Un estudio indica que dejarían de entrar 148.235 turistas por las obras de mejoramiento de El Plumerillo. Aún hay incertidumbre sobre cómo se minimizará el impacto.
El cierre del aeropuerto El Plumerillo, programado para el período setiembre-diciembre de este año, provocará pérdidas de hasta $ 822 millones en los sectores directamente vinculados al turismo receptivo. Así lo asegura un informe elaborado por la economista María Cecilia Gatta junto a la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt).
La proyección se realizó en función del movimiento estimado para la época bajo condiciones de trabajo normal (con el aeropuerto en funcionamiento) y en base a supuestos sobre cómo se comportará el turismo en el marco de los inconvenientes.
Otros estudios, en cambio, estiman bajas de facturación menores. Un trabajo de investigación realizado en forma conjunta entre Fundación Mediterránea (Ieral) y la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga), por ejemplo, calcula que Mendoza perderá $ 324 millones durante los meses de setiembre a diciembre, aunque admite la posibilidad de que el daño económico sea mayor y llegue a los $ 416 millones.
Las diferencias entre un estudio y otro se deben, en parte, a que aún quedan muchas cosas por resolver, como quién se hará cargo de los traslados terrestres entre aeropuertos limítrofes hasta Mendoza y si habrá o no rebajas impositivas para los sectores afectados.
De todas formas, está claro que las obras, más allá de los beneficios esperados a largo plazo, traerán pérdidas millonarias que serán muy difíciles de compensar.
El impacto en números
Para llegar a la conclusión de que Mendoza perderá aproximadamente 822 millones de pesos por el cierre temporal de El Plumerillo, la economista María Cecilia Gatta realizó un estudio detallado sobre el movimiento turístico de la provincia.
El primer dato fundamental es cuántos turistas ingresan habitualmente a la provincia en esa época y cuántos lo hacen en avión. Gatta, quien fue responsable del Observatorio para el Turismo Sostenible en la gestión del ex ministro de Turismo, Javier Espina, utilizó datos del Observatorio para su análisis.
Según el estudio, en todo 2014 entraron a Mendoza 3.081.721 turistas y en 2015 en número ascendió a 3.155.003 (por turistas se comprenden tanto los viajes de ocio como los viajes por motivos laborales o personales). Además, se aclara que setiembre es considerado mes de temporada baja; octubre y diciembre de temporada media y, noviembre, de temporada alta.
Otro factor importante es que, históricamente, 21% de los turistas llegan por avión, 52% lo hacen en micros de larga distancia y 26% en vehículo particular.
Por último, entre otros detalles analizados, el estudio de Gatta destaca que la estadía promedio de un turista en Mendoza es de 6,93 días y que el gasto promedio fue de $ 650 por día en 2015. Este año el promedio rondaría los $ 860 por el efecto de la inflación.
Teniendo en cuenta toda esa información y otros detalles que se expresan en el estudio, la economista concluyó que entre setiembre y diciembre “dejarán de ingresar a Mendoza unos 148.235 turistas, lo que implica la pérdida de $ 822.706.900”.
Preocupación sectorial
Todos los rubros económicos relacionados directa o indirectamente con el sector turístico se muestran preocupados por las pérdidas millonarias que traerá el cierre del aeropuerto y por la falta de respuestas a los problemas no resueltos.
Marcelo Rosental, secretario de la Asociación Empresaria Hotelero, Gastronómica y Afines (Aehga), aseguró que “el impacto negativo será enorme” y recordó que“la época elegida para el cierre del aeropuerto es el período en que se realiza la mayor cantidad de congresos y eventos empresariales.
El empresario opinó que “los problemas ocasionados a los turistas perjudicarán la marca Mendoza” y advirtió que “tomará varios años recuperar totalmente los daños”.
Por último, Rosental protestó por la falta de claridad ante los puntos que restan por definir como “quién se encargará de los traslados de los pasajeros aéreos que arriben a los aeropuertos de San Juan, San Luis y San Rafael con el objetivo de llegar a Mendoza”.
También Javier Agrelo, vocal de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo consideró que “la caída será muy grande y, la recuperación, muy difícil”.
“Aún queda mucho por resolver respecto del accionar del Gobierno, las aerolíneas y los hoteles, pero está claro que las pérdidas serán millonarias y llevará al menos todo el primer trimestre de 2017 recuperar la normalidad”, señaló.
Por su parte, Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza, destacó que “el turismo que llega a Mendoza en avión es el que mayor gasto diario tiene en productos y servicios, por lo que se puede esperar caídas en el sector comercial y en otros rubros”.
Proyecto de ley
Con el fin de minimizar el impacto económico del cierre temporal de El Plumerillo, el diputado provincial por el FpV, Lucas Ilardo, presentó un proyecto de ley que propone declarar la Emergencia en Mendoza.
Puntualmente, el proyecto propone la reducción impositiva del 50% para hoteles (se incorporarían agencias de turismo y restaurantes), poner en discusión quién se hará cargo de los traslados terrestres desde aeropuertos limítrofes y mantener siempre funcionando el área administrativa del aeropuerto.
Turismo evalúa ayuda a los sectores afectados
Por el momento, son pocos los funcionarios provinciales que se animan a hablar del impacto económico del cierre del aeropuerto. Sólo Gabriela Testa, presidenta del Ente Autárquico Turismo Mendoza, dio su palabra.
La funcionaria indicó que hoy mantendrá una reunión con representantes de los sectores comprometidos para evaluar estrategias de promoción para contrarrestar la caída proyectada. Además, aseguró que el Gobierno de Mendoza comprometerá recursos para trabajar en una campaña de promoción.
Respecto del proyecto del diputado Lucas Ilardo, Testa reconoció la necesidad de avanzar en soluciones, pero aclaró que “no hay emergencia económica”. No se pudo establecer diálogo con el ministro de Economía, Enrique Vaquié, ni con el ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Kerchner.
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