El economista de La Libertad Avanza sueña con ser el precandidato más votado de las PASO e instalar la idea de que puede entrar en una hipotética segunda vuelta para llegar a la Casa Rosada. Para esa estrategia lanzó una campaña con spots y videos virales en redes sociales para que los “enojados” vayan a las urnas hoy y elijan su propuesta “anticasta”. El efecto de las elecciones provinciales y qué piensa el diputado en la intimidad.
Por: Juan Pablo Kavanagh.
Después de una campaña convulsionada, que tuvo todos los condimentos posibles, Javier Milei afronta su tercer test electoral con la necesidad de demostrar que puede canalizar el voto de un electorado con bronca, cansado de las opciones que ofrecen Unión por la Patria y Juntos por el Cambio. Y que tiene números suficientes para ingresar a un eventual ballottage presidencial.
El líder libertario no habla de números por estas horas pero su objetivo de máxima es quedar perfilado para la cita electoral del 19 de noviembre, fecha de la eventual segunda vuelta por la conducción de la Casa Rosada. Para que el escenario se convierta en realidad, el precandidato se movió bajo dos ejes.
Uno fue apelar a la participación de aquellos enojados con la política y castigados por la economía. Es un electorado que puede ser permeable a su discurso y con chances de terminar camino a las urnas para darle confianza a su fuerza, La Libertad Avanza. Por eso, en sus últimas apariciones públicas resaltó la importancia de la participación electoral, con mensajes bien claros: “Vayan a votar, tenemos que sacar a este país adelante y la única forma de hacerlo es yendo a votar”, exclamó en su cierre de campaña, que tuvo lugar el pasado lunes en el Movistar Arena de Villa Crespo, que lució colmado.
El concepto también quedó materializado en uno de sus últimos spots, en el que reclama que la gente “no se quede en la casa”. El otro eje estuvo dedicado a marcar distancias con Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, “la casta”, como los denomina, y a quienes responsabiliza por “el fracaso” del país de las últimas décadas, a cargo de un sistema que solo beneficia a “la clase política” en detrimento del resto de la sociedad.
Con la titular del PRO lo unía una relación de respeto personal que quedó dinamitada en medio de la proliferación de denuncias contra el espacio liberal por supuesta venta de candidaturas. Hoy, Milei no tiene dudas: la exministra de la era Mauricio Macri estuvo detrás de “las operaciones” en su contra que marcaron parte del pulso de la campaña. No fueron escasas las acusaciones: varios dirigentes, de diferentes distritos, que mantuvieron conversaciones con LLA afirmaron que se ofrecieron lugares en las nóminas previo pago de dinero. Carlos Kikuchi, armador nacional, quedó en el ojo de la tormenta por “las desprolijidades” que sucedieron, como supo señalar un integrante del espacio ante este medio.
Las elecciones de LLA. El 12 de septiembre de 2021, en las PASO de la Ciudad de Buenos Aires, la agrupación hizo su debut con una nómina a diputados nacionales y legisladores porteños: obtuvo 13,4%. Una cifra que pudo aumentar en las generales del 14 de noviembre, al sacar 17,34%.
El resultado posibilitó que Milei junto a Victoria Villarruel arribaran al Congreso de la Nación y que la coalición tenga representación en el Parlamento local con cinco legisladores.
Fue el aliciente para que Milei apueste por la construcción de armados provinciales con su sello para los comicios ejecutivos de 2023, aunque los resultados fueron magros. En La Rioja, con Martín Menem como postulante, quedó tercero con 15,96%.
En Tucumán, estuvo representado por Ricardo Bussi, que apenas sacó el 4,01%. Mientras que en Neuquén, Carlos Eguía obtuvo 7,98% y en Río Negro Ariel Rivero cosechó el 9,35% de los sufragios.
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