El candidato presidencial del Frente para la Victoria pidió a peronistas y kirchneristas que dejen de lado las diferencias de cara al ballotage del domingo, en el que esperan una definición ajustada
El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, cerró su campaña en la tarde del jueves en el Polideportivo Juan Domingo Perón, en la localidad de González Catán, con un discurso en el que convocó a la unidad al peronismo para "defender los logros y las conquistas de estos años, interpretando hacia el futuro las demandas que se nos presentan". Además, lanzó un ataque contra el asesor de Mauricio Macri Jaime Durán Barba, a quien apuntó por sus recientes declaraciones sobre el poco peso electoral del papa Francisco.
Mientras Mauricio Macri obtenía la credencial de federal con su "acto de la esperanza" en Jujuy, el de Scioli fue un acto profundamente bonaerense -y peronista-: salvando algunas pocas excepciones, el gobernador estuvo rodeado principalmente de funcionarios, intendentes y legisladores del distrito que, creen, podría darle una -ajustada- victoria el próximo domingo. Con el intendente de La Matanza y presidente del PJ provincial Fernando Espinoza como anfitrión, el Frente para la Victoria dio la mayor muestra de unidad en lo que va de la campaña.
Como nunca antes, kirchneristas y peronistas estuvieron mezclados y en armonía. Sobre el escenario, en la primera fila, el candidato estuvo secundado por su coequiper Carlos "Chino" Zaninni, su esposa Karina Rabollini, su hija Lorena, Espinoza, la futura intendenta Verónica Magario y el actor Víctor Laplace. También en primera fila, pero hacia un costado, Axel Kicillof -uno de los pocos porteños presentes- estuvo codo con codo junto al sheriff Alejandro Granados. En la platea convivían funcionarios y legisladores nacionales, provinciales y municipales de todas las extracciones: era posible divisar intendentes peronistas clásicos como Patricio Mussi (Berazategui), Alberto Descalzo (Ituzaingó), el saliente Daniel Di Sabatino (San Vicente) y el carismático Juan Carlos "Chinchu" Gasparini (Roque Pérez), mezclados con el ministro Agustín Rossi, el diputado socialista Jorge Rivas, el titular del Afsca Martín Sabbatella, la legisladora porteña Gabriela Cerrutti, o los camporistas Eduardo "Wado" de Pedro, Mariano Recalde, Walter Festa (intendente electo de Moreno) y Leo Nardini (intendente electo de Malvinas Argentinas, Kolina).
Al igual que en el escenario y en la platea, en las tribunas convicieron en armonía las diferentes facciones del peronismo y el kirchnerismo, incluida La Cámpora.
El clima general del encuentro fue de cauto optimismo: el peronismo cree que ha revertido los sondeos desfavorables de los días siguientes a la elección, y que la definición será ajustada, por poco margen. Además, esa diferencia se definirá en el conurbano, explicaba el intendente de uno del los municipios grandes de la Provincia, mientras que un colega suyo agregaba: "hay un 10% de la gente que no está muy interesada en la política y que define su voto casi al momento de ponerlo; esta elección la define esa gente".
Luego de poco más de una hora y media de discursos, comenzó la desconcentración, bajo una intensa lluvia. Si bien a las 8 del viernes comienza la veda, Scioli le recordó a su gente que el trabajo terminará recién a las 18 del domingo. Un poco más explícito, el intendente Espinoza le pidió al par de miles de personas que se encontraban allí que "sin violar la veda", no olviden que tienen "lengua" y "convicciones", y que las usen.
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