Por

Rodrigo Núñez

El presidente Javier Milei reconoció que el acuerdo con el FMI vendrá de la mano de "volatilidad", lo cual se traduce como una devaluación que a esta hora luce indetenible por la propia condición que imprime el entendimiento: salir del cepo. Más allá del impacto negativo que tendrá esta medida sobre la desaceleración de la inflación de la que se jacta el Gobierno, el jefe de Estado prometió más ajuste para "honrar" la nueva deuda. 

En el marco de la apertura de sesiones ordinarias, Milei anunció que enviará al Congreso el acuerdo con el FMI para que sea aprobado. Además, dejó entrever que los dólares que giraría el organismo a cargo de Kristalina Georgieva llegarían a cambio de terminar con el cepo cambiario antes de fin de año. Una condición impuesta por el ente multilateral de crédito, que solo permitiría la intervención cambiaria del Gobierno a través de un esquema entre bandas que implica una devaluación previa.

La semana pasada, el Bank of America (BoA), uno de los principales bancos privados de Estados Unidos, había planteado que espera que haya una devaluación de casi el 40%, casi el doble de lo que programa el propio Gobierno. En el informe se prevé que el dólar termine este año a 1.400 pesos, lo que implica un aumento del 39% respecto a los 1.003 pesos de fin de 2024, o de un 32% respecto al tipo de cambio oficial actual, de 1.060 pesos.

"Lo interesante aquí es que nosotros vamos a honrar nuestros compromisos; y los fondos para enfrentar esta deuda surgirán de un mayor ajuste fiscal vía reducción del gasto público, de modo tal que la operación resultante sea una transferencia de riqueza desde el Estado a todos los argentinos de bien, y en especial a los segmentos más vulnerables de la población, ya que ellos son los más castigados por el impuesto inflacionario", adelantó Milei en sus discurso. Tras más de un año continuo en un tobogán de ajuste, a la sociedad no le quedan muchas costillas por ser masacradas por la motosierra.

Según el último reporte disponible, el gasto total creció 13,5%, cortando una seguidilla de 17 meses consecutivos de caídas del gasto. Sin embargo, la comparación es con una base extremadamente baja: en enero de 2024, los egresos se derrumbaron 39,4% interanual (la mayor caída del año). Si, en cambio, comparamos con enero 2023, el gasto se redujo 31,2%. 

En jubilaciones se destinaron 30% más de recursos que en enero de 2024, pero 19% menos que en enero de 2023, consolidando el ajuste perpetrado sobre este grupo etario. En cuanto a las transferencias universidades y a provincias, las primeras aumentaron 19% pero aún se ubican 18% por debajo de 2023, mientras que las provincias recibieron 23% más que en enero de 2024 pero 66% menos que enero de 2023.

Sin embargo, los subsidios económicos y el rubro “Otros programas” (que incluye Tarjeta Alimentar, comedores comunitarios, Programa Acompañar y ex Potenciar) se redujeron tanto respecto de 2024 (-11% y -31%) como de 2023 (-68% y -47%). 

La V no llegó pero ya la quieren cortar

Durante su alocución en el Congreso, el mandatario afirmó que su administración aplica "el programa de estabilización más grande de la historia" y "el plan económico más exitoso de la historia". Aunque el Indec viene de informar que la actividad económica se derrumbó 1,8% en 2024 en comparación a 2023, Milei sostuvo que creció un 5%, haciendo foco en la medición interanual de un solo mes, diciembre.

Suponiendo que el anarco-libertario se crea su propia mentira, profundizar un sendero de ajuste que deteriore el nivel de compra de los salarios por el enfriamiento de la economía sólo recortaría la "V" de la recuperación que vende el Gobierno. De ser así, las mediciones anuales solo serían positivas a lo largo del primer cuatrimestre -siendo optimistas- debido a la comparación con el hundimiento recesivo que representó el arranque de gestión en 2024.

Por otra parte, Milei reivindicó a su gestión por "seguir haciendo que la inflación baje". Sin embargo, la inflación en alimentos volvió a acelerarse en la tercera semana de febrero por el impulso en el precio de las carnes y registró un aumento del 1,2%, una cifra 0,6 puntos porcentuales por encima de la semana anterior. Con este dato y considerando un aumento proyectado para la última semana del 0,5% -en línea con el promedio de las semanas previas-, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 4% en febrero.

Según apuntó la consultora EcoGO, incorporando los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar (3,3%), el indicador asciende a 3,8% para este segmento. A nivel general, la inflación de febrero se ubicaría así en 2,7% mensual. El número es superior al balance difundido por el Indec en febrero.

Con este escenario, entregarse nuevamente al FMI solo profundizaría la tragedia social que atraviesa el país, cuya ciudad más rica ostenta un nivel de indigencia en torno al 11%, según mediciones privadas de CABA. La contrapartida es tener disponible un colchón de billetes verdes listos para ser quemados con el objetivo de financiar un tipo de cambio insostenible y cientos de miles de viajes turísticos a Brasil. El Congreso tendrá que decidir.