La Corte Suprema había rechazado un recurso de José Antonio Solá Torino, por lo que el ex camarista debía comenzar a cumplir una condena de seis años de prisión
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a seis años de prisión dictada por el Tribunal Oral Federal de Salta contra el ex camarista federal José Antonio Solá Torino, quien había sido hallado culpable de recibir coimas de un narcotraficante para que levantara una orden de captura en su contra. Cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llegó a su casa para detenerlo -y que de esa forma comenzara a cumplir su condena-, Solá Torino se suicidó.
Los jueces de la Corte Elena Highton, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti rechazaron el recurso de queja de Solá Torino contra la denegatoria del recurso extraordinario firmada por la Sala I de Casación, que en diciembre de 2017 había confirmado la sentencia de seis años de prisión de cumplimiento efectivo dictada por el Tribunal Oral Federal de Salta en 2016.
La investigación que llevó adelante el fiscal salteño Ricardo Toranzos determinó que en 2007 Solá Torino había cobrado una coima de 15 mil pesos para levantar el pedido de arresto que pesaba sobre José Miguel Farfán, quien en 1999 había sido condenado por el tráfico de 400 kilos de droga. Farfán, descripto por los salteños como el narcotraficante más importante de la región, ahora está detenido.
Se llegó a descubrir el entramado debido a que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizaba escuchas telefónicas a mujeres del entorno de Farfán. Por entonces Farfán que estaba prófugo, necesitaba que le levantaran su pedido de captura porque tenía que cobrar personalmente un cargamento de cocaína que había enviado a Europa.
En uno de esos llamados las mujeres lo pusieron en contacto con el que iba a resolver el problema de la captura. Para los investigadores no hubo dudas, era Solá Torino, presidente por entonces del único Tribunal Oral Federal de Salta que tenía a su cargo los casos de narcotráfico. El ex juez estaba también a cargo de la Ejecución de las condenas. Solá Torino tenía 68 años y había llegado a la Justicia debido a su extensa relación con la dirigencia del Partido Justicialista salteño.
En las escuchas se determinó que Solá Torino alertó de la investigación a las mujeres del entorno de Farfán. Toranzos pidió el allanamiento de los domicilios de las mujeres y detrás de unas máscaras que decoraban el living, hallaron los oficios firmados por Solá Torino que ordenaban el cese de la captura de Farfán. El pago había sido- en principio- de 15.000 pesos. El juez los había vendido.
El primer juez del caso, Abel Cornejo, se excusó porque conocía a Solá Torino. El segundo juez Miguel Medina procesó a Solá Torino por el delito de cohecho agravado. A pesar del procesamiento el Consejo de la Magistratura de la Nación no lo suspendió. Siguió siendo juez de un Tribunal Oral Federal procesado por cohecho. El procesamiento fue confirmado por la Cámara Federal de Salta y recién entonces el Consejo de la Magistratura lo suspendió. Solá Torino presentó su renuncia y al quedarse sin fueros estuvo detenido tan solo unas semanas.
En 2010 el caso fue elevado a juicio, pero recién en 2016 se pudo iniciar el debate oral y público. En el juicio Toranzos acusó junto los fiscales generales Carlos Amad y Francisco Snopek. Fue condenado a seis años de prisión. Y apeló a Casación.
La Sala de Casación que revisó la condena en 2017 estaba integrada por Eduardo Riggi, Ana María Figueroa y Liliana Catucci. En aquel entonces fueron durísimos contra Solá Torino, quien al momento de recibir la coima era camarista federal. “En el caso aquí analizado, el juez no cumplió sus funciones en el ámbito del control de cumplimiento de la pena de una persona condenada por un delito (un delito grave, cabe añadir) con fidelidad y apego a la ley”, decía uno de los votos. Y agregaba: “Por el contrario, actuó con venalidad pues a cambio de una suma de dinero dictó un auto en violación a la ley y de ese modo, además, traicionó los principios éticos y de rectitud que se le imponían, a la vez que perjudicó al Estado como legítimo depositario de la administración de justicia y a la sociedad toda”.
Luego de que la Casación le denegó el recurso extraordinario, el condenado presentó una queja ante la Corte Suprema, que abrió el recurso en 2018. Luego de abrir la queja, la Corte la rechazó en el fallo firmado anteayer.
Notificada la justicia salteña de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el fiscal Amad pidió la inmediata detención de Solá Torino. El Tribunal Oral Federal I de Salta emitió el viernes por la tarde la orden de detención que fue recibida por la PSA. Cuando los integrantes de esa fuerza de seguridad llegaron a la casa de Solá Torino -pasada la medianoche- nadie respondía a los llamados. Pidieron autorizaron a la justicia para derribar la puerta y entrar. Cuando entraron escucharon una detonación. Y luego -según explicaron fuentes judicailes salteñas a Infobae,- hallaron muerto a Solá Torino. Se había pegado un tiro.
A 13 años de haberse descubierto que Solá Torino cobraba coimas de un narcotraficante y cuando iba a comenzar a cumplir su pena de seis años de prisión, el ex juez se suicidó.
Por Omar Lavieri
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