La Legislatura bonaerense avaló la reforma de la ley que pone límites a las reelecciones de los cargos electivos. En Diputados, la votación para dar tratamiento a la norma fue nominal. El resultado final con más de dos tercios a favor. El Frente Renovador, la Coalición Cívica, los legisladores vidalistas, Avanza Libertad y el Frente de Izquierda votaron en contra de la reforma.
En la quinta sección hay varios intendentes que, en este contexto, podrán reelegir en 2023. Tal es el caso de Miguel Lunghi en Tandil que hace más de 18 años que se encuentra en el poder y Miguel Gargaglione que gobierna en San Cayetano desde el 2007.
Otro histórico de la sección, el intendente Camilo Etchevarren de Dolores, ya ha manifestado que pretende seguir al frente de la Comuna, y tendrá su oportunidad en 2023.
Otros intendentes de Juntos que están habilitados a la re-reelección gracias a la modificación a la norma son Esteban Reino de Balcarce, Osvaldo Dinapoli de General Belgrano, José Rodríguez Ponte de General Lavalle, Esteban Santoro de General Madariaga, Arnaldo Harispe de Lezama, Juan José Fioramonti de Lobería, Matías Rappallini de Maipú, Maximiliano Suescun de Rauch y Martín Yeza de Pinamar. En el caso de este último ya anunció que no se presentará en 2023.
Por el lado del Frente de Todos, Javier Gastón de Chascomús y Gustavo Barrera de Villa Gesell se encuentran transitando su segundo período. En el caso del último, ya se había manifestado públicamente a favor de derogar el límite diciendo: "quien saca dirigentes o los pone es el pueblo".
Cabe recordar que la Ley N° 14.836 que impulsó el gobierno de María Eugenia Vidal y que aprobó la Legislatura bonaerense prohíbe a los funcionarios bonaerenses, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo, ser reelectos más de una vez. Pero hay una excepción: si se toman licencia para ocupar otro cargo, no cuenta como mandato cumplido y pueden volver a presentarse.
La nueva norma, que modifica la ley 14.386 y su decreto reglamentario, fue elaborada sobre la base de un proyecto de los senadores Juan Pablo Allan y Joaquín De La Torre, de Juntos, que a su vez recibió cambios durante su debate en la sesión de labor parlamentaria, previa a su tratamiento en los recintos de ambas Cámaras, de la sque participaron representantes del Frente de Todos.
En sus cinco artículos, la nueva ley establece, básicamente, dos cuestiones. 1) Aunque se mantiene el límite de dos mandatos consecutivos máximo, su cómputo, que en la ley original se hacía desde 2015, ahora se cuenta desde 2017 o 2019. De ese modo, tanto intendentes, electos en 2015, como concejales o legisladores electos en 2017, pueden presentarse otra vez, en 2023 para intentar obtener un nuevo mandato. 2) Se establece una cláusula por la cual se cuentan los mandatos desde el primer día que se ejercen.
El primer punto buscó salvar una objeción que fue muy mencionada por quienes se opusieron a la ley. Se trata del argumento de que se trató de una legislación retroactiva, aprobada en 2016 pero que establecía una disposición desde 2015. La segunda, un mecanismo que usaron muchos intentes, sobre todo del oficialismo (unos 20, contra tres de la UCR y uno del vecinalismo) para no perder la posibilidad de renovar en 2023. Se trataba de tomar licencia antes de la mitad del segundo mandato y aprovechar un vacío legal que permitía de ese modo que ese segundo período no se le compute a los efectos del límite de la reelección. La mayoría de los alcaldes que optaron por esa vía, asumieron cargos ejecutivos, tanto a nivel nacional como provincial.
Ahora, habrá dos mandatos máximo con un límite que opera en 2027 para los alcaldes y una cláusula que impide que se repita el artilugio legal que se usó esta vez, y que según varios opositores creaba una desigualdad ante la ley, ya que los oficialista, con cargos para asumir en ejecutivo, pudieron optar con más facilidad por ese mecanismo que el resto.
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