El arzobispo reunió a dirigentes oficialistas y opositores en un encuentro de discusión. "Es indispensable que se considere al poder político como un servicio", planteó el prelado. Reclamó dejar de lado la confrontación.
Anoche, el prelado presidió una particular actividad que reunió a una veintena de actores públicos de la provincia, tanto del oficialismo como de la oposición. El evento, coordinado por la fundación Generación Ciudadana, se concretó en una sede que la Iglesia Católica posee en calle San Lorenzo al 400. La fundación es una institución creada por jóvenes estudiantes en 2009, con el objetivo de generar espacios abiertos de reflexión, discusión, consenso y articulación, "donde puedan concretarse acciones que tiendan al cultivo del espíritu ciudadano".
Monseñor Villalba y el vicario general de la Arquidiócesis, Melitón Chávez, abrieron la jornada de reflexión y de diálogo. Definieron el evento como la generación de un espacio abierto de discusión y de consenso. Monseñor Villalba agradeció la presencia de los dirigentes y celebró la apertura al diálogo. De inmediato, centró su discurso de casi 40 minutos en la relación que debe sostener a la Iglesia Católica con la política, y recordó la trascendencia del Concilio Vaticano II, aquel encuentro ecuménico convocado por el papa Juan XXIII en los primeros años de los 60.
Si bien reconoció que la Iglesia y la política ocupan esferas diferentes, monseñor se refirió a una "relación recíproca". "La Iglesia no debe suplantar al Estado, pero sí involucrarse con las necesidades de la gente. No debe meterse en la política, pero sí reforzar los valores", mencionó.
Luego, reclamó a los actores políticos un mayor compromiso social. "Es indispensable que se considere al poder político como un servicio y que los políticos sean honrados, que trabajen para el bien común y no para el personal", planteó el arzobispo. De inmediato, en alusión al clima de conflictividad política, el prelado destacó la importancia de la "amistad social" por sobre la confrontación, y del diálogo como expresión de la civilización. "Porque hay que pasar de un modelo de conflicto a otro de convivencia", arengó.
Tras el discurso de monseñor Villalba, los referentes políticos locales fueron divididos en seis grupos de trabajo y deliberación, los que fueron coordinados por los miembros de Generación Ciudadana. De rigor, todos los asistentes debieron responder tres preguntas básicas: ¿qué lo impulsó a la actividad política?, ¿cuáles podrían ser dos prioridades de la agenda política para 2011?, y ¿cuál será tu aporte para las elecciones generales que se realizarán el próximo año?.
De inmediato, los actores se sentaron en sillas especialmente dispuestas para el trabajo en comisión. Al final, se leyeron las principales conclusiones.
Entre chupetines y sanguchitos
Colores decisivos.- Los organizadores de la jornada convidaron chupetines a los asistentes. Lo curioso es que la elección del caramelo resultó decisiva para la conformación de los grupos de trabajo: según el color, trabajaron juntos o separados. La mayoría optó por degustar los chupetines.
El equipo oficialista.- Entre los aliados a la Casa de Gobierno asistieron el senador Sergio Mansilla y el diputado Alfredo Carlos Dato; el vicepresidente primero de la Legislatura, Armando Cortalezzi; los legisladores Fernando Juri Debo y Susana Montaldo; el ministro de Economía, Jorge Jiménez; el secretario de Planeamiento, Julio Saguir; el de Gobierno, Marcelo Caponio; el concejal Hugo Cabral y el subsecretario general de la Gobernación, Ernesto Salas.
El cuadro opositor.- De los dirigentes enfrentados al Gobierno, estuvieron los diputados radicales Norah Castaldo y Juan Casañas; los legisladores Federico Romano Norri (UCR) y Luis José Bussi (Republicano Fundacional); el concejal José Costanzo (Partido Autónomo); los referentes del Peronismo Federal Julio César Díaz Lozano y Florencio Aceñolaza; los peronistas disidentes Enrique Romero, Francisco Cirnigliaro y Alejandro Sangenis; el ex diputado radical Alfredo Neme Scheij; el ex vicegobernador bussista Raúl Topa; y el presidente de Pueblo Unido, Gumersindo Parajón.
En el mismo tren.- De los opositores, el Acuerdo Cívico y Social fue mayoría: asistieron Sandra Manzone (ARI), Héctor Monayer (Unión por Todos), Rodolfo Succar (socialismo), José Manuel Páez (Democracia Cristiana), Raúl Moreno (vicepresidente de la UCR) y Juan Robles (UCR)
Discusiones y apetito.- En algunos grupos se dieron caldeadas discusiones, aunque siempre en buenos términos. Amenizaron los debates con los platos de sanguchitos de miga, que quedaron vacíos
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