La legisladora encabezó un encuentro contra los discursos de odio.
En la Legislatura porteña se realizó el lunes la primera mesa de trabajo contra los discursos de odio convocada por la legisladora del Frente de Todos (FdT) y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Victoria Montenegro. Allí se abordaron los principales aspectos acerca del incremento de los ataques de odio que se vienen sucediendo en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el encuentro, Montenegro expresó que “desde hace tiempo venimos observando un aumento de situaciones de vandalismo contra elementos que visibilizan la memoria colectiva de nuestro pueblo. En 2021, según un estudio del Conicet, un 26 por ciento de los ciudadanos acepta los discursos de odio y para un 17 por ciento le son indiferentes. Esto significa que el 43 por ciento de la población acompaña estos discursos. Se trata de números preocupantes”.
El evento se desarrolló en el Salón Montevideo y contó con la presencia de representantes de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, políticas, sindicales, funcionarios nacionales y de la Ciudad, colectivos migrantes. Fue así que estuvieron presentes la secretaria de Derechos Humanos de la Ciudad Pamela Malewicz, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Nicolás Rapetti, los legisladores del Frente de Todos Claudio Ferreño, Javier Andrade, Claudio Morresi y Maru Bielli, Martín Fresneda del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, la ex jueza federal María del Carmen Roqueta, la representante de la Unidad de Derechos Humanos del Consejo de la Magistratura Virginia Croatto, entre otras y otros.
Según se planteó en el encuentro, la Mesa contra los Discursos de Odio se reunirá mensualmente para analizar el estado de situación respecto a esto discursos y cuáles serán las principales medidas de acción para revertirlos.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación agregó que los ataques recientes “nos interpelan para entender que los Derechos Humanos no son algo del pasado. Por el contrario, tenemos que trabajar fuertemente en el presente para combatirlos. Lamentablemente, estos discursos ya no solo aparecen mediáticamente, sino que ahora también tienen representación institucional”.
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