MIRANDO PARA OTRO LADO NO SE SOLUCIONAN LOS PROBLEMAS: El transporte público urbano no está en la agenda del Ejecutivo, ni en la de los concejales

Comenzó a funcionar el servicio de trenes tras dos años de espera – aunque no con la intensidad y frecuencias que tuviera antes de la suspensión – pero Chascomús sigue sin solucionar, al menos, el traslado de sus pasajeros desde la Estación Ferro Automotor hasta el centro de la ciudad y viceversa. Ya no se habla más del transporte público de pasajeros, tema usado por diferentes espacios políticos para hacer leña del árbol caído en cada una de las épocas electorales.

Sin ir más lejos el actual concejal Pablo Francese, que va por su re reelección, haciendo seguramente un número de años nutrido, ocupando un lugar en el recinto deliberativo local, decía lo siguiente en su cuenta personal de Facebook el 20 de marzo de 2015: “Hace un mes, y por iniciativa de nuestro bloque, se aprobó en el HCD una Ordenanza para brindar un servicio de transporte de pasajeros desde y hasta la estación ferroautomotor. La misma autoriza al Intendente a contratar transportes escolares y/o combis o micros particulares, con la habilitación correspondiente, para realizar esta tarea. El último fin de semana fue caótico. ¿Mejorará la situación? ¿Qué opinas?”, se preguntaba desde una posición mucho más cómoda que la actual, cuando no era gobierno. Hoy con la pelota de su lado esa misma incógnita resuena mucho más fuerte.

 

Vale mencionar que el último micro que anduvo por las calles de esta ciudad lo hizo en 2015 en la gestión de Juan Gobbi. El servicio comenzó a funcionar el 29 de junio, y a las pocas semanas comenzaron los problemas. Faltó dinero para el combustible, se inquietaron y movilizaron los choferes, y los micros quedaron parados en el predio de la vieja estación de ferrocarril, frente al salón de Bellas Artes. Lo cierto es que el tiempo pasa y los problemas siguen sin soluciones. Y lo más triste es que desde el Concejo Deliberante, que es el lugar en dónde los vecinos tendrían que evacuar dudas y conseguir respuestas, ni siquiera se animan a dar el debate. El tema del transporte público urbano es realmente importante como para ni siquiera estar en agenda.

Desde la actual gestión municipal se hace hincapié en el crecimiento de la ciudad y su desarrollo sostenido hacia los diferentes puntos cardinales. Pero, a pesar de ello, los encargados de manejar los destinos del distrito miran de reojo un problema que afecta, como siempre, a los que menos tienen. Ya no estamos hablando de pagar más impuestos por servicios que no se prestan, sino sobre un derecho tan esencial como el transporte público.

Volviendo a los dichos del edil Francese en 2015, podría implementarse –ya que ahora las decisiones pasan por su partido- un servicio de micros desde la Estación Ferroautomotor tan cual lo definió en la red social pero, en este caso, para estas vacaciones de invierno. Podría ser el puntapié para encarar de lleno un inconveniente que afecta a los más 40.000 habitantes de esta ciudad. Sin mencionar a la inmensa cantidad de chascomunenses que viajan a diario a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para trabajar.

 

Recordemos que Chascomús también se precia de ser una ciudad turística que se topa con un escollo insalvable. Llegar a la ciudad en tren y tener que caminar cinco kilómetros por lugares inhóspitos para acceder al centro y la laguna es sinónimo de seguir hacia otro destino. Vivimos un momento sin precedentes en el que el abaratamiento del transporte y el estallido de las tecnologías de la información han revolucionado la manera de relacionarnos y de viajar, provocando múltiples efectos para la sociedad, para la economía y para las ciudades, ya que los destinos urbanos son de los preferidos por la nueva tipología de viajeros. Los ganadores de este nuevo escenario serán aquellos que sepan aprovechar las oportunidades que esto supone haciendo una buena gestión que evite o minimice los inconvenientes y los riesgos que también conlleva. Y preservando siempre lo que es más valioso: la autenticidad de los destinos y la calidad de vida de los ciudadanos que en ellos viven.

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