La intendenta Mónica Fein propuso ayer al Concejo aumentar el boleto a $4,80. La idea del Ejecutivo supone una suba del 33,5 por ciento respecto a la tarifa vigente (3,60) desde diciembre pasado. La Intendencia justificó el pedido por el incremento de los costos del último bimestre tras la devaluación, que llevó el boleto real a más de 5 pesos. El escenario para el oficialismo no será sencillo en el Palacio Vasallo: le faltan al menos 4 votos para forzar un desempate, y todo el arco opositor ya puso reparos a acompañar un nuevo aumento del cuadro tarifario.

El mensaje del municipio ingresó ayer al cuerpo. La propuesta fija en $4,80 la tarifa básica, $4,40 el boleto de uso frecuente; $5,50 con cambio justo y en $2,40 el viaje para las franquicias estudiantiles.

El pedido se basa en el último estudio de costos, que arrojó un valor neto por pasajero a $5,02. En el último bimestre subió fuerte el precio del combustible, que pasó de $2,35 a $3,30; el valor de las unidades (25 por ciento) y los costos financieros generados por la compra de colectivos (33 por ciento).

El presidente de la bancada socialista, Manuel Sciutto, adelantó que el miércoles próximo, cuando se reúna la comisión de Servicios Públicos tras los feriados de carnaval, el oficialismo impulsará su tratamiento.

"No podemos esperar mucho tiempo, la brecha entre lo que pagan los usuarios y el costo real es tan grande que pone en peligro el sistema", advirtió el edil del PS.

En la comisión de Servicios Públicos el oficialismo tiene mayoría (4 votos sobre 7). Pero no forzará sacar el mensaje de Fein sin tener certezas de que tendrá los votos en el recinto.

Allí, sobre 24 voluntades, el Frente Progresista cuenta con 8 escaños. Necesita al menos 4 para forzar un desempate.

El escenario para el oficialismo es complicado. La mayoría de las bancadas opositoras ya puso reparos a discutir un nuevo aumento del boleto, a sólo dos meses y medio del último incremento.

Desde el PJ, el edil Osvaldo Miatello anunció que rechazará la propuesta de Fein. "Si pensamos que el boleto estaba a principios de diciembre a $3,20, esto implica en tres meses un aumento del 50 por ciento. Es imposible de votar", argumentó por La Ocho.

Además, el vicepresidente del Ente de la Movilidad planteó "la necesidad de esperar la reunión paritaria de los choferes de la UTA y la necesidad de preservar el bolsillo de la gente".

El radical Jorge Boasso fue aún más crítico. "Acá hubo un acuerdo entre el empresario Agustín Bermúdez, que forzó un paro de la UTA, y la intendenta para aumentar la tarifa. Nuestro bloque no votaría un boleto a $4,80 ni borracho", lanzó.

Boasso apuntó que ese valor "representa casi un 50 por ciento de suba en 60 días, cuando ningún trabajador tuvo ese aumento en dos meses y cuando hasta el índice de inflación más elevado estuvo muy por debajo", enfatizó.

Para Boasso, la intendenta "es una señora desorientada que viene cometiendo horrores reiterados en el transporte público y quiere trasladar todas sus falencias hacia el bolsillo de los pasajeros".

Según el concejal Rodrigo López Molina (PRO), el planteo de Fein "es a todas luces inviable. No podemos acompañar otra suba del transporte cuando además el servicio que se le presta a los vecinos es muy deficitario".

El edil macrista recordó que su bancada advirtió en diciembre "que en un contexto inflacionario este escenario de nuevo ajuste de la tarifa se iba a dar y por eso propusimos buscar otras vías de financiamiento, recurriendo al aporte del Estado provincial".

López Molina dijo que "sería imprudente aumentar ahora el boleto cuando aún no se cerró la paritaria con los choferes de la UTA y eso impacta fuerte en la estructura de costos" del sistema de transporte.