Reencuentro. Matías Miret se abraza con su esposa en España luego de quedar en libertad, el mes pasado.
“Yo fui contratado (por los hermanos Juliá) y fui a hacer mi laburo, como uno hace su laburo todos los días. Saludé a mi mujer, le dije que volvía en tres días y estuve 23 meses viviendo una pesadilla. Todo por estos dos tipos”, dijo el aviador, a quien la Justicia española ya había excarcelado después del juicio oral que tuvo lugar a principios de diciembre en Barcelona.
“Me tocó estar lejos de mi familia, perderme el nacimiento de mi última hija, ver sufrir a mis hijas. Y, después, estar en cárcel siendo inocente”, enumeró. Y dijo que, aunque durante la investigación los hermanos Juliá no lo involucraron en la maniobra ilegal, si los tuviera enfrente “los cagaría a trompadas literalmente” . “Los quiero ver en cana, como están”, aseveró a radio Mitre .
La Audiencia de España condenó ayer a los hermanos Juliá por haber ingresado a ese país 944,5 kilogramos de cocaína para “obtener y compartir un extraordinario beneficio económico”.
Miret apuntó que nunca sospechó que ese viaje en avión se utilizaría para transportar droga a ese país europeo y que los Juliá “tenían buena reputación” como empresarios aeronáuticos.
“Cuando sos inocente, se dan cuenta. Como se dieron cuenta del nerviosismo de los dos Juliá. Por eso revisaron el avión, se dieron cuenta de la inocencia mía y lo declararon”, dijo en alusión a los dos policías, que revisaron la aeronave, en la que se escondieron 34 paquetes de cocaína y otros más en butacas. “La verdad, la policía estuvo 50 minutos revisando el avión, o sea que (la droga) no estaba ni a la vista ni mucho menos. Es como si yo te invitase a mi casa, vos te sentás en el sofá y debajo hay 30 paquetes, y no te das cuenta”, graficó.
Miret dijo que ahora reclamará un resarcimiento.
“Alguien se va a tener que hacer cargo de dos años en cana que tuve y de haber perdido lo que me perdí ”, sostuvo, y dijo que debió costear el trabajo de sus abogados por sus propios medios y los de su familia y con la ayuda de amigos.
Sin embargo, Miret afirmó que ganó más de lo que perdió. “Gané mucha unión familiar. Ver que mi mujer me apoyó en todo y es una leona. Y gané amigos que me han apoyado al 100%”, dijo.
También sostuvo que, pese a su situación, su jefe le mantuvo el sueldo durante este tiempo, como si estuviese trabajando. “Él me había dejado ir a hacer el vuelo. Sabía la clase de persona que soy”, aseveró. Dijo que ahora volverá a su casa, en San Fernando, y se declaró hincha de River. “Lo único que agradezco es haber estado en cana cuando bajó a la B”, bromeó.
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