del Interior, Guillermo Francos, para tratar de consensuar los cambios en la actividad pesquera junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, se inscriben en la intención de mantener una buena relación con el Gobierno. Las cosas no salieron como se esperaba. Las modificaciones no convencieron al sector, por lo que el jefe comunal, después de compartir el espíritu de la reforma, terminó pidiendo que se retire todo el capítulo. En un momento del fin de semana pasado, en el gobierno municipal creían que Francos se iba a encargar de hacerlo. Pero el Gobierno no anunció nada en esa dirección, sino que ratificó los grandes trazos del capítulo pesquero.
Cerrada la vía del Poder Ejecutivo, Montenegro, que ya venía hablando con los diputados de su partido sobre el asunto, exploró a fondo la legislativa. En su entorno cuentan que presionó fuerte. Mencionan que hizo notar el tendal de desocupados que ocasionaría la medida en Mar del Plata, y le atribuyen una frase cismática: “Si esto sale con los votos del PRO, yo me voy del partido”. Le salió bien. Una foto de los referentes de los bloques dialoguistas de Diputados junto a Alejandro Rabinovich y Fernando Muro, de la que también participó Maximiliano Abad, selló el compromiso de votar contra los cambios en la pesca. Ahora solo falta que se consume en el recinto. Recién cuando eso ocurra se esfumará por completo la incertidumbre en el sector.
Pese al revés de la primera tratativa con la administración libertaria, en el municipio aseguran que la predisposición al diálogo no muta. Siguen destacando el vínculo con Francos (no le adjudican a él la cerrazón oficial), el natural con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el que mantienen con Luis Petri, el de Defensa. Hasta hace unos días en el listado de nombres con buenas relaciones incluían a Guillermo Ferraro, el ministro de Infraestructura eyectado por Milei. No aparecen, en cambio, ni el ministro de Economía, Luis Caputo, ni el asesor en desregulación económica, Federico Sturzenegger.
Cerca del intendente mencionan que hizo notar el tendal de desocupados que ocasionaría el capítulo de la pesca en Mar del Plata, y le atribuyen una frase cismática: “Si esto sale con los votos del PRO, yo me voy del partido”.
Como en el capítulo de la pesca, el intendente también reaccionó de acuerdo a lo esperado ante la eliminación de los descuentos por Zona Fría para los usuarios del gas de Mar del Plata. Se trata de un asunto que en su momento impulsó el kirchnerismo y no genera unanimidad en el partido amarillo, pero en el municipio razonan que, si aquellos de Juntos por el Cambio que hace dos años y medio votaron por la ampliación de la Zona Fría son coherentes con ellos mismos, a La Libertad Avanza tampoco le alcanzarán los votos para aprobar esos artículos de la ley.
En medio de las conversaciones con los diputados, el intendente montó en cólera al ver cómo periodistas de La Nación + se mofaban de su pedido de continuidad de Zona Fría. “¿Mar del Plata zona fría?, ¿me estás cargando?”, preguntó una de ellas, sin duda sin haber arrimado a la ciudad en invierno. El gobernador de Chubut, su aliado en el asunto pesquero, formaba parte del panel y no sabía qué cara poner. El intendente estuvo a punto de responder a través de las redes sociales. Lo frenaron.
El tema ya es una preocupación institucional por los tejes y manejes que se hicieron con el dictamen. Los artículos que eliminan la Zona Fría se habían borrado y aparecieron como por ensalmo unas horas después. Gobernadores e intendentes de localidades frías esperan que en la sesión vuelvan a suprimirse.
Junto a otros, Montenegro propició un Zoom para abordar la problemática del transporte urbano. Se conectaron los alcaldes de Rosario, Santa Fe, Paraná, Rafaela, Corrientes, Salta, Río Cuarto y Córdoba. Acordaron pedir una audiencia con el secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, para solicitarle una redistribución más equitativa de los subsidios.
Todos tienen el mismo problema: así como están repartidos los aportes del Estado, los boletos en el interior se irán a precios exorbitantes. Sospechan que el Gobierno podría aceptar la propuesta de que el subsidio, en lugar de a las empresas, vaya directamente a los pasajeros.
Pesca, Zona Fría y transporte. Los tres planteos están atravesados por un mismo reclamo de fondo: que los gobiernos nacionales dejen de mirar la política desde el AMBA y tomen en cuenta al interior. Con ese propósito, a Montenegro lo tienta la idea de formar parte de una alianza con gobernadores e intendentes de grandes ciudades.
La marcha convocada por las centrales obreras fue multitudinaria en la ciudad.
Mientras, su bloque del Concejo debe determinar los pasos a seguir con el aumento del 187% que pidieron los transportistas. El tratamiento comenzará mañana, en la comisión de Movilidad Urbana. En el municipio dicen que la mejor forma de imaginar lo que puede ocurrir es mirando el porcentaje de inflación desde el último incremento, decidido por el intendente a fines de noviembre. Rige desde el 8 de diciembre. Con lo cual, la intención oficial se ubicaría muy por debajo de la expectativa empresarial.
A la aprobación de los proyectos del gobierno local y el consabido rechazo del kirchnerismo, el bloque del intendente va sumando otras facetas. Se alinea con entusiasmo a la estrategia de evitar confrontaciones con la administración nacional. La mejor muestra tuvo lugar en la comisión de Turismo. Su presidente, el massista Ariel Ciano, promovió la aprobación de un expediente para rechazar los cambios que el DNU y la ley ómnibus proponen para el sector turístico. También el de otro para solicitar la continuidad del programa Previaje. Pese a que contaba con el aval de Acción Marplatense, ninguno de los dos prosperó. La mayoría de Juntos por el Cambio los detuvo.
La oposición peronista también va más allá de la crítica a Montenegro. Participó activamente del paro contra las políticas de Milei convocado por las centrales obreras. Los concejales de Unión por la Patria y el Frente Renovador directamente no fueron esa mañana a la comisión de Deportes, que igual sesionó con la presencia del oficialismo local y La Libertad Avanza. Después, a varios de ellos se los vio en la movilización, la más masiva de los últimos tiempos en Mar del Plata.
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