El Ministerio de Salud vuelve al debate sobre el “impuesto saludable” a las bebidas azucaradas

El Ministerio de Salud vuelve al debate sobre el “impuesto saludable” a las bebidas azucaradas

La Organización Mundial de la Salud mantiene una serie de campañas para reducir el consumo de productos poco saludables. Entre estos se encuentran, por ejemplo, las bebidas azucaradas no alcohólicas. El Ministerio de Salud reabrió el debate sobre un impuesto especial a esas bebidas.

 

El Ministerio de Salud checo, reactivó un plan para la introducción de un nuevo impuesto a las bebidas azucaradas. La campaña ministerial representa una lucha contra la obesidad en la población, así como una vía para recaudar ingresos para las arcas del Estado.

El impuesto a las bebidas azucaradas no alcohólicas se aplica en la actualidad en más de 10 países europeos y varios otros estudian su eventual introducción.

La directora de la Asociación de Fabricantes de Bebidas no Alcohólicas, Veronika Jakubcová, dijo la Radio Checa que semejante medida es discriminatoria, porque el azúcar aparece en muchos más productos.

“Consideramos que se trata de una actitud discriminatoria, porque el azúcar se encuentra en una serie de productos, no solo en las bebidas azucaradas. En el consumo general de azúcares esta categoría representa un 14%”.

Gravar los productos poco saludables se ha convertido en una tendencia a nivel internacional, los expertos coinciden en que se trata de un paso en la búsqueda de poblaciones sanas.

El economista Jakub Komárek de PAQ Research, dijo a la Radio Checa que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la tributación o impuesto al consumo de bebidas azucaradas es la medida documentada más eficaz para reducir el consumo de azúcar.

“Es importante cómo se fija el impuesto al consumo. Al estar ligado a la cantidad de una sustancia nociva para la salud, que en este caso es el azúcar, motiva a los fabricantes a comercializar bebidas con menos azúcar y al mismo tiempo a los consumidores a elegir bebidas más baratas y con menos impuestos”.

La idea del impuesto no es perjudicar a los productores de bebidas azucaradas, pero llevarlos a elaborar productos con menos. Y se trata de algo que han llevado a la práctica con éxito muchos países. Recientemente se introdujo en Polonia, Croacia y también lo planea Eslovaquia.

 Foto: bridgesward, Pixabay, Pixabay License

Veronika Jakubcová insiste en que la población consume una serie de productos donde el azúcar está presente, por ejemplo, un 10% en los productos de panadería, un 18% en frutas y verduras y un 22% en dulces y caramelos. La empresaria sostiene que los dulces y la falta de movimiento son los factores responsables del aumento de la obesidad entre los checos.

Para Jakub Komárek, el impuesto debería fijarse de tal manera que los esfuerzos de los productores por reducir la concentración de azúcar en las bebidas se vean recompensados ​​con un tipo impositivo más bajo. Mientras que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es aplicar un impuesto especial a todas las bebidas azucaradas y alcohólica para reducir la ingesta de azúcar y contribuir a la prevención de la obesidad y enfermedades como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías.

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