"Salir campeón es futbolísticamente imposible". Pese al poco optimismo Daniel Angelici, Boca aún tiene posibilidades matemáticas para aspirar al título. Depende de muchos resultados ajenos, sí. Pero también de los propios, lo que parece aún más complejo. Carlos Bianchi no baja los brazos y, de cara al encuentro del próximo domingo ante Lanús, probó con seis modificaciones, más de la mitad del equipo.

En la práctica formal de fútbol, en el predio Pedro Pompilio, el Virrer paró una formación muy diferente a la que cayó el último fin de semana con All Boys. Dos de los cambios fueron obligados: Juan Román Riquelme -lesionado- y Nahuel Zárate -suspendido- salieron del equipo por Juan Sánchez Miño y Emanuel Insúa. Mientras que los restantes, tácticos: Matías Caruzzo, Chiqui Pérez, Jesús Méndez y Claudio Riaño les dejaron sus lugares a Leandro Marín, Cata Díaz, Fernando Gago y Juan Manuel Martínez.

Así, los once titulares del entrenamiento matutino fueron: Agustín Orion; Marín, Ribair Rodríguez, Díaz e Insúa; Cristian Erbes, Pablo Ledesma, Gago y Sánchez Miño; Martínez y Emmanuel Gigliotti.

Los regresos de los laterales que comenzaron el torneo como titulares, Marín e Insúa, que se lesionaron en las primeras fechas del torneo, resultó lo más resonante de la práctica. Gago y Sánchez Miño, que regresan de sendas lesiones, jugaron sólo 35 minutos.

El equipo suplente formó con: Emanuel Trípodi; Alan Aguirre, Caruzzo, Pérez y Maximiliano Padilla; Méndez, Federico Bravo y Leandro Paredes; Riaño, Nicolás Blandi y Franco Cángele.